Sunday, September 30, 2007

viejos edificios

me había fijado en la gente y olvidé que gente vive dentro de estas moles de concreto, cemento, fierros... pensé en la gente y en mí. en la gente sobre todo o en gente que labora en estos lugares en donde la vida se les achica día a día, noche a noche. sí, es así, como cuando veo una hormiguita apurada en busca de su hormiguero...



no le debía nada a mi amigo que vive en uno de estos lugares, pero sentí irle a visitar. toqué el timbre y salieron otras personas. pregunté por mi amigo y respondieron que estaba muerto hacía mas de veinte años... ¿y ustedes son sus familiares?, pregunté. no, respondieron, somos sus vecinos. vimos la casa deshabitada y nos metimos, nada mas... me despedí y vi una foto de mi amigo en una mesita. les pregunté qué hacía esa foto. respondieron que era una foto bonita y que les gustaba que estuviera así... adios, le dije. adios, respondieron...



no quería salir pero salí y vi mas edificios de tantos colores y llenos de problemas. no sé por qué entré en uno de ellos. toqué el timbre y le dije a esa mujer. ¡te amo!. me miró y tiró la puerta en mis naricez, al rato vi que un negro salía tras de mí con un machete. corrí y no me detuve hasta llegar a mi cuarto...



es bueno ser feliz, encontra soledad en su cuarto. saludar a la personas y cantar una melodía feliz mientras camino, pero al ver estos lugares, siento que ellos son mas grandes y felicez que yo, y, que debo callar porque pueden abrir sus bocazas y escupir personas tranquilas por las puertas o balcones o ventanas... es mejor callar. es mejor caminar y silbar en silencio, para mí, sólo para mí...



una vez que entre en una casa de esas, juro que nunca mas saldré de allí, aunque soy tan voluble que es seguro que salga casado, con hijos y con una historia bajo la ruma de pensamientos y sueños...

SE ESCUCHAR


me habían contado tantas cosas de mi hermano que cuando le vi supe que mis días serían diferentes. era hijo de mi padre con otra señora. era menor que yo por cinco años, pero, era muy especial. había viajado mucho. conocía medio mundo, pero, era pobre. mi padre murió, y su madre también. no tenía mas familia que yo y mi madre. tenía la cara de su madre, así me lo contó mi madre. mas alto que yo y sus ojos eran azules. dicen que su madre era alemana, rubia y muy inteligente, era antropólogo. mi padre nunca supe qué era lo que hacía, pero mi madre me contó que era fotógrafo. y bueno, allí estaba este jovencito de quince años. lo recibimos en nuestra casita que era una departamento en el octavo piso de un antiguo edificio con tres piezas mas cocina y baño. me saludó con cortesía. a mi madre le dije mamá. y luego entró a casa con varias maletas y una carta de mi padre para mi madre. nunca me lo mostró, pero cada vez que recuerdo el rostro de mi madre, cayéndole cinco lágrimas exactas, gordas y solidas como el cristal, me pongo triste pues nunca conocí a mi padre. mi hermano me mostró sus fotos. era un tipo bajito, como yo. medio aindiado como yo, calvo, o, muy poco pelo. en fin, un tipo común y corriente. mi hermano me miró y me dijo que quería contarme algo. me habló de su madre, de mi padre, de los países que había conocido y de sus sueños y anhelos... quería ser médico.

el tiempo pasó y todo cambió. mi madre obtuvo un negocio de buena fe y lo elevó por los cielos. mi hermano y yo tuvimos buena educación y nos mudamos a otro lugar. mi hermano estudió para ser médico y yo, por mas que intenté estudiar algo, en todo fracasé. mi hermano se casó con una chica acomodada y yo no tuve suerte en el amor. era demasiado tímido. lo mas extraño era que mi madre se sentía muy orgullosa de mi hermano, y de mí, nada. tuve que ayudar en el negocio de mamá que se trataba de la venta de colchones, y así pasé la vida hasta que mamá dejó el negocio en mis manos... lo de siempre, quebramos. no servía para nada, en cambio mi hermano era toda una eminencia y venía casi una vez por semana a saludar a mi madre trayéndole cosa o detalles y dinero. mi madre lo adoraba... en fin, me sentía muy mal...

