Wednesday, April 30, 2008

apagón


la luz de la casa se fue. y eso que había pagado hacía una semana la factura, pero, no sabía qué era lo que pasaba. miré por la ventana si los demás tenía luz, y sí, todos la tenían. así en oscuras pensé que algo raro pasaba con los plomos y bajé con una linterna a ver el interruptor. todo estaba bien, todo, pero, no tenía luz. llamé por teléfono a la compañía de luz para entender qué ocurría. me dijeron que unos cables estaban rotos y que era solo mi casa la única en toda la zona que salió afectada. pregunté cuánto tiempo va a durar esta falta de energía. dijeron que no sabían pero que me iban a llamar. corté y me fui a dormir. tuve muchos sueños y todos con gente desconocida, pero, todos me miraban como a una cucaracha... sentí como me trataban de pisar y yo huía de una pared a otra. por suerte tenía alas o unas grandes patas como si fueran resortes que llegaba hasta el techo de un cuarto todo de color rojo... ¿tendrá algo que ver el rojo con mis sueños? ¿sangre? ¿muerte mía, de mi madre...? tantas cosas pensaba y mientras soñaba mis dientes rechinaban como las ruedas de un tren frenando ante los rieles rotos... desperté y aún estaba oscuro. encendí la luz, pero nada... cogí mi linterna y fui a buscar agua... subí hasta llegar a la cocina y cogí una botella de agua. la tomé y calmé mi angustia. bajé a mi cuarto cuando de pronto todas las luces se encendieron. salté de alegría y fui a ver si había luces en las demás casas, nada, todas estaban a oscuras... miré mi reloj y eran las doce y media de la mañana. qué raro, pensé y volví a llamar a la central eléctrica. me dijeron que se había roto los demás cables eléctricos al arreglar el mío. colgué y sentí que mi suerte era extraña. apagué las luces de toda mi casa y me acosté. esta vez tuve sueños extraños: yo era un gigante que aplastaba a toda una comunidad de gente con los cuerpecitos de cucarachas y las caras de personas que jamás había visto, pero, extrañamente sentía placer al hacerlo... desperté y ya era de día. probé la luz y aún seguía con ella... me levanté y seguí viviendo en este mundo extraño pero tan querido...


san isidro, abril de 2008

Sunday, April 27, 2008

poemas inhumanos


llegué a casa de mis padres
allí estaba la tía chepa,
la perra Laica
y ese mover de puerta verde
que no cesaba de jalarme a un pasado
lleno de fiesta
de gente que es puro polvo
mientras el canto de un radio
los hacía bailar como druídas...

abrí la puerta de la cocina
aún olía a carne,
pollo frito,
arroz con choclo...
pedí a la negra una poca
después en la mesa, respondió...

vi las fotos en blanco y negro
me vi a mí...
niño viejo
con ese aire perdido
de los inocentes tiernos
limpié mis cuadros
y lloré para adentro...

vi una puerta abierta
y sin despedirme
escapé de la casa...

mientras me alejaba
escuché la oscuridad de la casa dejada,
el frío de sus paredes sucias
y ese aire húmedo y pesado
que rompía todo el alma de la mía...

seguí perdido
entre millones de almas
rumbo a la nada,
a la nada de un momento
en que mi vida vale todo,
esparciéndose cada uno
de mis latidos
por los cielos y los mares
en el canto de un poeta...

esos domingos...


tengo que recoger a mi madre de la iglesia. ella ora como una buena sierva, de miedo a que todo lo que suceda no tenga las bendiciones y los sueños de ella. debo de estar atento a cuanto suceda duante este día. debo mejor olvidarme de todo y ser feliz como mi perro cuando corre por las mañanas... debo, debo, mejor, no debo nada aunque el Sol me caiga por el cuello y los perros dejen de ladrar y las noches sean claras, y así se duerme mejor, sin soñar, despierto y con los lamidos de mi perro y las oraciones de mi madre que debo de recoger, como todos los domigos, como esos domingos en que el Sol dice que ya fue suficiente, suficiente para el día soleado...

Wednesday, April 23, 2008

instantes


la cosas iban perfectas. la gente no dejaba de respirar, respirarme... era una gota entre la mar de miradas. vivía eternamente y ese soplo que subía hacia la eternidad no cesaba de alegrarme, liberarme... era un ser lleno y satisfecho, y, con algo tan simple como era el aliento. cerré los ojos ante esos momentos infinitos y decidí ser feliz el resto de mi viaje por la existencia carnal. ¿más allá qué hay?... no lo sé, pero, este sentimiento de alegría me hace sentir que hay mas, mucho más, tanto más que jamás podré entender, pero sí sentir esta alma que va y viene como este aliento, como las olas de la mar, como todo aquello que vibra en cada instante de este vivir, de este morir, vivir y morir, vivir y morir por siempre...


san isidro, abril del 2008

Tuesday, April 15, 2008

mortis


ella está esperando
en la nada de un silencio
en la noche vacía
en mis ojos...

la sigo donde sea
es mi eterno descanso
para un alma
que no tiene inicio
ni final

es tan tarde
mas
ahora
pienso en mi vida
como un niño la mañana...

veo tanta gente
respirando
como todo ser animado...
las veo y siento tanto que
ruego por mi sombra
un eterno descanso...



san isidro, abril del 2008

Monday, April 14, 2008

mi amigo...


tengo un amigo que amo...
jode y ladra como un perro
hasta me grita: ¡resignado!
pero
es mi viejo querido
y le quiero mas que a un perro
aunque piense lo contrario

la tarde se llena de oro
y las deudas pesan duro
debo hacer algo en la vida
para no se un resignado...
o mi amigo viene
y grita:
¡eres zombie!

aun así
el tiempo borra todo
menos este largo sentimiento
que siempre guardo dentro...

espero verle pronto
porque
es mi amigo
y le quiero como a nadie...

