Thursday, May 19, 2011

algo sin decir


son las seis de la tarde, las manos de mi gente empiezan a doblarse... el tiempo grita su dolor por el cambio de color... mis ojos están agotados... suelo recordar libros jamás leídos por mí... la música es el sonido de dios... la gente está agotada y con sus piernas empiezan apurar su destino igual al de todos nosotros... el temor es una nube en el cielo y nadie sabe que es dios quien ve por todos nosotros, labora con sus manos y vela por las noche dentro nuestro...