Monday, July 21, 2008

la copa


dentro de un bar
tomaba mi copa
todos bebían
como sacos colgados...
le dije a un tipejo
si deseba hablar
sonrió
y dijo que no...
seguí bebiendo
hasta quedar solo
sentando en el bar
con mi copa a mi lado

dijeron que me vaya
cogí mi copa
y traté de salir
pero
no pude
me quitaron la copa
y supe que tendría problemas...

no supe cómo
pero allí estaba
lleno de sangre,
lleno de un mar de sombras
y con un dolor
metido en la mitra...

pude pararme
y llamar a un auto
pero nadie paraba
eran mas de las doce
y nadie paraba...

caminé hasta llegar a mi casa
toqué la puerta
y nadie salió
rompí la ventana
y entre a mi casa
subí a mi cuarto
y sí...
allí estaba mi copa
llena de eso
que te olvidar
todo dolor,
todo pasado
y
todo feo recuerdo...

dormí tirado en el piso,
como un perro sin dueño...

abrí los ojos
y sí
allí estaba
solo
tirado en mi cuarto
solo,
con la copa en mi mano,
mi copa querida
mi mano amiga
mi vida prendida de una daga perdida...


san isidro, julio de 2008

Sunday, July 20, 2008

la espera


todas las tardes buscaba mi destino. me paraba en el paradero del bus y esperaba que algo llamase mi atención. así estuve por mas de cinco años. una tarde me encontré con dos amigos de la infancia. me invitaron a tomar una cervezas. les dije que estaba esperando, que lo sentía. no importa, dijeron, espera, sigue esperando que te traemos las cervezas aquí. esperé a los dos amigos y al cabo de unos minutos, regresaron con una caja de cervezas. sabía que estaba prohibido tomarlas en la calle, pero ellos trajeron vasos descartables y sin pensar mas nos pusimos a tomarlas. hablamos de nuestros padres, esposas, hijos, amigos, y, al cabo de unas horas, ambos se despidieron de mí. quedé en el mismo lugar pero estaba mareado. no sé como, pero me cogió un sueño terrible y quedé dormido, totalmente dormido sentando en el paradero del bus.

cuando se le ve a un hombre echado en una banca del paradero, mareado, se llama a las autoridades y estos lo cargan y se lo llevan a la comisaría. eso hicieron conmigo, pero, mientras todo esto ocurría tuve un sueño muy especial... soñé que era un gran monarca, tenía una gigantesca fortaleza de color blanco, de paredes tan latas que mareaba verlas y estaba construida sobre un arrecife. era poderosa. mi familia estaba a mi lado, mis amigos también y cada noche, todos, nos poníamos a contemplar el mar y la luna. una noche me percaté que el mar estaba diferente, movido, demasiado quizá uno de mis familiares me dijo que mirara hacia el fondo, el horizonte, y, aunque no se divisaba con claridad el fondo, podía ver que las olas crecían y crecían hasta volverse terriblemente peligrosas para mi castillo. será un maremoto, pensé, pero, confiaba en mi castillo y mandé a todos a descansar dicha noche... quedé solo y de pronto vi que desde lo mas alejado de donde me hallaba vi un estruendo, como si hubiera reventado una estrella, o un cometa hubiera caído desde el cielo azul... no sé, pero, me puse a esperar, a esperar lo inesperado. vi como todo el horizonte se callaba, esperando algo especial... vi como hasta el mar temblaba y noté que el color de sus aguas se volvían de color azul eléctrico... noté que ya no reventaban las olas, no, ahora notaba que el mar se hacía como una inmensa piscina azul quieta como un gras y noté, además, que sus aguas se encrespaban de una manera diminuta, como si estuviera lloviendo, pero no llovía... me quedé extrañado cuando desde el zenit del mar y el cielo vi que brotaban como estrellas reventadas, seres mitológicos... allí estaba un caballo blanco con alas volando hasta pasar por mis ojos a no mas de unos metros, era inmenso y hermoso, poderoso; un centauro blanco corriendo a través de una nube pidiéndome un poco de paciencia, que ya vendría el fin de mi espera; un dios de cabellos blancos, con un tridente de luz salía junto a una hermosa mujer, banca como el mármol hasta llegar a posarse y sentarse a mi lado... ambs estaban desnudos y flotaban por los aires, mientras de los cielos bailaban como ángeles, seres hermosos, diabólicos, de todo lo inimaginable, y, blancos... nos miraban, esperaban nuestras palabras... el dios se puso a mi lado y con su tridente me atravesó la garganta, la cogió y se la comió, junto a su mujer. luego ambos dioses empezaron a despedazarme hasta quedar en un cúmulo de ideas sueltas, anhelos y deseos... mira, dijo la diosa, aún sigue esperando... ¿qué esperas?, preguntó el dios. no lo sé, respondí, pero, ya que ustedes están, podría decirme si, ¿soy dios?... sí, respondieron, para luego saltar por todos los muros del castillo e irse volando hacia el fondo del mar... yo era una especie de silencio, un punto pacífico, un sueño quizá, y, allí continuaba mi espera... no pasó mucho tiempo cuando vi que el día llegaba y lo que quedaba de mi existencia empezaba a flotar por los cielos, hermosos... vi como me unía hacia un sol maravilloso mientras toda mi familia decía adiós... no volví a mirarlos y cuando estuve cerca al sol, pregunté: ¿soy dios?... el sol me dijo con una gran y luminosa sonrisa que era mas que dios... era un sueño, un sueño de un ser humano... luego, desperté...