una mañana en que salía a vender colchones para otra firma me encontré con mi hermano en la calle. le saludé pero él no me contesto. supe lo que era el desaire. no le conté a mi madre de esto porque no me iba a creer. seguí laborando hasta que una tarde en que llegué de la calle encontré a mamá enferma. la llevé a emergencia y la atendieron inmediatamente. mamá murió al rato de un infarto. no sé por qué no lloré nada, era como si lo desease. mi hermano estaba de viaje en otro país y no se enteró hasta que enterramos a mamá. vino con su ramo de flores y sus lentes oscuros junto a su bella esposa y sus dos hijas... me saludaron y me dieron sus condolencias... y luego, se fueron. nunca mas los he vuelto a ver...

en estos días sigo laborando con la venta de colchones y ya siento que quisiera morir. mi vida no tiene sentido. no creo que nadie me vea si muero, soy invisible o peor aún... no lo sé. sigo caminando hasta que una tarde vi a mi hermano sentado en su precioso auto, en la puerta de mi cuartillo. le pregunté qué le ocurría. me dijo que se sentía muy solo... ¿solo?, le pregunté. me miró y vi que le caían cinco lagrimones casi como dos huevos de cristal... le abracé y le dije que pasara. entro a mi cuartillo y me contó sus problemas. lo de siempre. tonterías de gente del mundo que no acepta su soledad. le escuché por horas hasta que quedamos callados por mas de diez minutos. se paró, me abrazó y se fue... nunca mas lo he visto.

ahora ya no trabajo. me siento en una banca y me he puesto un letrero en el pecho: SE ESCUCHAR. mucha gente viene y me habla por horas, les escucho y ellos me miran como si hubieran dejado todo su mal en mis ojos... se paran y me dejan unas monedas en mi bolsillo. he visto y visto mucha gente que llora, que ríe, que grita, que gimen, que odia, etcétera. y nunca he visto cinco lágrimas como los de mi madre y mi hermano... luego me paro y camino a mi cuartillo. entro y cuenta todas las monedas. las guardo y me acuesto. antes, me pongo a escribir todos los nombre de las personas que ha sido escuchadas... son tantas que tengo mas de veinte cuadernillos con nombre, apellido y edad...

es extraño. desde que he realizado este acto, mis sueños son dulces así como cuando se ve el arco iris...


san isidro, septiembre del 2007

Saturday, September 29, 2007

inmortal



decido ser inmortal, pero, solo por hoy, mañana no. el mundo es como un huevo, de esos que se fríen en la sartén. me gusta que sea de esa manera, con ejemplos simplones y sin nada que ver... la madre de mi madre le decía que siempre habría que mostrar los dientes, o sonreír. por ello mi madre y cada una de sus hermanas tienen los dientes blancos y completos. y sólo sonríen cuando hay ganancias en dinero o poder. les gusta mucho ambas cosas.


cuando nací, mis padres sintieron pena por mí. ¡qué feo!, gritó mi padre o, disimuládamente se expresó. dicen que lloré y casi muero. me puse morado hasta casi no suelto el aliento si no fuera porque vi derramar una lágrima a mi madre. lloraba por mí. eso fue suficiente. grité con toda mi alma y le respondí a mi padre que nada era para siempre... nada excepto la muerte.


mas calmo voy camino a leer un poco. hubiera querido una mujer en mi cama, que mis dedos tocasen su desnudo cuerpo, pero, no es así... mi cuarto está solo, como casi toda mi vida. muchas veces han dormido mujeres, pero siempre las he visto ajenas a mí. me gusta que sea así. puede que cuando sea otra vuelta inmortal la vida sea de color y halla canción en cada uno de mis hálitos...


un pez salió de un río. le miré moverse como si aplaudiera con su cuerpo. le miré y con mis manos le puse al río de vuelta. este se fue así como se van la palomas enjauladas de mi casa... abrí todas las jaulas y no quedó una. todo estaba libre, menos yo. pensaba que no tenía alas ni aletas ni branquias para nadar. no, no era así. nunca estuve vivo ni muerto, tan solo eran imágenes de un largo y solitario sueño de un niño recién nacido del vientre de todos los sueños... sí, así fue y así sera, como un inmortal...



