Wednesday, September 19, 2007

ladrón de ilusiones

las cosas no son como parecen. ves un árbolito y sientes ternura, sin embargo, hay tanto tras ese ser inanimado... ves un ave posarse en él. ves el viento frío arañar sus hojas. ves a un jardinero cortarla una y otra vez, y sientes que nada está muerto. todo es una constante, una mutación tras otra.
y si por cierto llega un hombre curioso a tomarle una foto, es un ladrón, un ladrón de imágenes...


llegué un poco tarde al taller. dos amigos me esperaban. el agua había sido clausurada. problemas de noche y de día. sigo adelante y veo las caras de dos amigos, serios por cierto, sin embargo, tras de ellos hay un fiebre, un alma anhelante de ser escuchado. tienen algo que contar...

uno de ellos me dice que su novia ha perdido un bebé. el otro me cuenta que duerme de día y de noche escribe y escucha música. les creo todo cuanto dicen. tienen cosas que decir. les creo y espero a que en un espacio de su atención, me escuchen...

les cuento que vi un arbolito y que vi a un policía y que todo no es como parece. me escucharon, pero siguieron esperando a ser escuchados. les escuché por mas de tres horas y luego, se fueron a sus casas, con los rostros mas animados que el arbolito que viera por la mañana...


es bello ver el amor. un padre se hace hermoso cuando besa a su hijo. y un niño siempre es hermoso. les vi y como un ladrón, les robe esta visión. cuando le flash se abrió, ambos dejaron de estar juntos y el niño se acercó a mi cámara. ¡quiero ver!, dijo. le mostré y este sonrió como una rosa frente al sol. me gustó aquel gesto inocente y natural. gracias, le dije, pero el niño quería llevarse mi cámara. le dije que no, que era demasiado delicado para dárselo en sus manos. este sonrió y se fue a jugar con su padre que en esos momentos conversaba con un cliente del mercado.

el padre llamó a su hijo y ambos se unieron en un abrazo, así como las hojas sacudidas por el viento. les vi meterse en el mercado y sentí que todo era cuestión de apreciar lo bello en lo natural...

ya estaba llegando a la venta de mis productos cuando quise saber cómo estaba. me tomé esta foto y me di cuenta que estaba muy agotado. era verdad, tenia trabajo continuo. me fijé en mis ojos y mi ropa. ya estaba viejo, pensaba. son mas de medio siglo. sí, es verdad. muy pronto nadie sabrá que existí, nadie excepto usted que lee estas líneas y ve estas fotos, de un ladrón de imágenes...



Callao, septiembre del 2007