estaba dentro de una cárcel, junto a muchos seres del mal vivir. pedí ayuda y al cabo de unas horas me soltaron. ya en la calle miré hacia el cielo y el sol parecía gritarme con una sonrisa que era mas que un dios. sonreí y dejé de esperar, y, comencé a vivir como un ser humano... sí, eso fue lo que hice...




san isidro, julio de 2008

Saturday, July 19, 2008

habla memoria


sentía que nada valdría la pena cuando escuché hablar a una señora acerca de su vida anterior. iba a decirle que nada de ello podía comprobarse. me miró a los ojos y dijo que no importaba creerle, pues, hay cosas entre el cielo y la tierra que no se pueden explicar. continuó hablando a sus conocidos mientras yo salía a la calle a respirar otros aires. de pronto, en una parte del balcón vi que una estrella parecía mirarme fijamente... ¿que cómo podría saberlo?, pues, vi que esta estrella se puso a unos metros de mi cara... era una especie de puntillo brillante, una estrellita, diminuta pero estrella al fin y al cabo. quise tocarla pero empezó a alejarse de mis manos. ¿quién eres?, pregunté. me habló en un idioma jamás hablado por ser o existencia alguna, pero, le escuchaba dentro de mi, como si fuera aire que entraba a mi cerebro y entendía claramente todo cuanto quería decir. luego de un tiempo supe la verdad, que toda verdad se encontraba dentro de mi memoria, que ella podría contármelo todo. me dijo que cada noche cerrara los ojos y me concentrara en mis primeros recuerdos, que los visualizara para luego hacerlas vivas escenas dentro de mi conciencia... esto tomaría un tiempo pero luego podría ver a la inversa, conversar con mi memoria, pasado o algo así... le hice caso y durante mas de medio año hice cuanto me dijo la estrella. fue extraño pues en todo ese lapso de tiempo pude ver su brillo cerca de mi oscura conciencia. luego, una noche pude verme, sentirme dentro de un recuerdo. entré en aquel momento y me puse a observar cada lugar de aquel recuerdo... toqué las patas de la mesa, las sábanas que cubrían mi cama, las manos de mi madre y mi padre, y luego, pude acercarme a ellos y hablarles... dijeron todo cuanto quería escuchar... lo que mas me extrañó fue que, cuanto decían, parecía ya saberlo. se los dije y ellos dijeron que todo estaba en mi memoria y en cada memoria de cada ser humano existente, que eso era cuanto debíamos saber para entender que todo cuanto deseamos es ser felices, simples y con la paz en nuestras almas... ¿qué fui antes de nacer?, les pregunté. sonrieron y luego ambos se esfumaron, como el humo de un cigarro. iba a dejar aquel momento pero quise seguir tocando y tocando cuanto veía, como arañándome al lugar en que me hallaba, de pronto vi el retrato de un tipo, ya bastante mayor... era el abuelo de mi madre. le pregunté si me conocía en sus tiempos... la foto dijo que no, pero seguimos hablando de sus tiempos, de la gente que vivía con él... fue extraño pues me pareció haberlo sabido de siempre... de pronto vi que estaba en una sala de operación y yo estaba en ella, vestido todo de blanco y con algo rojo en mis manos, mientras no mas de tres personas me miraban y decían: doctor..., doctor... sí, les dije. el corazón, el corazón..., respondieron. mis manos tenían un corazón aún latiendo. vi este músculo vibrando en mis manos, aún cálido; luego, mis manos dejaron de ser mías y operaron al paciente. este tenía el rostro cubierto. era intenso el momento, las luces me hacían sudar, hasta sentía el latir y respiración de cada persona que se hallaba conmigo. de pronto, todo terminó. las personas empezaron a aplaudir mientras yo les miraba sus rostros cubiertos por mascarillas blancas... dos eran mujeres, bajas y regordetas, ya mayores... y el otro era un joven de ojos azules, alto y delgado, bastante agotado y nervioso, como si fuera su primera vez. les seguí mirando y ellos me hablaron con sus ojos, diciéndome que era un gran cirujano, ya mayor y singular entre muchas personas... no sé porqué quise dejar de escucharlos y mirar al paciente, y vi que era una persona que había visto en una oportunidad, que lentamente se desvanecía en mi recuerdo. quise hablarle pero no fue necesario, pues este me decía algo sin mover los labios... fue bello lo que decía... hablaba de seres de otro mundo, mitológicos; hablaba del otro lado de lla vida... no quise saber mas y sentí volver a mi momento real... abrí los ojos y luego decidí salir a la calle a caminar, a pensar. de pronto, en una esquina vi a la anciana, parada en un poste, con un perro blanco... buenas noches, le dije... buenas noches..., doctor, me dijo. seguí caminando hasta llegar a una tienda y comprarme unos cigarrillos. luego, decidí irme a casa y ponerme a escribir...