san isidro, septiembre del 2007

Volví a escribir: Magia



Hubiera podido irme a ver una película, pero decidí que no. Cogí mi mochila, mi cámara y caminé hasta llegar a la primera casa en que viviera cuando llegué al mundo. Toqué el timbre. Salió un niño de cuatro años. ¿Si?, preguntó. Yo nací aquí, le dije. El niño me miró a los ojos y por un momento sentí que ese niño era yo, y que él estaba mirando a un extraño, una visión, o un cuento de niño... Adiós, le dije y yo mismo cerré la puerta. Al poco rato observé que una señora y un señor (sus padres quizá), salían a buscar o a ver de quién o de qué se trataba. Me escondí. Saqué mi cámara y disparé. No se dieron cuenta porque todos ellos estaban de espaldas, menos el niño que me miraba a la distancia, como quién ve una estrella fugaz... Volví a enrollarme como una culebra, pero abrí desde mi sitio los ojos y noté que el niño no me acusó. Al poco rato, todos entraron a la casa y yo salí del escondite. Antes de irme me fije en una de las ventanas. Sal, pensé. Y vi que la ventana del segundo piso se iluminaba, y salía el rostro oscuro del niño a mirar, como quien ve una estrella fugaz... Ese niño, el mismo que era yo hacía más de cincuenta años atrás... soñaba, visionaba, o escribía una historia que dejaría en el baúl de la inconciencia. Sonreí y disparé otra foto, directo hacia la ventana con el niño. Luego, fui caminando hacia cualquier cine... Entré, me senté y apenas cerré los ojos quedé dormido toda la película. Un hombre me despertó. Me levante y fui caminando hacia mi casa. Abrí la puerta y subí las escaleras. Todo estaba en silencio mortal, menos mis pasos y mi aliento. Magia. Vivir era eso, y el recordar era otro milagro, y escribirlo una canción... Miré las fotos tomadas y las borré. No quería más sueños, ilusiones, historias escrita. No quería más que magia, y algo más que escribir, nada más...



Lince, septiembre del 2007

Friday, September 28, 2007

algo que recordar siempre

imágenes que pasan por mis ojos. me gustaría saber de sus vidas, de sus nombres. si son felices o no... ¿qué pensarán de este loco que roba estas imágenes... les miro y me digo que en cada parte de este universo y sobre todo, en este pedazo de tierra, hay belleza...

los chicos de estos tiempos no piensan mucho. cogen lo que gustan o lo dejan pasar de largo. estos chicos jugaban con su equipo móvil. envidié su juventud. ellos no se fijaron en mí. les pensé y les imaginé llegando a sus casas. saludar a sus padres y pensar en lo que harían por la noche. cogerían sus móviles y halarían del futuro... es seguro que seria de color brillante y oscuro, hermoso, así como cada una de sus ilusiones... sí, seguro que sí...

una mujer de treinta años. labora recogiendo lo que otros echan. iba a decirle una palabra pero ella seguía en sus pensamiento, en sus sueños, en la tarde que estaba por llegar, en sus hijos, esposo, madre, hermanos, en todo menos en la basura nuestra de cada día... iba a saludarla, pero la dejé con sus pensamiento... olían muy bien y todo salía perfecto... todo.

un lugar de esos que se trabaja, come, caga, duerme y más... imagino que un perro llega, orina, caga y luego, sigue su camino. llegan hombres de sus trabajos. llegan y con sus ojos puestos en el futuro, piden una cerveza. y así, olvidan su realidad, aunque viéndolo de lejos, es hermoso para todos, menos para aquellos que sienten las paredes y puertas de este lugar lleno de eso que no deseamos ni en sueños... seguro que un hombre saldrá y dirá, así es la vida... seguro que es así, pero no del mismo color, forma ni olor... seguro que es así...


llegué al taller y una ruma de problemas cegaron mis visiones. me empotré en todo y seguí laborando y recordé mi suerte. pensé si alguien estaría tomando una de mis imágenes. le diría si me preguntase que era feliz, sí, seguro que sí.



negro

Le vi, era negro, aunque sus luces, una vez abierto, iluminaban mi momento, tal como un niño. Jugué muchas horas al Internet. Llamé a mi hermano en París, a mi hermana en Barcelona, etc. Le miré nuevamente. ¿Nos vamos?, le dije. Salimos juntos del trabajo. Me senté en un café de la ciudad. Le puse junto a mis libros. Saqué una hoja y escribí un poema, luego miré mi aparato negro. Lo abrí. Sus lucecillas me hipnotizaban. Me sentía un niño, y, era así. Enjaulado en un cuerpo, entre barrotes de ideas y sueños, aislado de todo y al mismo tiempo pegado a distancias imposibles, vivía… Miré mi aparato negro e hice algo diferente. Le dejé solo en la mesa, un instante.

Nadie le miraba. Pagué la cuenta y me puse a un lado, escondido. Nadie le hacía caso. De pronto sonó el timbre... Era en forma de un clásico. Iba acercarme, pero observé que todos escuchaban el sonido del aparato negro, sin que nadie se atreviera a tocarle.


