Wednesday, May 10, 2006

a la media noche

Uno si está vivo, o tiene cualquier tipo de problemas, siente que tiene algo que decir... Es gracioso ver cómo cada escritor de cierto prestigio ganado, merecidamente o no, dice o cuenta la misma cosa. La otra vez leí un comentario en el periódico de mi ciudad en donde un escritor, ganador de un premio importante, decía o repetía las mismas frases que grandes autores dijeron en su momento, como por ejemplo: "era una idea que no me dejaba dormir hasta que me puse a escribirla", o "diariamente escribo por la mañana", o, "nunca veo quien ha ganado el novel", etc. Es gracioso pues lo he escuchado, leído en muchas oportunidades, es mas, cuando me hicieron una entrevista unos niños de nueve años, yo, respondí de la misma manera, eso lo hice porque lo había leído en un texto de entrevista que le hicieron a Boch, Carver, Calvino, Faulkner, Nabokov, etc... Hay veces en que me pregunto sino escribo para saber si soy bueno en ello. Cuando eso sucede me tengo que poner a escribir para no enloquecer... Creo conocer pocos escritores que, aparte de ser reconocidos, tienen una importante figuración en los ámbitos intelectuales. Tengo un amigo que es un escritor reconocido de más de ochenta años, y que cada cierto fin de semana me invitaba a escucharle en su casa los textos inéditos que guarda tan solo para sus amigos. Fue gracioso, pues, las nueve veces en que he acudido a su domicilio, siempre declamaba los mismos textos. Nunca le dije nada, pues, además de leer sus letras este octogenario, le gustaba escucharme declamar mis textos... Tuve que dejar de verle porque no me gustaba participar en un lugar que me hacía sentir como una oveja que sigue al pastor. Por otro lado, me he dado cuenta, si es que muchos no lo han hecho ya, que escribir en la Web es algo extraño, como mendigar sentimientos... Si llega un comentario, uno se siente alegre, por malo o bueno que sea, pero si no llega nada, uno siente que está perdiendo el tiempo y que no hay nadie que valore sus textos... En ese lugar me encontraba hasta que hace poco me di cuenta que esto de escribir es como meditar, o concentrarme, o identificarme con aquel individuo que está dentro de mí. Me ayuda mucho, bastante. Me hace bien, como sentirme menos solo de lo que estoy. Es bueno escribir, es como mirarse al espejo y ver que hay belleza, sentimiento, integridad, sinceridad, valores que a uno lo integran en un todo bonito, un universo antiséptico a todo, pero, divertido y nutritivo para el alma que anhela expresarse... pues las letras es un canto que el alma celebra.

A la media noche vi que la luna iluminaba la vereda de la puerta de mi casa. Un sonido a los lejos avisaba que aún existía gente anhelante de vivir íntegramente. A la media noche he descubierto que escribir es una manera de vivir. No todo es así, sobre todo cuando a la media noche el silencio se vuelve como un silbido que llena de paz el aire que respiro. A la media noche los pasos de las sombras hacen su estadía en absoluta tranquilidad mientras los autos ruedan rumbo a sus casas o destinos. A la media noche veo a mi perro durmiendo a mi lado mientras una cucaracha trata de salvar su vida por las paredes de mi cuarto, por supuesto que no lo logrará ya que mi mano y un pedazo de papel han puesto su firma de muerte en un lugar de la pared. A la media noche el sueño tiende su frazada y hace un espacio a mi cuerpo mientras aún mis dedos teclean esta máquina de escribir una y otra vez hasta que mis párpados empiecen a colgarse de mis ojos como si fueran bolsas de arena...

San isidro, mayo del 2006