Wednesday, October 31, 2007

anhelos


Me hubiera gustado ser escritor, de esos que salen en los diarios, en las notas y que sus letras siempre son editadas en libros muy bonitos, pero no, no tengo esa suerte. Trabajo para vivir y comer. Soy un fracasado. Nunca supe lo que quise. Amé siempre en lo que me metí, pero ahora en que los años pesan tanto como el muro de los lamentos, dudo de mi vida. Si es que el éxito ha huido con los que cargan estrellas al nacer en el iris de sus ojos, no lo sé, ni siquiera creo que pueda averiguarlo. He vivido mediocremente. No tengo hijos ni mujer. No soy maricón, ni siquiera me gusta parar en grupo de hombres, prefiero andar solo…. Me gusta escribir y tener sexo cuando el creador o las coincidencias lo permitan. Ya sé que mi vida es como una moneda al aire. Es así. No me importa lo que venga, no le temo al futuro. Pero, tengo que escribir, es lo bueno de mi vida. Escribo sin parar una noche, ya desde cerca de cincuenta años. Mis padres, amigos y hermanos me miran y sienten pena por mi vida. Piensan qué será de mí, y les comprendo. ¿Qué será? Ni lo sé ni quiero averiguarlo. La vida y la muerte sabrán en qué momento lo averiguaré. Por ahora leo y escribo menos. Trabajo en mi laburo, y casi gano para comer y una que otra vez compro un buen libro. Me gustan los de tapa dura. Los guardó y me pongo a leer un par de hojas. Luego, los dejo en uno de los anaqueles que tengo por mi casa. Me hubiera gustado ser escritor, pero ya lo vez, escribo sin saber si algún día me publicarán… Lo mas seguro es que no, ¿qué otra cosa buena o mala puede sucederme? Dicen que todo es una ilusión. Es verdad, pero cuando estoy encima de un pubis y mis dedos tiemblan como arpa frente a sus vellosidades… me encanta sentir que vivo un instante en que siento que la tierra está para escucharme y el viento para hablarme. Soy eterno ese perro instante. Mis dedos se echan en sus manos y la voz imposible descarga sus balas sobre cada una de mis ilusiones. Me paro de mi escritorio y salgo a laborar. Y en todo el viaje veo a través de la ventana del tren, caras, muchas caras de todos los colores y esos ojos sin brillo como muertos en fila india, rumbo a los quemadores... Es así. Las noches tienen algo que decir, y lo cuentan tan bajito que sólo mi alma y corazón lo perciben. Espero siempre, y aunque sigo en el mismo lugar, espero, siempre espero, espero a que todo salga bien y que mis letras algún día o noche, sean leídos, escuchados, amados, porque, lo hice siempre con el corazón en los dedos…



San isidro, octubre del 2007

otro poema


decido que la tierra sea madre
con sus hojas que acarician este aliento,
y sus bichos que miran a destiempo...

decido vivir
otra vez,
otro día,
noche,
momentos sin trajes del ahora...

hay tanto que decirte, vida
qué sincera es la noche frente a mí...
podría ser una parte de ella,
mas este tiempo
que encadena mis momentos
tiene un idilio con los bichos,
los mares y los libros
que destilan sentimientos sin alas...

por ello, comprendo
cuando sientes el vacío,
ese ahogo,
esas manos etéreas que aprietan la garganta...

y si algo queda por contarte
escucha para siempre
que todo es un momento
respirando lo mejor,
la magia de cada bicho...

escoge lo mejor
te lo pido yo
mientras siento que esta noche
tiene hijos para mí...



san isidro, octubre del 2007

Tuesday, October 30, 2007

detalles de noches largas...