¿Es suyo?, escuché una voz tras de mí. Sí, respondí a la bella mujer que tenía otro aparato negro igual a mío. Me acerqué a la mesita y cogí el fono. Era la voz de una mujer. ¿Eres tú? Sí, soy yo... ¿Nos vamos?, le dije. Sí, respondió. Guardamos nuestros aparatos negros y nos perdimos en negritud de la noche... Todo estaba bien, todo, todo, mientras la noche nos envolvía en un clásico...

Sunday, September 23, 2007

veredas, pistas y escaleras

si alguien me hubiera dicho que la vida la vería pasar por un camino, jamás me hubiera imaginado que este camino fuera de veredas, pistas, escaleras... es domingo y no hay gente por las calles. es un día que me encanta por su silencio, su soledad. sería excelente que toda la gente tuviera mas de un domingo para descansar. me encantaría tener tres días feriados y cuatro medio laborables... habría muchas cosas para hacer, en especial lo que mas me gustas: escribir, escribir, escribir...
estas escaleras han tocado mis zapatos cerca de veinte años y muchas veces... la gente ha subido y se ha encontrado con una persona hace mas de veinte años. hay gente que ya no puede subir esta escaleras, han muerto, o han enfermado, o han viajado lejos... imagino que así será para mí cuando venga el sueño mas largo de todos los sueños. me encanta que sea así. podría un día subir estas escaleras y no retornar mas a mi cuarto... sí, me encanta subir y no regresar mas...me he caído muchas veces de este lugar. he perdido el miedo a estas escaleras que no son mas de tres peldaños, pero son peligrosos. hay señoras que se han caído y no ha vuelto a regresar. pienso muchas veces si esto tiene mas vida que muchos de los que respiramos. quizá no lo haga pero está mas tiempo que muchos de nosotros...


este lugar tiene tantas historias... una de ellas es la primera vez que la pisé. fue especial, nueve jovencitos estaban sentados en la puerta de mi local y no se movía... les pedí permiso y entré. uno de ellos estaba pintando la puerta de mi tienda. le pedí que no lo hiciera. lo dejó de hacer. han pasado tantos años y este muchacho se ha ido tan lejos que ni siquiera le recuerdo. debiera saber algo de él... pero, sólo recuerdo su mirada asustada mientras pintaba la escalera de mi nuevo local...


día de lluvia, me encanta... pero, le frío me mata. hay tantas personas que se mueren de frío. pero, la vida y la muerte es así. debería haber un tiempo para que todos nos sentáramos y pensáramos en Dios, en los milagros y en el verano...



no todos los días fue como este día. este fue único. hoy he nacido a la vida y he caminado nuevamente por las mismas calles y pistas y escaleras de mas de veinte años... quién sabe si mañana no lo vea mas... espero que sí, por supuesto que sí....
lince, septiembre del 2007



kiris

mi madre siempre le gustaron las flores. a mí siempre me gustaron las sonrisas de las personas. eran como el Sol para mi alma, un sentimiento se abría como un girasol... mi madre siempre le gustó la verdad, en mi casi siempre me gustó la mentira, es decir el arte de mentir con belleza. mi madre aún vive y no existe día o noche en que no recé u oré al todo poderoso. yo cierro los ojos y me humillo al Dios dentro de mí... ese es mi lugar, destino... había visto a Dios dentro de mí cuando llegué caminando a mi casa. toqué la puerta y salieron mis kiris. ellas son dos niñas llenas de vida y llenas de gracia... las miro y me deleito como quien ve a dos bellas rosas en botón... huelen deliciosos cuando las veo salir del baño. les digo cualquier cosa y ellas sonríen y dicen: cuento...

cuando era un niño me gustaba mucho ir al baño. me sentaba por horas investigando las partes que cambiaban de mi cuerpo. una vez me quedé dormido y cuando abrí los ojos vi a mi madre con una correa lista para darme mi merecido. aquella tarde sentí lo que era el verdadero dolor. era como Jesús, camino al Golgota...


las veces en que llego a mi trabajo, tengo un sentimiento: hoy será el último de mis días. cierro los ojos y me digo que ya merezco descansar para siempre... sí, ya estoy agotado...
cuando mi hermana llega a casa, me dice si deseo un rico pastel. ella todo lo ve comida. la entiendo. no me gusta mucho comer. mas me gusta tomar fotos o escribir o sentir la Paz dentro de mí. una mañana en que había laborado por horas y horas. llegamos del laburo y mi compañero me dijo si deseaba comer o meditar. le dije que meditar. el se fue a un restaurante. yo me fui a meditar... fue extraño, apenas entré vi mucha comida en mi cuarto. siempre me pregunté cómo había llegado eso a mi cuarto. mi hermana, pensé...
ya estoy por descansar. la hora del reposo ha llegado. he sido muy feliz. he comido muy poco y he meditado lo necesario para sentirme así como mis kiris cuando llego de una noche llena de problemas y trabajo pesado...
san isidro, septiembre del 2007