san isidro, julio de 2008

Friday, July 18, 2008

perdidos


Sentí confianza con mi sombra y tuve que hacer un pacto con Dios. Cogí una papel y puse mi nombre y apellido. Luego, lo puse sobre la pared y junto a mi sombra, apagué las luces… Todo se hizo negro, como el color de mis letras. Dios se puso a mi lado. Era como un puntillo en el cielo. Le dije que le respetaba. Era extraño, pues, me respondió lo mismo. ¿Sí?, le dije para luego encender la luz y ver el puntillo alejarse por la ventana de mi cuarto. Corrí hacia la ventana y le vi pegado a mi cielo. Le amo, le dije a mi sombra, mientras él tan solo escuchaba, como siempre. Soy feliz y no sé si eso es lo que mas quiero… Soy Mon y eso es poco lo que se. Debe ser que he nacido un día negro como el color de mis letras y mi sombra. Apago las luces y trato de ver pero mi sombra se hace uno con mi ser… Es agradable sentirse bien, acompañado, escuchado y en total silencio… Miré la ventana y Dios me amaba a lo lejos y en mi sombra… ¡Te amo!, grité. Pero, tan solo escuché el maullido de un gato, a lo lejos, en las calles solitarias y pasada la media noche, con una sombra a mi lado. Volví a gritar y lentamente todas las ventanas empezaron a encenderse, gritando lo mismo que todos los días… ¡Loco!. Apagué las luces y lloré toda la noche, consolado, mientras con una vela, escribía otro poema… Bello, dije apenas terminé de escribirlo… Bello, sí, la vida es así. Mis letras son así…


San isidro, julio de 2008

no sabía nada de la vida…
cuando el piso se hizo agua
cayendo como un pedazo de papel
hacia el fondo del largo cielo...

en mi viaje
una estrella dijo que me amaba
respondí que agonizaba...
la estrella dijo que me amaba
hasta mas allá
donde los sueños se hacen días
y las noches sueños...

llegué al fondo de un abismo
una vieja sin ojos extendió sus manos
los cogí fuertemente y sentí que me enfriaba...
es el fin, pensaba
mas ella
la vieja de ojos secos
tan solo me llevó
como si fuera una cometa
volando por los cielos
sintiendo que era aire
o que alguien me respiraba...

fue así como dejé
este valle de lamentos
y ahora que veo desde lejos
me río de contento, de loco
al ver un mundo de hormigas
con alma de poeta
con aguas tristes y sin corriente

y esto que lamento
cuando me respiran nuevamente
es una especie de silencio,
una paz sin ternura…

y así quedo
para siempre
escuchando al pequeño ángel
cantarme por siempre jamás
lo mucho que me amaba...


