Wednesday, August 29, 2007

El último de mis padres


Le conocí tarde, estaba sentado en un auto cuando le vi por la primera vez. Estaba besando a una mujer. ¿Quienes serán?, pensaba. Veía perfiles. Cuerpos anhelando chuparse el uno del otro. El tiempo pasaba cuando sentado en un auto vi que del otro auto bajaba mi madre. Mi madre, mamá, mamá... No entendí mucho. Pensaba que todo era un error, un juego de sombras, una mancha grabada en mi vida... Mi madre subió al auto y partió. Estaba contenta, llena de alegría y mis tías a su lado no sabían qué hacer para hablar sin que pudiera yo escuchar.
Llegué a casa y me fui a dormir. Desde aquel día, la magia y el amor a mi madre cambiaron por este señor.
Le volví a ver ya en casa, dueño del cuerpo de mamá y de lo que salió de ambos cuerpos. Dos niñas que fueron mis hermanas pequeñas. Les quise como a nadie. Veía a ese señor y a mamá y no podía quererles. No. No. No. No.
El tiempo siguió su camino y luego, me fui de casa. Busqué la verdad y ella me encontró a mí. Fue bello. Tenía un sendero, un lugar en donde estar. Basta de sombras y misterios. Todo era claro como el día. Mi vida estaba llena de alegría y amor, y recién lo sabía.
Volví a ver a este señor que cuando me miraba a los ojos, decía: Hijo. Le miraba y nunca le dije padre. No. No. No. No.
Le llegué a respetar, admirar, querer, como siempre se hace... a la distancia. Murió una mañana de Junio, lejos de todo. En su viejo continente, junto a mamá, abrazados y jurándose amor eterno. Nunca mas lo volví a ver, pero siempre le sueño y cuando estamos frente a frente, hablamos como lo que somos, viejas sombras tras los ojos sorprendidos de un niño...
Le digo muchas cosas, y esta vez, escucha todo lo que digo, lloro, grito, callo. Es el último de mis padres y cuando veo su foto, le saludo y siento que su sombra está a mi lado...
San Isidro, Agosto del 2007

PAPA



Padre

No tengo nada que decir

Pusiste semillas allí

En la tierra de mi madre...

Yo

Yo

Que no sé aún quién soy

Escribo estas notas

que no dicen mucho mas

que esta foto que guardo de ti...

Hace años te vi

Sentado en tu auto blanco

Y ahora tu cabello es poco y blanco

Sin recuerdos ni futuros

me miras

y preguntas siempre:

¿Quién eres?

Te digo el nombre que me diste

y recuerdas

con tus cabellos blancos

y sonríes

mostrando pocos dientes,

poca esperanza,

poco amor a la vida...

Veo esta foto

y me digo

si algún día

podré ser como tu...

Espero que no,

que la vida me enseñe a vivir

y esperar más vida,

más allá de la muerte...

San Isidro, Agosto del 2007