Thursday, September 20, 2007

¡tengo que escribir un cuento!

tengo que escribir un cuento acerca de un teléfono de radio. la verdad es que nunca me ha interesado escribir cuentos dirigidos, con destino preciso. mil dolares es el primer premio y no me interesa trabajar o expresarme de esa manera, motivado por el dios de papel, pero, hay veces en que uno se deja arrastrar por las olas de ese mar de las buenas costumbres, del éxito momentáneo, de los sueños a punto de tomar forma dentro del tiempo y espacio. me gusta de esa manera, pero, pero, mejor cuento algo al respecto mientras observo qué es lo que haces. si por supuesto, a mí qué diablos me interesa. es verdad. entonces, busco algo que llene mis sentidos, empezando por mis ojos...

hace poco vino una señora y me pidió prestado mucho dinero. le di lo que pidió. agradeció el gesto, y luego me fui a terminar de hacer el resto de mis cosas... si en algo me caracterizo, eso es en olvidarme de las cosas. paro pensando en cosas sin mucha importancia. debo hacer un acto de contrición y darme de nalgadas con mis manos. quizá las cosas también tengan vida propia y no entienda su manera de expresarse. quizá todo sea un misterio, oscuro como el color de mis ojos, mi sombrero y mi piel... y sin esperar nada, pase de la muerte a la vida o al revés...


un señor de ojos negros, alto y bien vestido me pidió prestado mi teléfono. se lo di y de repente, se fue corriendo con este teléfono especial. le seguí gritando por la calle, ladrón, ladrón... hasta que llegamos a la puerta de la casa de un señor que vivía enrejado, menos la puerta de entrada a al umbral de su casa. toqué la puerta y salió, era un tío raro pero tenía un teléfono igual al mio. se lo pedí prestado un momento. me lo dio y dijo que ya era hora de hacer las cosas que a uno le hacen bien. lo cierto es que me dejé llevar por todo y cuando me di la vuelta, el señor de ojos negros que se había robado mi teléfono, se había pasado de lugar... estaba en el otro lado de las cosas, encerrado en la noche, bajo las puertas de la casa de la eternidad. iba a seguirle pero el dueño de la casa me regaló su teléfono de radio igual al que tenía yo.

ya lo tengo en las manos y no volvería a prestarlo a nadie. eso me hace sentirme contento y libre de miedos... quizá pueda pensar con claridad. quizá todo empiece a cambiar para mal, y hoy sea el último día que me queda con este teléfono especial en la mano...

llamaría por el teléfono de farm-industria par almorzar con un amigo de la infancia. le escucharía durante toda la merienda, es seguro que me sentiría especial, con mi teléfono de radio tan especial como yo, pero es seguro que me sentiría solo, y comería solo, como siempre...


desde que vi el teléfono, me gusto. parecía bello, pero no, estaba simplemente demostrando el poder adormecido de la sociedad de consumo. si hubiera muerto ayer, mientras seguía al señor de ojos negros y alto, estaría solo en un departamento cubierto de lo bello y dulce de la muerte...





san isidro, agosto de septiembre

Wednesday, September 19, 2007

ladrón de ilusiones

las cosas no son como parecen. ves un árbolito y sientes ternura, sin embargo, hay tanto tras ese ser inanimado... ves un ave posarse en él. ves el viento frío arañar sus hojas. ves a un jardinero cortarla una y otra vez, y sientes que nada está muerto. todo es una constante, una mutación tras otra.
y si por cierto llega un hombre curioso a tomarle una foto, es un ladrón, un ladrón de imágenes...


llegué un poco tarde al taller. dos amigos me esperaban. el agua había sido clausurada. problemas de noche y de día. sigo adelante y veo las caras de dos amigos, serios por cierto, sin embargo, tras de ellos hay un fiebre, un alma anhelante de ser escuchado. tienen algo que contar...

uno de ellos me dice que su novia ha perdido un bebé. el otro me cuenta que duerme de día y de noche escribe y escucha música. les creo todo cuanto dicen. tienen cosas que decir. les creo y espero a que en un espacio de su atención, me escuchen...