son las dos de la mañana y aun no tengo sueño. debe ser que la vida me remata con sus noches y ensueños, que las aves empiezan a desplumarse mientras escribo un poema. ¿qué será?, me pregunto cuando escucho al silencio tocándome este ahora. me detengo y pregunto qué desea. nada, me contesta y sin decirme mas nada sigue su camino en busca de otro hermano que no sabe parar cuando la noche le dice que entre a su sobre... ¿para qué contarte algo si ya sabes todo?. me dice que esperas siempre que una día sea el mas grande de tus días, y que la noche se abra como telón de teatro y te cuente sus secretos del viendo universo... aún así, me gusta este ahora en que me duelen los ojos y los dedos me arden de tanto decir los mismo cada noche. mejor es parar mientras tengo este ahora entre mis dedos. sí, eso es lo mejor durante esta noche en que todo se hace bello... ¿será un poema? no lo sé, y si es, qué hermoso es desgarrase sobre esta hoja y poner la sangre de mis venas en cada línea pues no hay otra forma, no la hay y si encontraras un escrito con mi nombre, es mejor que escupas y dejes tu mejor aullido en una noche sin secretos para el alma diurna...sí...


san isidro, octubre del 2007

poemas

siempre quise
servir
a un rey de verdad
que hablara como el viento,
que mirara como una madre,
que supiera lo que pienso...
siempre quise, siempre

hoy por hoy me digo siempre
que buscaba lejos
tanto que corría sin parar
sin saber
que el reino
estaba dentro
esperando el sentimiento,
el reposo
y toda la atención
mas siquiera un momento...

salgo de este valle de ilusión
y digo la verdad descascarada
mientras se sigue corriendo
lejos del centro,
del adentro,
como una tormenta sin su centro...

es posible que el alma viva mas a destiempo,
que los dioses sean un solo sueño

es posible que pueda seguirte
y te vea a los ojos
y tu a los míos
mientras camino y miro hacia dentro...


san isidro, octubre del 2007

Sunday, October 28, 2007

ruidos


podría echarme a dormir o mirar la televisión o escribir un texto sin nombre, no lo sé... el tiempo devora mis dudas e inquietudes, podría escribir un poema, de esos que tanto le gustan a mis amigos, no lo sé... prefiero escribir una historia linda para alegrar mi noche y ser como una estrella, brillando sin saber el por qué...

cuando todos se callaron, hablé y dije la verdad. he pecado. he matado un gusano. he sido un cobarde y me he disfrazado de bondad. soy un condenado mas que sabe que pronto será polvo... triste es saberlo, pero es mejor que sea así, mirando de frente mientras llega el eco de un abismo sin tiempo ni final, negro como un punto. me encanta seguir así, jugando con mis carnes, estos pensamientos como quien mira la pecera... y ve que todo es un momento para sentir.

jajajajaja. soy un ser que aprende mientras vive. una cosa después de la otra. mis padres me contaron cuentos y mis amigos me robaron. me casé y tuve nueve hijos... mas ahora, que escribo esto, sé que todo es mentira así como ese cuento que mis padres escribieron para mí, mientras descansaban en la cama. tengo que olvidarme del ayer y ver sólo este instante. como una hormiga sola, perdida que va y viene pero siempre adelante pues no tiene caja de cambio ni retroceso... una máquina de llorar y reír. un globo de carne y sangre. un ser humano que aprende mientras vive, y se sorprende cuando respira tantas veces y el cielo se hace paraíso... sí, eso es cierto, quizá lo único que sé... mientras todo empieza a descascararse en una gota de vida, en la noche sin prisa... vida que respira, eso soy, cuenta el santo, el ser que sabe. vida para ser polvo sin aire... vida para ser feliz cuando todo se hace punto y final...

dejo estas líneas y sé que la noche empieza a soñar, o, escribir una historia de esas que no saben si contar o escribir... sí, eso es lo que sé, al menos esta noche...


san isidro, octubre del 2007

Wednesday, October 24, 2007

amigo sentimiento




Ordenador y más ordenador. No es lo mismo que una página en blanco, es más expectante. La página es como mas suave, espera con paciencia mientras que el ordenador te mira y te mira esperando de ti algo, una gota de vida en tus letras. Eso sentía mientras escribía lo que saliera de mí, cualquier cosa. La vida que pasa a través de mi vida es así, un constante movimiento que sigue y seguirá mas allá de cuando terminé de respirar, por ende, muera.

