y si por cierto llega un hombre curioso a tomarle una foto, es un ladrón, un ladrón de imágenes...
uno de ellos me dice que su novia ha perdido un bebé. el otro me cuenta que duerme de día y de noche escribe y escucha música. les creo todo cuanto dicen. tienen cosas que decir. les creo y espero a que en un espacio de su atención, me escuchen...
les cuento que vi un arbolito y que vi a un policía y que todo no es como parece. me escucharon, pero siguieron esperando a ser escuchados. les escuché por mas de tres horas y luego, se fueron a sus casas, con los rostros mas animados que el arbolito que viera por la mañana...
es bello ver el amor. un padre se hace hermoso cuando besa a su hijo. y un niño siempre es hermoso. les vi y como un ladrón, les robe esta visión. cuando le flash se abrió, ambos dejaron de estar juntos y el niño se acercó a mi cámara. ¡quiero ver!, dijo. le mostré y este sonrió como una rosa frente al sol. me gustó aquel gesto inocente y natural. gracias, le dije, pero el niño quería llevarse mi cámara. le dije que no, que era demasiado delicado para dárselo en sus manos. este sonrió y se fue a jugar con su padre que en esos momentos conversaba con un cliente del mercado.
el padre llamó a su hijo y ambos se unieron en un abrazo, así como las hojas sacudidas por el viento. les vi meterse en el mercado y sentí que todo era cuestión de apreciar lo bello en lo natural...
ya estaba llegando a la venta de mis productos cuando quise saber cómo estaba. me tomé esta foto y me di cuenta que estaba muy agotado. era verdad, tenia trabajo continuo. me fijé en mis ojos y mi ropa. ya estaba viejo, pensaba. son mas de medio siglo. sí, es verdad. muy pronto nadie sabrá que existí, nadie excepto usted que lee estas líneas y ve estas fotos, de un ladrón de imágenes...