Wednesday, October 31, 2007

anhelos


Me hubiera gustado ser escritor, de esos que salen en los diarios, en las notas y que sus letras siempre son editadas en libros muy bonitos, pero no, no tengo esa suerte. Trabajo para vivir y comer. Soy un fracasado. Nunca supe lo que quise. Amé siempre en lo que me metí, pero ahora en que los años pesan tanto como el muro de los lamentos, dudo de mi vida. Si es que el éxito ha huido con los que cargan estrellas al nacer en el iris de sus ojos, no lo sé, ni siquiera creo que pueda averiguarlo. He vivido mediocremente. No tengo hijos ni mujer. No soy maricón, ni siquiera me gusta parar en grupo de hombres, prefiero andar solo…. Me gusta escribir y tener sexo cuando el creador o las coincidencias lo permitan. Ya sé que mi vida es como una moneda al aire. Es así. No me importa lo que venga, no le temo al futuro. Pero, tengo que escribir, es lo bueno de mi vida. Escribo sin parar una noche, ya desde cerca de cincuenta años. Mis padres, amigos y hermanos me miran y sienten pena por mi vida. Piensan qué será de mí, y les comprendo. ¿Qué será? Ni lo sé ni quiero averiguarlo. La vida y la muerte sabrán en qué momento lo averiguaré. Por ahora leo y escribo menos. Trabajo en mi laburo, y casi gano para comer y una que otra vez compro un buen libro. Me gustan los de tapa dura. Los guardó y me pongo a leer un par de hojas. Luego, los dejo en uno de los anaqueles que tengo por mi casa. Me hubiera gustado ser escritor, pero ya lo vez, escribo sin saber si algún día me publicarán… Lo mas seguro es que no, ¿qué otra cosa buena o mala puede sucederme? Dicen que todo es una ilusión. Es verdad, pero cuando estoy encima de un pubis y mis dedos tiemblan como arpa frente a sus vellosidades… me encanta sentir que vivo un instante en que siento que la tierra está para escucharme y el viento para hablarme. Soy eterno ese perro instante. Mis dedos se echan en sus manos y la voz imposible descarga sus balas sobre cada una de mis ilusiones. Me paro de mi escritorio y salgo a laborar. Y en todo el viaje veo a través de la ventana del tren, caras, muchas caras de todos los colores y esos ojos sin brillo como muertos en fila india, rumbo a los quemadores... Es así. Las noches tienen algo que decir, y lo cuentan tan bajito que sólo mi alma y corazón lo perciben. Espero siempre, y aunque sigo en el mismo lugar, espero, siempre espero, espero a que todo salga bien y que mis letras algún día o noche, sean leídos, escuchados, amados, porque, lo hice siempre con el corazón en los dedos…



San isidro, octubre del 2007

otro poema


decido que la tierra sea madre
con sus hojas que acarician este aliento,
y sus bichos que miran a destiempo...

decido vivir
otra vez,
otro día,
noche,
momentos sin trajes del ahora...

hay tanto que decirte, vida
qué sincera es la noche frente a mí...
podría ser una parte de ella,
mas este tiempo
que encadena mis momentos
tiene un idilio con los bichos,
los mares y los libros
que destilan sentimientos sin alas...

por ello, comprendo
cuando sientes el vacío,
ese ahogo,
esas manos etéreas que aprietan la garganta...

y si algo queda por contarte
escucha para siempre
que todo es un momento
respirando lo mejor,
la magia de cada bicho...

escoge lo mejor
te lo pido yo
mientras siento que esta noche
tiene hijos para mí...



san isidro, octubre del 2007