les cuento que vi un arbolito y que vi a un policía y que todo no es como parece. me escucharon, pero siguieron esperando a ser escuchados. les escuché por mas de tres horas y luego, se fueron a sus casas, con los rostros mas animados que el arbolito que viera por la mañana...


es bello ver el amor. un padre se hace hermoso cuando besa a su hijo. y un niño siempre es hermoso. les vi y como un ladrón, les robe esta visión. cuando le flash se abrió, ambos dejaron de estar juntos y el niño se acercó a mi cámara. ¡quiero ver!, dijo. le mostré y este sonrió como una rosa frente al sol. me gustó aquel gesto inocente y natural. gracias, le dije, pero el niño quería llevarse mi cámara. le dije que no, que era demasiado delicado para dárselo en sus manos. este sonrió y se fue a jugar con su padre que en esos momentos conversaba con un cliente del mercado.

el padre llamó a su hijo y ambos se unieron en un abrazo, así como las hojas sacudidas por el viento. les vi meterse en el mercado y sentí que todo era cuestión de apreciar lo bello en lo natural...

ya estaba llegando a la venta de mis productos cuando quise saber cómo estaba. me tomé esta foto y me di cuenta que estaba muy agotado. era verdad, tenia trabajo continuo. me fijé en mis ojos y mi ropa. ya estaba viejo, pensaba. son mas de medio siglo. sí, es verdad. muy pronto nadie sabrá que existí, nadie excepto usted que lee estas líneas y ve estas fotos, de un ladrón de imágenes...



Callao, septiembre del 2007

Tuesday, September 18, 2007

Ciudadano de la vida

Personas de todo color, edad, vivas al igual a ti, a mí. Todos respiran, no son fantasmas. Aman, aman, aunque no sabe a quién en verdad. Les veo todos los días y siempre que miro a sus ojos no veo mas que gente asustada de vivir en un mundo gris como el clima. Quizá lo que mas temen es amarse a sí mismos. No saben quienes son... Yo aún no lo sé..
Ciudad tras ciudad he caminado y lo mas bello de todo es la gente. Gente al igual a mí, caminan, de aquí para allá. Me gusta verlos, parecen que saben lo que quieren... Me detuve un instante e imaginé preguntándoles si les gustaba la vida que cargaban. Uno de ellos se detuvo frente a mí y me escupió el rostro. Luego, siguió adelante, molesto y sin saber que lo que había hecho estaba bien o mal. Es seguro que hablaría de esto con un amigo, o no, y le contaría lo que ha hecho. Ambos reirían... Pero nuestro amigo aún recordaría mis ojos, mi cara con sus escupitajo. Una cara al igual a él, simple y sencilla, pero, sonriente de que todo es una ilusión o un texto libre...

Estaba en mi auto. No podía leer. Sentía la angustia de saber lo que hacía. No hago nada, pensé. Los autos estaban detenidos. La radio del auto vecino sonaba terriblemente. Cerré los ojos y supe que este no era un buen momento. Abrí los ojos y los autos avanzaron, lentamente, andando tras su destino. Avancé como todos, pero sabía que muy pronto saldría y pensaría si todo no es mas que una ilusión de concreto en movimiento...


Una vez leí que la nacionalidad es una cuestión de fe. Es verdad, pero, me hubiera gustado nacer en otro planeta o, en todo caso, nacer con la vida clara y feliz, hasta el último día de mis días. He visto tanto a lo largo de mi vida pero me quedo con estas imágenes que veo todos los días. Son de la ciudad cuando el día está naciendo. Le veo y me digo si pronto despertaré y no habrá mas autos ni nada por el estilo. Todo sea un gentío brillante de sueños y anhelos...

Seguí hacia mi tienda y cuando llegué los problemas estaban tan fríos y grises como el día. Entré al negocio y supe que debía recordar lo mas importante. Estaba vivo, al menos hoy, y hoy estoy vivo así como tu que lees y ves lo que he visto a lo largo de uno que otro día...
Lima, septiembre del 2007



Monday, September 17, 2007

Expresiones ajenas...

Empecé la mañana. Era temprano... La gente aún andaba llena de sueños en sus caras. Hubo un bullicio bajo la gran ciudad. No quise molestar y me senté a meditar. Un lago de oro alumbraba mi oscuridad interior. Un ave de color celeste vino hacia mi y dijo si deseaba volar. Le dije que si. Me dio alas y volé, lejos, mas allá de los sueños de la gente y de mis sueños, y en ese lugar lleno de un verde cristal, vi a un hombre sentado en la vereda de mi casa... Estaba meditando y seguro que tenía alas, al igual que yo...