Una amiga me dijo que era un milagro que yo escribiera día tras día. No supe qué responderle. Seguí escribiendo sin parar como cuando una abre la puerta a la calle y entra quien sea. Puede que sea un indigente, un vecino, un gato, una cucaracha o simplemente nadie o el aire. Eso es lo que pensaba y supe que debía parar de escribir porque no tenía nada que decir.

La noche seguía su curso. El silencio se hacía más denso cuando un sentimiento salió de algún lado de mí… ¿Quién eres?, pregunté. Este me miró a los ojos y supe que era algo bueno. No podría describirlo. No era una forma, algo así como una nube… Un aire puro con aroma a paz. ¿Puedes ayudarme? Asintió. Quisiera ser… No pude terminar de hablar o decirle al sentimiento, pues no sabía qué era lo que quería ser. De pronto, el sentimiento se puso cerca de mis pies y me los beso como si fuera una Magdalena. Le pregunté el por qué hacía eso, pero mientras lo hacía, el sentimiento se hacía mas y mas real hasta tomar la forma de una niña. ¿Qué eres?, volví a preguntar, a lo que la niña sonrió y como si fuera un ave empezó a flotar por todo mi cuarto y cuando vio la ventana abierta salió si decirme nada… pero percibí que era muy feliz. No sé, pero desde que la he visto salir de mi cuarto y desparecer por una de las casas de los vecinos siento algo raro, sobre todo cuando veo a los niños. Les sonrió y ellos de devuelven la sonrisa. Me gusta eso. Por ello, cada tarde me siento en el parque de la ciudad y veo a todos los niños jugando entre ellos. Hay veces en que les pido a los padres si puedo jugar con ellos y cuando me lo permiten, me siento muy feliz, como si el sentimiento salido de una parte de mí, saliera un instante y me haría sentir como siempre quise sentirme, es decir, como un niño, un simple niño que juega entre niños en uno de los grandes parques de este precioso mundo… Y cuando termino de jugar, vuelvo a mi casa y espero a que venga la noche. Miro a través de la ventana y noto que de una u otra ventaba sale una luminosidad volando hacia las estrellas… Le digo adiós y el fulgor o sentimiento o niña-ave, me hace brotar de mi alma un aroma que me da una paz linda y preciosa… Y así me quedo durante largo rato por la noche hasta que bajo los ojos y siento que debo de escribir una linda historia de amor o de paz o de sentimientos en cuerpos de niños…



San Isidro, Octubre del 2007

pequeñas historias


toqué la puerta de esa casa. tenía miedo, jamás la había tocado pero todos los chicos me pidieron que lo hiciera, y ya, aquí estoy...

salió un señor vestido todo de blanco. usaba un sombrero y unas gafas negras. era alto, delgado y su piel era rosada. no supe qué decir, mis labios se congelaron y empezaron a moverse apenas el hombre me tocó los hombros. toma, me dijo y recibí de sus manos una bolita de color celeste, luego, cerró la puerta y yo me quedé allí, parado frente a su puerta con una bolita de color celeste. mis amigos estaban un poco lejos y sentí sus silbidos. me di la vuelta y caminé hacia ellos.


¿qué te dijo?, dijeron todos. nada, respondí. todos me miraron mal y lentamente se fueron. les vi caminando por la casa de ese extraño hombre para luego tirar una piedra por la ventana. el hombre no hizo mas que abrir la ventana rota para que todos mis amigos partieron como ratas frente a un gato, luego, sonrió y entró a su casa, cerrando la ventana rota...

me quedé mirando a lo lejos la casa del señor y luego volví a mi casa con mi bolita celeste.


los años pasaron y aun guardo mi bolita celeste. me mudé cuando ya era un adolescente y conocí a mucha gente, buena, mala, de todo. nunca me casé ni tuve hijos. ¿por qué?. nunca supe el por qué, tan solo seguí mis sentimientos y cuando me sentía muy mal, miraba mi bolita celeste y notaba que estaba desprendía un calor y brillaba como una estrellita de juguete.

