Sunday, September 09, 2007

Bellas sonrisas



Que bella sonrisa, le dije a mi madre. Ella me miró y luego me pidió que la llevara a comer algo rico. Ya, respondí. Viajamos en el auto hasta llegar a un Restaurante. Bajamos y entramos. Pedimos deliciosos platos. Conversamos. Fui feliz. Hablamos de sus padres (mis abuelos), de la pobreza, de sus escasos estudios, de su alegría por tener tanto en la vida, sobre todo la Paz interior. La escuché por espacio de dos horas, le creí. Pedí la cuenta y pagué. Subimos al auto y sentí que algo hermoso se había cobrado por aquella bella sonrisa, llena de alegría por gratitud al buen Dios. Encendí el auto y fuimos a su casa. Bajamos y le dije que deseaba irme a visitar a unos amigos. Dijo que está bien. La dejé y volvió a sonreirme. Detuve el auto y le dije si podía quedarme en su casa un rato mas. Dijo que bueno. Entré y seguimos conversando de su pasado, de mi padre, de sus hermanas (mis tías), de sus tres matrimonios, de su viudes, de su enfermedad, de su vejez, de la vida...

Las hora seguía y supe que debía dejarla. Le di un beso en la carita y me despedí de ella. Gracias, dijo. De nada, respondí.

San Isidro, Septiembre del 2007

1 comment:

Anonymous said...

muy hermoso sentimiento, lastima que esa señora tenga tan malos modales .

y se escribe "viudez"

saludos : inaki