Sunday, December 28, 2008

cuentos verdaderos


salía de casa sin mas ropa que la puesta. una pasta dental, un cepillo, una toalla y jabón. tomé un auto, antes dejé una carta a mis padres por haber dejado un futuro seguro para mi vida. mientras mas me alejaba de mi hogar y mi pueblo escuché la canción de un buen amigo. esto me hizo feliz dentro del dolor de las fauces de la soledad. sonreí y le hablé al vecino la buena nueva de la paz en todo el mundo. quería ser un buen siervo de dios. hice todo el intento... hice de todo: errar, acertar, perdonar, amar... vivir... la vida me dio la semilla de la paz dentro de mi alma. la pude cuidar mejor, pero, tan solo hice lo que estaba a mi alcance... ya en la cima de mi vida vi que todo tenía sentido cuando la paz era mi luz; la alegría mis pasos; el amor el aliento que respiraba. en otras palabras, aprendí a vivir en total plenitud... olvidando el momento en que empecé a entregar esta vida en las manos del amor, la paz y la verdad…


San isidro, diciembre de 2008