una tarde en que paseaba por las calles, llegué a la casa del hombre de vestido blanco. la vi idéntica a como la había visto la primera vez. me acerqué y toqué la puerta. salió el mismo hombre, y me dijo lo mismo. esta vez le dije que le conocía de hacía mas de cuarenta años. el hombre sonrió y me dio otra bolita. esta era de color blanco. gracias le dije y luego, el hombre entró a su casa... seguí mi camino y vi mi bolita. me gustó mas que la que guardaba por tantos años. llegué a mi casa y fui a buscar mi bolita celeste. allí estaba y cuando las junté, ambas se unieron como si fueran dos gotas de mercurio. la nueva bolita era de color verde y esta comenzó a rodar como si tuviera vida propia. la seguí y vi que rodaba directo hacia la casa del hombre de traje blanco, y cuando llegó, vi que esta salía volando hasta entrar por la ventana como si alguien la hubiera tirado... vi que nadie abría la puerta ni la ventana. toqué la puerta pero esta sola se abrió. entré y vi que todo estaba abandonada. me sentí con pena y lentamente empecé a limpiar toda la casa. y así la pasé por varios días hasta que una tarde vi que alguien tocaba la puerta. salí y vi que era un niño. le dije que deseaba pero este tan solo me dijo que se le había perdido una bolita. entré a la casa y vi una montaña de bolitas de colores. le di una al niño y le vi alejarse muy feliz... desde aquel día siempre espero que alguien toque la puerta de la casa pues tengo muchas bolitas para regalar... y eso me hace muy feliz, mas feliz que los niños que se van con las bolitas de colores...


san isidro, octubre del 2007

Sunday, October 21, 2007

barcos imaginarios



Era casi inhumano terminar lo hecho durante toda la vida, sin embargo, lo hizo. Lo terminó. Allí estaba. Un barco de madera que terminó a lo largo de más de media vida. Se puso a observarlo por horas hasta quedarse dormido. Cuando despertó, aún estaba allí, el barco y él. Le puso un nombre. Subió y bajo del barco varias veces hasta que llamó a un ayudante y lo bajó a la mar. Puso todas sus cosas y se fue a navegar. Mientras se alejaba de la orilla, veía que todo quedaba como un sueño del cual jamás deseaba volver. Viajó por días y noches hasta llegar a una isla. Bajó y vio a mucha gente que al igual a él, se sintieron extrañados. Eran hombres y mujeres blancos, con niños que vivían de una manera casi natural. Vivían en casas de madera cubiertas por hojas secas. Les dijo que se iría al día siguiente. Todos ellos callaron y se fueron a descansar y a jugar con sus simples realidades. A la mañana siguiente partió. Veía como todo quedaba nuevamente atrás… La vida es un sueño mientras vivo en la mar. Miró las olas y en cada una de ellas notaba una letra un canto diferente. Es hermoso el mar y sus aguas y sus peces que no cesan de saltar como si estuvieran jugando con el Sol y las aguas del mar. Un pez saltó hasta llegar a cubierta del barco. Nuestro amigo la miró y quiso devolverla, pero el pez le dijo que no, que deseaba romper sus branquias. Miró al pez hasta que dejó de moverse, murió. Cogió al pez y lo colgó sobre una muralla. Le hizo un bello marco y se le quedó mirando hasta que vino el alba.

No supo que más hacer y sintió que debía retornar a su hogar, pero lo extraño es que lo había olvidado. No recordaba ni siquiera su nombre, tan solo el barco en que estaba y el canto de la mar… Sonrió ante esto mientras le llegaba la tarde, la noche, y luego, el día y así… Hasta que llegó a un lugar sin nadie que le mirara y que estaba lleno de barcos y hombres solos como él. Bajó al puerto y caminó por toda la orilla. Miró su barco y sintió que no debía volver a navegar. Miró hacia delante y un bosque lleno de animales y hombres le miraban con alegría, y al fin escuchó: ha llegado, al fin… Sonrió y se unió con todas esos seres vivientes, como una gota en la mar…



San isidro, octubre del 2007

camino a la vida


estuve encerrado durante todo el día mirando películas. la verdad es que no me sentí nada mal. es bueno ilustrarse, aún así, me hubiera gustado salir a la calle y conocer a buenas o malas personas. enviar un correo postal. pasear por los parques, en otras palabras vivir de la realidad aunque la vea día a día. estuve en mi cuarto lleno de libros, lleno de escritos, lleno de silencios esquinados. cogí mi máquina de escribir y escribí un poema sencillo pero sentido...

