Saturday, July 28, 2007

BERNARDO Y BERNARDA

ambos caminaban frente a frente. uno era hombre y el otro mujer. hermanos de sangre. primero nació él, luego, ella. sus padres los dejaron de niños, en dos cajas de zapatos, en un auspicio, con una nota: uno se llama bernardo, y la otra bernarda. y así se llamaron estos hermanos gemelos, pero no mellizos. ambos estudiaban, peleaban por las mismas causas hasta que vino la guerra. ella quedó en la ciudad como enfermera, luego, doctora, y por último, como directora de la cruz roja. mientras que el se hizo soldado, luego fue herido, capturado por los enemigos, encerrado por años y años, en una de esas prisiones que eran para cinco pero vivían, dormía, cagaban veinte.

la vida de amos, cambió, a pesar que siempre se pensaban, soñaban, y, conversaban todas la noches, en plena oscuridad. ella, mientras caminaba por una acera, mirando hacia el cielo. veía un ave volando por la noche y sentía que era su hermano. le hablaba, le contaba todo, que estaba muy bien, que la habían ascendido, y que estaba casada, esperando un bebé. el padre era un doctor americano y deseaba llevársela a su país... mientras que él, miraba por las noches, a través de los barrotes, ese cielo negro, poderoso, húmedo, pero, tan como un teléfono, su mas leal amigo... pues, escuchaba a su hermana. le decía que estaba bien, que aunque el hambre era terrible, pronto saldría de su celda, pronto, y que deseaba conocer a su marido, y que sería muy bueno que fuera a otro país.

ella se fue con su marido, dejando a su hermano encerrado en los campos enemigos. por suerte la guerra terminó, y nuestro bernardo pudo salir. estaba débil, enfermo y con grandes esperanzas. a todo el que le preguntaba qué haría, este les contestaba que américa sería su próxima parada. bernardo se curó, y trabajó mucho para juntar pasaje y viajara a la américa. luego de un tiempo, escuchó la voz de su hermana, bernarda. esta le decía que a pesar de sentirse amada y de tener un hijo cuyo nombre era bernardo, se sentía sola... no, no te sientas así, siempre estaré a tu lado, tan solo hay miles de kilómetros que nos separaba pero estamos unidos, unidos hasta el fin de tus días, y muy pronto, podré conocer al pequeño bernardo.

ella enfermó, y bernardo lo supo en el mismo instante. pudo viajar y llegó a la américa. siguiendo su instinto encontró a su hermana. estaba gravemente enferma. apenas se vieron, hubo un gran silencio en todo el cuarto. todos se apartaron. los hermanos volvían a estar uno al lado del otro. ella murió, llena de amor pero murió.

bernardo regresó a su tierra y mientras viajaba en el barco, veía una estrella en el cielo, y le hablaba: bernarda, vuelvo a nuestra tierra, vuelvo a llevarte a mi lado... pasaron un mes y el barco llegó a su tierra natal. apenas llegó, bernardo contrató a una persona para que lo matase, y luego, lo enterrase en un hueco al lado del bosque. consiguió ayuda y bernardo murió.

cada noche, cuando pasan por la calle de los hermanos, se escuchan pasos, y risas, y una mano como quien quiere llevarte de nuevo a casa... yo no creía esta historia hasta que pude ver en el cielo el rostro de dos muchachos. uno era de hombre y la otra de mujer. no me quedó duda. eran los hermanos... unidos mas allá de la vida y la muerte. supe que el silencio es poderoso, se escuchan todas las verdades...


san isidro, julio del 2007