Thursday, October 20, 2005

Aquí y ahora

Hoy estuve con un chofer,
negro él,
con sus ilegibles manos
que no dejaban de hablar,
contar aquello que solo en sueños
podría llegar a vivir...

Después, estuve con un mendigo,
un loco, un perro, un ciego...
y a todos escuché con los ojos
lo que en negro silencio narraban,
clamando...
diciendo que la vida es injusta,
corta como un pedazo dulce torta
Y que la desgracia es su sonrisa precoz
Y que solo en la noche,
mientras todo fallece,
encuentran a la enferma y vieja igualdad,
y duermen todos como seres humanos...

Y vi a un sabio,
a un comerciante,
a un drogadicto arrepentido...
y en cada una de sus palabras
brotaban las moscas mentirosas...
bellamente aladas,
con colores descubiertos,
sensuales como la herida en la carne,
y aquel tibio sabor
que hace
que nadie termine sus copas...

Y luego,
estuve conmigo...
Y en ese momento
escuché que todas aquellas personas
jamás estuvieron conmigo
pues hace mucho que escribo, que miento…
contando que vivo
cuando muero
en cada punto seguido
y punto final...


San isidro, octubre del 2005