Sunday, April 13, 2008

Historias de Belleza


siempre que la miraba, lloraba...
no sabía qué era
qué nombre tenía…
tan solo lloraba de alegría
al sentirme amado
por la belleza
escondida
en los ojos
de cada persona
que abría su alma
por el Sol de su alegría...

nunca quise ser nada importante
tan solo quería mirarla
con toda mi alma...
y cuando me hablaba, miraba,
lloraba de alegría...

y esta noche hermosa
en que miro hacia el cielo inmenso
veo su ojo plateado
en la luz de la Luna,
en la estrella perdida,
en los sueños de un niño
buscando la belleza escondida...

salgo como siempre a la calle
y los lamidos de mi perro me dicen
que soy el hijo de la noche
y que toda esta alegría
que brota de mi alma
es el canto escondido
de los mundos y los sueños
cuando lloran
por la belleza escondida...

visitas paralelas


después de una tarde llena de impresiones, volví a casa de mi madre. en la puerta me esperaba mi perro. entré y ella me esperaba... límpiate los pies, me dijo. lo hice y entré para darle un beso en la mejilla. siéntate y come tu cena, dijo mi madre. vi el comedor y no había nada sobre ella... aún así me senté e hice como que cenaba. gracias mamá, estuvo buena la cena, le dije. siéntate y toma un café caliente. hice lo mismo y puse mis manos sobre la mesa, mientras veía a mi madre echada sobre una cama pequeña, cubierta con una sábana color blanco. sus manos estaban pálidas, sus ojos cerrados, sus cabellos estaban como la nieve pero escasos y su voz parecía venir de otro lado, como de todas partes... pensaba en la gente que cruzaba la calle y que veía a través de la ventana de casa, y sentía que todo el mundo seguía sus propios caminos, ya sea, cenando, andando, muriendo, viviendo... me levanté y volví a darle un beso en su mejilla. adiós madre, le dije. no contestó. me levanté y fui hacia la puerta de casa. ya estaba saliendo cuando escuché su omnisciente voz: cierra la puerta, con seguro. lo hice y salí a la calle. allí estaba mi perro, famélico, viejo y con pelusas en vez de su antiguo bello pelambre... le rasqué la cabeza y cuando me alejaba sentí la angustia en el alma, mientras veía la gente cruzarse en mi camino. los había de todo. los buenos, malos... la infinita dualidad cruzándose en mi vida, y no pararía hasta volverse un solo punto negro, lejano, allí donde dos rectas se unen en la eternidad... sonreí al entender la existencia mientras lágrimas caían por mis mejillas...

san isidro, abril del 2008

Sunday, April 06, 2008

guerras


como treinta ancianos caminaban por el fango. eran guerreros, restos de gente perdida, marchando, huyendo, lo que fuera pero siempre buscando un atisbo de claridad en medio de aquella oscura y verde realidad del boscaje. el sonido de aves, y el gemido de una bestia los hizo detenerse... hicieron una ronda, echados, y esperaron como parte de un todo por aquella ambrosía natural de defensa. todos se miraban los ojos, y cuando caía la negra noche, escucharon los pasos de un ser humano... nadie le vio pero sintieron su aliento y el ruido que cargan las bestias heridas. es una mujer, pensó uno de los viejos. soltaron los músculos e imaginaron las piernas de una mujer. uno que otro sonreía, esperando un claro en aquel lugar. de pronto, los pasos se detuvieron. todos miraron hacia el lugar en donde el sonido moría y vieron un par de ojos brillantes como lunas. ¿qué es eso?, pensaron. no pudieron pensar mucho mas, pues, al poco rato, aquellos ojos empezaron a crecer a la velocidad de la luz, hasta volverse los rayos del Sol. el sonido de que el mundo se acababa y la luz mojó aquel lugar, abrieron los ojos y cuerpos de todos los ancianos, dejando regados ríos de sangre y restos de huesos y carne chamuscada. fueron un par de bombas que lanzaba el enemigo. todo aquel boscaje fue incendiado. y cuando llegaron los enemigos, vieron una treintena de restos de ancianos y trapos quemados. son viejos, pensó el muchacho vestido de verde, cargando un moderno equipo de lanzallamas. se paró y con el resto de jovencitos, siguieron adelante, en busca de mas enemigos, de más cuerpos iguales a los suyos, pero de lengua distinta y costumbres casi iguales... aunque, al poco rato, todos los jóvenes guerreros vieron a una linda muchacha andando con una cesta llena de rojas manzanas. sonrieron y la siguieron hasta llegar a una explanada. la vieron bajar hasta ocultarse bajo un viejo árbol. todos pensaron en sus bellas piernas cuando vieron una lluvia enorme que caía de cielo dorado. ¿qué es eso?, pensaron todos, cuando sintieron en sus cuerpos, cientos de dardos envenenados que se les incrustaban en todos sus cuerpos. no quedó uno solo cuando de lo alto del árbol, una gran cantidad de chicas bajaban. vieron los cuerpos de los jóvenes guerreros y con una antorcha quemaron el resto de sus cuerpos… luego, todas las chicas volvieron al bosque, antes, buscaron el río para darse un baño de todo el hollín impregnado en sus bellos cuerpos…


san isidro, abril del 2008