san isidro, julio de 2008

Thursday, July 17, 2008

bajo mis letras


he concebido un largo y eterno sueño. duró no mas de un instante, pero, qué bello fue mientras volaba por sus aires... mis padres yacían bajo techo y todo hombre y mujer oraban por mi largo vuelo... es que, estaba en el cielo, rumbo a las estrellas cuando el Sol quemó mis alas y mi alma toda, quedando de mí tan solo un instante de sueño que cesó cuando fui uno con la luz. debe ser que soy su esencia pues mas dicha jamás sentí en vida o muerte, no sé... debe ser que este sueño ha sido el más alto de todos ellos porque aún no sé qué es mas real que la realidad que respiro cada día... y si les contara que hay tras ese fogonazo de luz, les diré que hay seres como tu, como yo y mi madre que salen y entran de sus casas color verde azucena en medio de prados verdes como las alas de un perico. es hermoso verlos sonreír pues tienen los dientes blancos como el algodón y sus epidermis suelen ser rosadas como el poto de un bebé... y si les dijera cómo son las noches les diría que no existen pues la luz no se oculta por nada y no hay cansancio ni calor ni sed, tan solo hay eso que nos hincha el pecho de gran contento y gratitud. debe ser que ese sueño ha sido mi destino, mi largo final de este valle llamado real... y si les contara mas, sería necio el hacerlo pues es mejor comerse el manzano que hablar de él... eso dice los que yacen bajo cada libro clásico, y, los he leído con tanta fruición que lloro de contento al saber que no hay mas engaño que la propia realidad, la cual se ve en parte y no completa porque no se puede ver mas que con dos ojos y los otros de los demás... hay que ver las allá de los cielos y eso se consigue con ese sueño que suelen tener los que han sido marginados por el margen de la realidad... sí, es así...


san isidro, julio de 2008

Wednesday, July 16, 2008

como cualquier cosa

llegué al taller y le vi. estaba sentado en mi silla, descansaba con un libro bajo el brazo. le toqué el hombro y este abrió los ojos. me dijo que como estaba. bien, le respondí. ¿pero, y tus cosas, tu casa, tus hijos, tu... vida?... nada, le dije, todo pasa, todo pasa. algún día pasaremos, tu, yo, este taller, aquella gente que pasa por la calle, el auto que acaba de cruzar por la pista... me miró a los ojos y luego me dijo algo que no olvidaría: no dudes del poder de la respiración. mi amigo cerró los ojos y se puso a respirar por varios minutos. yo también hice lo mismo. respiré diez veces, pero, quise respirar diez veces mas por todo la malo o bueno que ocurría en mi vida y así lo hice. cuando llegué a las veinte decidí hacerlo por cada persona que conociese y lo hice hasta llegar a doscientas respiraciones. cuando terminé, una paz empezó asomarse como el sol de una mañana de verano... abrí los ojos y mi amigo había desaparecido, pero su mensaje y su imagen quedó grabada en cada respiración que inhalaba y exhalaba... luego, entré al desolado taller, con toda la maquinaria quemada, restos de un accidente, una pérdida como cualquier cosa... empecé a limpiar todo hasta que sólo quedó un espacio lleno de escombros, con retazos de muebles, y mucha de esas cosas... de pronto, volví a ver a mi amigo. esta vez estaba con la mirada perdida y los labios como colgados, babeando... no dudes, dijo. y acabando de decir esas palabras, cogió una daga, cortándose la garganta, chorreando su sangre por todo su cuerpo, por todo el taller. lo dejé desangrarse mientras la gente que miraba los escombros y a mí, seguía su camino, como cualquier cosa, hasta quedar todo cuanto veía rojo. traté de acercarme a mi amigo pero este ya no estaba. ni su sangre ni su voz, ni sus huellas... otra ilusión, pensé, mientras todo volvía a colorearse nuevamente. seguí limpiando el taller hasta que se hizo de noche y mientras apiñaba los restos del taller, volví a respirar, una vez, luego otra y otra y otra hasta que sentí que todo volvía a ser como debía de ser, y como cualquier cosa... sí, así fue...


