Thursday, October 08, 2009

SOLUCIONES


Me compré una moto grande… Yo soy bastante pequeño, pero, las cosas fuertes y grandes me atraen. Me senté en la máquina y arranqué. Era veloz y fuerte y pesada. Así la pasé por cerca de cinco meses. Me ubiqué en una plancha de metal y me puse a pensar si lo que hacía era bueno o malo. La plancha se iluminaba más y más, y supe que estaba mal, muy mal… Aún así seguí con la máquina y un día me estrellé con la parte posterior de un camión, a más de cien kilómetros por hora. Salí ileso, pero quedé asustado. Regalé la moto y empecé a escribir como para echar todo cuanto navegaba en mí ser interior. Una noche, sentí que ese era mi camino. Leí y leí por más de cinco horas diarias. Llegué a tener más de cinco mil libros. Pero no todos los leí. Escribí dos novelas y más de mil cuentos, y, más de de cinco mil poemas… Tan solo gané unos cuantos dólares por tanto garabato. Lo extraño de todo es que aun me dan ganas de escribir y escribo cosas tontas y sin sentido… Pueda ser que este sea el final de mi vida de escritor, pero, no de lector… Aún sigo leyendo poco, pero comprando libros y libros… Debo de estar mal, muy mal pues siempre anhelo cosas muy grande como la de algún día ganar un premio importante, o que la gente me salude por mis textos, o que salga a un país y sepan que soy algo, alguien… Como dije, me gustan las cosas grandes… Tengo más de ochenta y siento que algo muy grande me llevará a su regazo y me leerá mi propia vida… Será muy hermoso y dulce…

el fracasado


no me queda mas que decir.... esta es una historia de un fracasado, de esos que miran hacia el piso mientras camina... que en cada esquina tiembla por si algo malo le pueda suceder... suelo ser sincero, decir lo que siento, pero, en estos tiempos en que la desgracia es el sol de mis días, todo se hace feo... casi ni escribir puedo, soy una nulidad... me enseñaron tantas cosas y de nada me ha servido pues el alumno es un cero a la izquierda... un pobre tonto... que todo lo tonto y malo le sucede... ya para que hablar mas mal si tan solo tienes que mirar hacia tu derecha y ves a tanta gente mas desgraciada que uno, como ese hombre parado en una esquina, cuidando que nada ocurra, cuidando sus gatos, saludando a quien le sonríe y con la mirada gacha, como a mí...

les dejo y espero volver a escribir un poco mas y con mas sentido que el de la verdad...