sal de tu alma
y ora que sea el mañana quien toque tu alma

que las nubes del sueño
pasen detrás del Sol de los días hermosos

que las tardes de un ave
sean como estrellas en una noche de magia

y si escuchas un latido
que sea el de corazón
que suena y suena
como el canto de un ángel
en las puertas de la vida...

y si corres por los campos
que una lágrima mojé tu mano
y llores feliz
como lluvia en verano...

sal de tu vida
sal de tu muerte
y encuentra el sentido,
el destino
y el espejo
que brilla dentro de tus ojos...

sal y empieza a marchar...


y así sentí mientras leía el poema que todo tiene un brillo cuando sale y sale como este aliento que no cesa de mojar tu vida y el recuerdo de una muerte feliz…




san isidro, octubre del 2007

Thursday, October 18, 2007

renaciendo



dicen que en la vida hay oportunidades, es verdad, pero sólo cuando eres joven... uno siente que el mundo se le hace largo, bello, intenso... y ahora, ya mayor, siento que todo pasa rápidamente como si cayera arena por mis dedos. me siento así en estos tiempos en que la noche es mi madre y el día mi padre. el mar y sus olas el poeta que anhelo escuchar. la vida es hermosa cuando pongo gotas de alegría en esta caja de sentir. me hallo así, sentado frente a tus ojos y espero que me leas y sientas mi tranquilidad, aquí, en medio de mi pecho que solo anhela afecto, siempre afecto, como cuando niño lactaba. el amor es mi destino. siempre pensé que debía hacer muchas cosas, y ahora, que estoy al borde del fin de mi destino, siento que tan solo debía hacer una sola cosa, y esa es que sea feliz así como cuando sentí el mas grande de todos mis éxitos. el mejor. y ahora es el final de este camino que solo tenía un solo fin, el encuentro con la total soledad. es así, y si no me crees, tan solo vive y verás como el tiempo desvela la noche larga, fría y maternal, como un manto eterno...

san isidro, octubre del 2007

Wednesday, October 17, 2007

desvariando



me sentía mal para empezar a escribir. pienso que todo cuanto he realizado ha sido errado, por ello me arrepiento pero ya está, mal, siempre mal... hace poco que pensé que algo bueno saldría de mi. error, nada. todo mal, muy mal... y lo siento en el alma... debo de hacer algo al respecto, pero soy un ser humano y si algo me caracteriza es el de errar constantemente. espero que el resto de mi vida cambie o mejore y los errores sean mínimos, es decir, prefiero no hacer nada que no sepa que pueda hacerlo. ¿el dinero?, eso es lo único que puedo hacer, espero que mi vida sea algo mas productiva.

me he visto en el espejo y he visto a un hombre por acabarse. lo sentí bien en el alma. ya no soy el joven que pensaba que jamás envejecería, jamás... pero ya, ya estoy viejo. mi cara y mi cuerpo lo gritan. debo hacer algo al respecto... la muerte viene por mi vida y no parará. espero haber llevado algo bueno antes de que venga... en verdad, lo siento mucho... mucho.



san isidro, octubre del 2007

Tuesday, October 16, 2007

algo que decir sin palabras...



si hay algo que decir, siento que las imágenes lo dicen todo, pero, lamentablemente sin sentimiento. uno puede ver esto y alimentar sus recuerdos o sus sueños. la pobreza es algo indigno de un ser humano, pero, quien nace en esta parte del mundo y ve a esta mujer día a día, laborando por un poco de dignidad, se da cuenta que hay algo mas que decir, que esta mujer tras los muros de un mercado pobre de esta ciudad tiene hijos, un marido sin trabajo fijo, una casa a medio construir, y, muchos sueños de una vida mejor...

esto es lo que dicen las letras. los sueños y anhelos de un ser humano, al menos un bosquejo. la vida es hermosa para quien abre su máquina de sentir y siente alegría en vez de duda. es un bello juego en donde uno elige para uno mismo. es importante elegir lo mejor para nuestras vidas. nos encontremos donde nos encontremos. somos seres humanos y merecemos lo mejor. una flor nace y busca el Sol, día a día, no ve mas que ello porque de allí siente la belleza y despliega su belleza y aroma, es así la vida de los seres humanos. abrámosnos al Sol de la alegría... es posible.