san isidro, julio de 2008

Tuesday, July 15, 2008


tenía todas las fotos sobre mi mesa, sin embargo, no encontré la que buscaba. las volví a revisar pero igual, nada. llamé por teléfono a mi hermana si tenía una que otra foto de mi padre pero no tenía tiempo para buscar. le pedí si podía ir yo a buscarla, y me dijo que ya eran pasada la media noche y, si no estaba borracho. colgué. empecé a pasearme por todo el cuarto y de repente me detuve frente a la ventana que daba a la calle porque escuché disparos. me acerqué y vi a un tipo mayor de edad con un rifle disparándole al cielo. no dejaba de disparar y yo pensaba que de un momento a otro vendría la policía y se lo llevaría. de pronto, el tipo apunto hacia donde estaba yo y no supe qué hacer. iba a esconderme pero me quedé congelado. ¿qué me miras?, preguntó. por qué no sigues buscando tus fotos y me dejas matar a una que otra estrella... no supe qué decir y salí de la ventana para hacer lo que me decía. apenas toqué las fotos encontré la que buscaba, y que había buscado desde la mañana. iba agradecerle al tipo pero cuando salí de la ventana no había nadie. miré las estrellas y no encontré una sola... las ha matado, pensé. cogí la foto de mi padre, le puse un marco y lo puse encima de mi escritorio, luego, me puse a escribir un cuento acerca de mi padre y de los locos que buscan fotos de sus muertos...

iba bien la cosa hasta que alguien tocó la puerta de mi casa. miré por la ventana y nada, no había nada... iba volver hacia mi escritorio cuando escuché que alguien hablaba por la puerta de mi casa. me acerqué y escuché la voz de mi padre y la del tipo que hacía poco estaba matando estrellas. me fijé por la ventana y nada... desvarío, pensé. me dije que mejor me echaba a dormir y así lo hice y apenas estaba conciliando el sueño sentí que dos manos cogían mis pies. me levanté pero no vi nada, nada de nada. fantasmas, pensé. me senté frente a la foto de mi padre y empecé a rezar como si fuera mi santo. fue extraño, apenas estaba rezando quedé dormido como un perrito, enroscado en las patas de mi escritorio... sí, soñé con mi padre y este me decía que no debía desvelarme, podría enloquecer o, volverme un genio...


san isidro, julio de 2008

Wednesday, July 09, 2008

mañana o nunca


podría cambiar mi vida mañana, cuando enfrente la realidad de que soy un pericote viejo, un tipo que ha fracasado y que no se arrepiente porque hizo su mejor intento, aunque ello sea propiedad de los mediocres, de la gran mayoría. podría cambiar mi vida mañana, pero, qué importa si todo cambia, tal vez mas temprano o mas tarde, en verdad tan solo deseo la paz, la total paz luego de tanto dolor... hubiera no existido, pero ya estoy vivo, hoy, solo hoy, solo hoy existo... mañana, no existe, tan solo el ahora y ese cuadro donde se cruzan existencias sobre este mundo tan bello... sí, mañana o nunca, es lo mismo. lo real siempre es ahora y ahora escribo... mañana, el mañana está lleno de sentimientos, anhelos, angustias, etc... el ahora es todo lo que tenemos... y, eso es lo que único que tenemos...

san isidro, julio de 2008

Monday, July 07, 2008

no entiendo


le vi echado en el piso, boca abajo... dos gendarmes le tenían apachurrado como un perro, un ladrón, y, en efecto, eso era... ¿es su auto?, me preguntó uno de los gendarmes. sí, respondí. me dijeron si le faltaba algo... revisé el auto y todo estaba en su lugar. me contaron que encontraron al ladrón dentro de la camioneta, con una arma punzante y con esa pinta de todos los ladrones. lo apiñaron y lo pusieron en el piso. llévanos a la central, dijeron. los llevé y vi cómo apaleaban al pobre ladrón. pensé el por qué no lo soltaban si no había robado nada. me contestaron que bastaba el hecho de la intención y el de encontrarse en situación para ser arrestado. callé y firmé mi declaración, mientras miraba al muchacho de no mas de treinta años. era alto, pelo negro y corto, mal vestido, rostro angustiado y unos ojos que se cruzaron con los míos, pero en ellos no había mas que vergüenza y dolor. quise decirle algo pero no me salían palabras. miré sus zapatos y estaban lleno de cortes y con los pasadores sueltos. antes de irme volví a fijarme en él y vi que volvían a golpearlo si piedad, mientras este no decía ni se quejaba de nada... bajé la mirada y seguí mi camino... no lo entendía…

