Saturday, August 02, 2008

viejos amigos

no te olvides, me dijo. ya, respondí y seguí con mi botella a buscar cómo hacer para escaparme de mí. encontré un policía. jefe, le dije, ¿tienes una poca de ron?. sus ojos me dijeron mas de lo que debía saber. me sentí flotar por un elefante. de pronto sentí un dolor en mis piernas y en los brazos. eran los palos que iban y venían de los brazos del policía. ya jefecito, ya entiendo, le dije. este se detuvo y me dijo cosas que no deseaba escuchar. me tapé mis manos ensangrentadas y escuché y silbido intenso, bello, como si fuera mi profesora de clase llamándome a tomar una taza de chocolate... una extraña cara se acercó a mis ojos, diciéndome: ¿estás allí?. quería decir algo pero nada, mis labios estaban pegados y sin ganas de hacerme caso como muchas veces... seguí en mi extraño sueño y una oscuridad mojo toda mi imaginación. vi diablos rojos, enanos verdes, infinitas caras de policías pegándole a un pobre trapo lleno de sangre... qué bella es la muerte, pensé. de pronto un aire entró por mis pulmones y abrí los ojos, pero no, tan solo uno de ellos y vi, como si estuviera en una caverna a muchos niños, perros, ancianos, pordioseros, diciéndome: ¡mira, vive!. sentí una fuerza que cogía mi cuerpo, pero no todo, pues mis manos colgaban como muñecos pegados a mi cuerpo. me paré y empecé a caminar... miré mi botella y allí estaba, junto a cientos de ratas... grité con todas mis fuerzas y todas las ratas huyeron como ratas... ja, ja, ja, me reí. me acerqué y sentí un fuerte calambre en mis brazos ensangrentados... mi cabeza estaba pegoteada de sangre pero pensaba y pensaba bien. cogí mi botella y seguí caminando, buscando escapar de todo cuanto imaginaba o sucedía con mi pobre miserable cuerpo...


san isidro, agosto de 2008