Abrí los ojos y saqué un cigarrillo, fumé. Era extraño, vivía a pesar de toda la gente que pasaba por mis ojos. Siempre me pregunto si los seres que veo están soñando, fumando, despiertos, muriendo como yo. No sé con certeza. Me gusta abrir los ojos después de meditar y ver muchas cosas. Un amigo, un perro. Los autos que no cezan de rodar con sus ruidos que adormecen mis fantasías. Me gusta fumar un cigarrillo luego de meditar, de volar sin alas... Me gusta...


Le dije al portero que me dijera la hora. Respondió que era tarde. ¿Muy tarde?, pregunté. El portero sacó sus llaves y me las dio todas. Gracias, le dije. Me levanté y le miré a los ojos, y le dije si podía quedarme un rato mas con las llaves. Me dijo que no. Luego, el portero se paró, cerró la puerta y yo me puse a caminar hasta llegar a mi casa. Entré pero no había nadie, excepto mi madre que estaba cocinando. Le mostré las llaves, pero ella no hizo mucho caso. Ya está lista la comida, me dijo. La miré y le mostré las llaves. ¿Quieres?, pregunté. No, respondió mi madre. Dejé las llaves en mi cuarto y bajé almorzar... Mientras comía vi que mi madre tenía una llave en sus manos. Me gustó verla así y pensé que quizá buscaría al portero...

Lince, septiembre del 2007






Sunday, September 16, 2007

Podría


Me agrada sentir que todo está bajo el manto de la magia. Todo es perfecto. Todo. La vida, la muerte, el dolor, la alegría... Y de todo ello, podemos escoger lo mejor, lo que mas nos hace bien... Escojamos la alegría.

Regué una rosa en mi jardín. Una mañana la vi llena de insectos por todos sus lados. Cogí un poco de agua y la rocié en su tallo. La rosa creció y me dio su regalo. La belleza, su aroma y su lección mas importante... Todo es perfecto aunque todo se acaba...

Podría decir algo más, pero no. Prefiero dejar este extracto de imágenes que dicen algo bien sutil. Todo es perfecto si encojemos lo mejor para tu vida: La Paz.



Bellavista, septiembre del 2007

Saturday, September 15, 2007

poesías

la lluvia no ceza de mojar mis sentidos. puedo morir en paz. puedo vivir luchando por la paz. soy hijo de la carne y de lo eterno. mestizo divino. ten piedad, te ruego, anhelo ver mis raicez, llorar por el amor que tengo enterrado bajo el polvo del pudor. soy sensible y vuelo cada sueño que florece bajo el sol de la noche. soy un pedazo de eternidad y escribo sin dudar un instante, un instante, un instante... ¿puedes ser uno con la vida y la muerte? sé. simplemente sé. hay jugo entre cada poro de nuestras carnes. es simple ser feliz mientras respiramos bajo el monte de carne rociados por ríos de sangre... es así, puedes creerme...

en la vida de un poeta se le vienen a la mente tantas dudas de colores. tantas dudas que no se puede caminar por tanta valla por saltar. podría cantar el secreto mas grande, pero, ¿para qué? uno olvida siempre, es natural olvidar lo escencial y lo trivial. es natural vivir sin saber que la muerte está al lado de nuestro respirar... lo juro. voy a morir bajo montañas de ilusiones jamás realizadas. lo juro...

y si hubiera un momento en que pudiera escoger el fruto de la vida. diría que no, que no y no y no. soy una duda, una constante duda, sobre todo cuando escribo y escribo sin dudar... ven y lee mis textos escritos, son la cosa mas tonta, sencilla y si gota de pleonasmos ni cosas por el estilo. ven y lee, o, lee lo que algún día, escribirás...

Lince, septiembre del 2007




Dignidad


Les vi mientras manejaba rumbo hacia mi centro de trabajo. Me puse a pensar en sus vidas. ¿Serían sencillas? ¿Cuántos hijos tendrían? ¿Delincuentes? ¿Micro-Empresarios? La verdad es que parecían vivir en una sencillez envidiable. Me hubiera gustado saber cómo viven. ¿Tendrían casa? ¿Familia? Muchas cosas mas pensaba cuando sonó el móvil y todo aquel paisaje natural de seres humano se quedó en mi cámara. Luego, de hablar con un cliente, les vi pasar y allí les tomé otras foto. Esta era de perfil... Me gustó, parecían sentirse bien...