¿cómo? ¿dónde? ¿cuándo?

cierto, preguntas y más preguntas. y un sentimiento bello dentro de nosotros. un sentimiento bello, el mejor de todos: la alegría, la paz interior, la plenitud... en fin, palabras y mas palabras, diciendo siempre lo mismo, amarse es mejor que odiarse a uno mismo. empieza por ti, es lo mejor, desde allí nace la vida eterna....



san isidro, octubre del 2007

Monday, October 15, 2007

esos raros pensamientos


algo que hice por allí...

dormí sentado en la tienda. una vieja entró con un almanaque del año pasado para vendérmelo. le di una propina. la señora vestía de monja, pero de colores. un turbante rosado, un vestido amarillo y unos zapatos blancos con pasadores de color negro. le di una propina y se fue.

dibujé luego de varios meses. se trata de un cuadernillo con apuntes y dibujos que es para mi sobrino. dibujé un niño, un perro, a Dios, etcétera. la vida es un soplo de Dios. espero ser soplado siempre, al menos un vientecito.

ya libre de deudas y con dinero el el bolsillo, fui a la librería a comprarme muchos libros. me gustó los libros. los llevé a casa y los puse en la biblioteca. luego, salí a caminar por el parque, verde y lleno de perritos, madres, padres, niños y niñas... salí del lugar y fui en busca de algo mas...

el día llegó y el tiempo dijo la verdad. vive hoy, pues, no existe el mañana...


san isidro, octubre del 2007

Sunday, October 14, 2007

sinceridad


deseaba una mujer, cualquiera que satisficiera mis necesidades. recordé a una, pero el tiempo y la vida se la llevó a la otra orilla. traté de recordar a otra, y otra, igual, nada, nada de nada... quise hacer cualquier cosa y escribir un poema, dibujar, tomar una foto, comprar una cerveza, mirar la televisión. quise tantas cosas, y todas al mismo tiempo. supe que debía recordar el sentido de mi vida por la tremenda sed de vida que tenía...

me paré y me puse a ver mis fotos, mis textos puestos en la Web. me reí de todo ello. soy una ilusión, el sueño de uno de mis personajes o simplemente un hombre escondido tras un sueño. en fin, cerré mis cosas y salí a caminar, como siempre, solo y derrotado antes de pelear conmigo mismo. me senté en un café y pedí el menú. todo era barato. de pronto vi a una avecilla que husmeaba un poco de comida o algo por el estilo, quién sabe si era una curiosa o curioso, no lo sé. le miré y con mi cámara le tomé una foto. me gustó verle allí, tras la muerte y la libertad. vino el mozo y me trajo el menú. le dije gracias. de nada, respondió. mi plato era un café y panecillos. me lo tragué en un segundo y luego salí del lugar.

llegué a un estadio de fútbol. entré. no había nadie. la cancha era verde. los dos arcos de madera y de color blanco. las señales blancas también. una avecilla pululaba por el grass como un pensamiento mío. me senté y me puse a mirar el cielo azul. era enorme y demasiado bello o sin nada que juzgar. cerré los ojos y todo se hizo negro. quedé dormido. cuando abrí los ojos cinco hombres me miraban. uno de ellos dijo: "es el loco". sonrieron y luego, me paré, y con mis sueños salí del bello estadio con sus arcos y sus líneas de color blanco.