por un instante quise ser el ladrón. llegué por la noche a mi casa y me eché a descansar y a imaginar ser el ladrón. le vi encerrado, llorando, gritando mudamente su desgracia... mirándome, jurándome venganza total... le vi conversar con varios como él y decirles su historia, que era la primera vez que estaba en la cárcel. lloraba por las noche y pensaba en si hubiera conseguido llevarse mi auto... nada de golpes, nada de nada, tan solo llevar el auto al garaje de desmantelamiento y cobrar lo que debía. volvía a su casa y gozaba el dinero con su mujer. tomarían largo durante el fin de semana y luego, olvidarían todo... pensaría que debería volver hacerlo, pero, mas adelante... recordaría al tipo robado. y sí, aún lo recordaba bajando del auto, con sus bolsas y esa cara de paz que no había visto jamás... sí, era una pena si le hubiera robado. que lindo hubiese sido si tuviera trabajo, un lugar para compartir, pero jamás tuvo la oportunidad... todo fue golpes, golpes, hambre, miseria desnuda... el tiempo pasaría y quizá un día, ya mayor, encontraría al tipo de robo, a ese tipo con el rostro mas pacífico que hubiera visto jamás... seguiría su paso y no volvería la mirada... sin importarle mas nada, tan solo unas gotas de inconciencia… y una total falta de interés en entender…

desperté siendo nuevamente yo mismo y bajé a tomar un poco de café y a volver a escribir. era una buena idea, pero lo dejé para otra oportunidad. salí a trabajar y todo cuanto pasó fue muy malo, pero siempre encontraba una salida a todo. mis padres aún seguían vivos y mis hermanos me querían... una tarde bajé de mi taller y mi auto no estaba. lo había robado. no entiendo, pensé, qué he hecho para que ocurra este incidente. pasaron los días y jamás volví a ver a mi auto. no lloré pero lamenté mi desgracia. una tarde, ya con el ánimo en el piso fui notificado por el intento de hurto. fui y di mi declaración. pregunté por el muchacho y me respondieron que estaba aún en la cárcel. ¿por qué?, pregunté, si no me llegó a robar nada... es que, me dijo la jueza, no tiene abogado... le dije que ya no tenía auto, y, por lo tanto, no existe prueba del delito. me miró y no dijo nada... se limitó a llenar sus papeles y yo a recordar a mi auto y a ese muchacho encerrado por algo que al final me sucedió... y ambos, aún no lo entendemos...

san isidro, julio de 2008

Sunday, July 06, 2008

miradas


siempre me gustó ser un gigante...
no supe el por qué
nunca pude serlo
quizá sea un regalo
jamás abierto por mis manos...

las cosas suceden sin permiso de nadie
la vida es una carga
apenas abrimos los ojos
saliendo de un largo sueño...

me gustaría ser muy grande
y coger
con mis manos
el cielo
las estrellas
un avecilla
un manzano lejano
un sueño escondido

y si no es posible
mejor
me echo
cierro los ojos
y me pongo a volar
con mis alas de papel
y mi alma impresa en un poema...


san isidro, julio de 2008

Thursday, July 03, 2008

FUENTES DE PODER


estaba en un estado laxo. creía que todos mis anhelos podrían ser reales mientras escribía sus líneas. la noche llegó y aún seguía en mi vigilia de línea tras línea, sonriéndole a la página, a la pared, a las fotos queridas, a esa planta que aún no está en mi cuarto pero que sería lindo que estuviera... me detuve un momento para ir al baño. cuando salí estaba mi imagen sentado, escribiendo, laxo. me puse a su lado y le miré cada uno de sus gestos, cada uno de sus dedos que no cesaban de tocar la PC escribiendo línea tras línea. todo estaba en silencio cuando decidí tocar mi imagen. apenas me toqué, caí al sueño profundo y en ese sueño, pude conversar con mi imagen, solitaria como yo mismo. hablamos de nuestros anhelos, sueños, tristezas, todo, todo... desperté sentado en el baño. me quise levantar pero mis piernas estaban acalambradas. con suerte me arrastré hasta llegar a mi escritorio pero no había mi imagen, tan solo muchos textos escritos por él. el día se asomaba y fui hacia el espejo y me miré la cara. sí, era mi imagen, fidedigna... toqué el espejo, le grité, besé, masturbé, y luego, seguí fluyendo en la inercia de mis responsabilidades, hasta que llegara la noche y empezara a vivir pero de otra manera, quizá, mas intensa...

san isidro, julio de 2008