Tantos autos, llenos de personas, mientras estos dos personajes seguían su ritmo de vida, con una lluvia intensa, un frío desbordante y los ojos de gente que les miraba como quien ve a un perro cruzando la calle. Me gustó su sencillez y orgullo. Estaban ganándose el pan de cada día...
Lima, septiembre del 2007

Friday, September 14, 2007

La policía

Algo poco común. Es difícil tomar foto a un oficial. Le pedí permiso. Me miró de costado, como si alguien más estuviera al acecho. Me hizo preguntas y luego, me dio su autorización. No le pregunté su nombre. Diariamente le veo cuando voy al mercado que está cerca del taller en que laboro. Y allí está. Cuidando un Banco. He salido del entorno de su aguileña mirada y sigo de frente hasta llegar a mi meta o centro de acopio de insumos para mi taller. Me gustó esta foto porque es más que una foto, es una imagen de poder absoluto… Tiene un arma que da la muerte a quien le cae sus besos de plomo…

Averigüe que había estado en otro lugar. En las afueras de la ciudad. Me dijeron que era de esos que conocen la muerte. Ya ha visto a varios compañeros de servicio sucumbir bajo las huestes del mal o de la insurrección. También me han contado que muchos de sus conocidos han sido despedidos o dados de baja por el bajo sueldo que cargan. Es difícil ser un policía en mi país. Este hombre que tiene el rostro amical, es uno de esos que cree en la justicia. Lo supe cuando me vino a visitar y me pidió mi nombre y apellido y documentos. Se los di y se fue, medio sonriendo, pero, mirando a un lado y al otro por si alguien viene al acecho...


Lince, septiembre del 2007

Pan


Ese es el pan que elaboramos diariamente. Los vendemos a varias tiendas naturistas o clientes que vienen a comprarnos al taller. Tiene buena pinta. Me gusta, pero con el tiempo le he perdido el gusto. Prefiero no comer pan. Este producto tiene la propiedad de ser uno de los que mas ayudan a la digestión. Mi hermana que tiene el colon flojo, lo consume a pasto. Mi madre también le gusta y le ayuda en su digestión. Menos yo que no como pan porque de verlo por mas de veinte años llega a cansarme. Si alguna vez consumo pan, lo hago de otro tipo. Cosas de panaderos.
Lince, septiembre del 2007

Sanitario



Santo lugar para leer... Dentro del torbellino de movimiento y ajetreo normal en un mundo que no sabe parar, parar para sentir, leer, meditar, vivir de verdad...
Eran las dos de la tarde cuando el estómago me dijo ya. Me levanté y cogí el libro e hice lo natural del cuerpo y de la mente, disfruté.
Las cosas que uno tiene que pasar, son como el baño en que uno acostumbra leer. Todo pasa, como la vida y la muerte, el día y la noche, hasta llegar a la nada, al mar en este caso sanitario...
Un viejo amigo me dijo que la vida es como el sanitario. Le dije que no era para tanto, la vida no apesta tanto... Mi amigo me dijo que todo era mierda, mierda, mierda... Y así siguió como el eco de un abismo. Sus ojos no eran ojos sino el retrete de un baño, y su boca destilaba un aroma de excremento… Lo dejé y fui al baño a sentarme para leer un buen libro...

Lince, Septiembre del 2007

Thursday, September 13, 2007

Libros sobre ruedas...


Le vi hace años. No supe quién era. Ni él sabía quién era yo. Me le acerqué y me dijo qué quería... Un libro. Me mostró varios y le compré unos cuantos. Tan solo viene los jueves como el día de ayer. Sus libros los vende a menos de un euro... Una colección del Diccionario Filosófico de Voltaire, edición del año 1909, Iberia, me la vendió en diez euros. Un regalo por cierto. Esa colección se vende en librerías de prestigio en mi país, en no menos de trescientos cincuenta euros. Es una joya. El regalo del ángel, el ángel del papel… Me pregunto, este humilde hombre, ¿de dónde encuentra estas joyas de libros? Paseo por diferentes lugares de la gran ciudad pero nunca he visto joyas como aquella. Conseguí un ensayo de varios escritores, filósofos y artistas en general, austriacos, alemanes, judío italianos, etc. Ellos compilaron sus mensajes en un libro en el año de 1943 y lo editaron en Méjico. Este hombre que vende sus libros en carretilla, me vendió aquellas voces, aquella joya de papel, en dos euros y medio. El libro me esperaba...



Lince, Septiembre del 2007