caminé y vi la puerta de mi casa. entré y me senté en un sillón. el teléfono sonó... levanté el fono. era mi madre. me dijo si estaba bien. sí madre, respondí. la seguí escuchando hasta que de pronto ella se puso a llorar. le pregunté: ¿qué pasa?. estoy muerta, me dijo. quedé en silencio y colgué el fono... volví a ver las fotos de mi familia y la vi a ella. durmiendo en su féretro. con sus ojos cerrados y ese color de piel de cera, seca, fría tal como una estatua. lloré y mucho. cerré los ojos y traté de soñar. no pude. me levanté y vi la puerta de escape... era blanca y mis manos se arrastraron hasta ella. llegué al umbral y me puse a escribir. por Dios que me sentí muy bien, hasta que la noche me dijo que debía descansar. le obedecí y me puse a soñar... sí, lo juro, aunque volví a desea una mujer, pero esta vez supe que era un deseo, uno mas entre las montañas de deseos en un hombre...


san isidro, octubre del 2007

verdades encerradas



me gustaban los árboles y los pájaros volando. era así de sincero pero cuánta mentira se encierra en cada verdad escrita por el poeta. me dicen que lo que se hace por las noches es soñar, soñar, soñar o dormir soñando... es mentira. uno muere cada día mientras le llega la gran noche, esa noche en donde los sueños no existen o uno rompe el cordón que nos une a ese mundo etéreo. es posible que la gente se diga a sí misma que la verdad está a la vuelta de la esquina, pero, ¿para qué sirve la verdad? ¿nos dará más dinero? ¿mujeres? ¿para qué sirve?... no sabía la respuesta hasta que me vi en el espejo, en una lago tranquilo y vi que todo era mentira, que cada segundo pasaba sin parar y yo allí, buscando el lugar en donde pueda ser feliz o al menos sentirme siempre bien que es lo mismo. una gran mentira es la verdad que se pregona por el mundo... la verdad no es una palabra, la verdad es una gran mentira, quizá eso es la verdad o toda la verdad... sin embargo, ahora que estoy frente a este hombre, que derrama sentimientos cálidos, que no usa las palabras para hablar y decir lo que siente, tal como un bebé, siento que en el mundo hay algo mas que palabras cuando un hombre ve lo que siempre quiso ver. ver lo que está latiendo dentro de él. latiendo como ese pez fuera del agua. así es lo que vi esta tarde cuando escuché a un hombre con el corazón en sus palabras... hablar del amor con ese tono que tienes los hombres de verdad, aquellos que no temen mas nada, que pueden morir por un sentimiento, por un amor que brota desde adentro.

le vi y supe que debía seguirle, pero, desde adentro... le seguí y ya han pasado años y años. vivo aún, y aunque soy un vejete, me siento como aquel muchacho lleno de pasión por vivir cada día como el último que le queda... viví y me di la media vuelta y descubrí tras mis pasos las huella de mi alma escondida en mi corazón; luego, ¿qué mas decir? vivir, eso es todo. vivir respirando aire, libre como un sentimiento. libre en cada respiración... libre para amar de verdad y luego, ver la eternidad encerrado en un aliento...


san isidro, octubre de 2007

sin destino



una pared ilimitada de soledades anunciaba mi existencia. me hice a un lado y me puse a pensar y pensé...

pensé en mis padres, mi familia en general. pensé en mis sueños no realizados, en las cosas que temo en el día a día, en el triunfo de un mañana que no viene, en tantas cosas pensé que me puse muy triste y solo. quise llorar pero sentí que no había razón para hacerlo. me puse a escribir y escribí este cuento que canta la historia de un hombre que ama su soledad, sus sueños y fantasías. ama a quien le deja amarse. es un tipo bueno, un poco tonto y que cuando se mira al espejo se pone muy triste y solo. un vacío no llenado por nada. quisiera decirle algo pero, ese hombre soy yo y un abismo nos separa, una ilusión de carne y sangre, un pasado y un presente se pone entre ambos y sentimos el frío destino de hombre solitario y vacío.

dejé de pensar y decidí salir a la calle. me topé con un señor bastante mayor. me le acerqué con timidez. este se puso en esa guardia de miedo a la muerte y a a nada. me dijo: ¿quién era yo?. no lo sé, respondí. ¿está enfermo?, volvió a preguntar. estoy muriendo, le dije y paso seguido me paré y me fui del lugar. caminé hasta llegar a una casa en que una vez había vivido y que fui muy feliz, era aún un niño de cuatro años... toqué la puerta y salió una señora. le dije que yo había vivido en esta misma casa desde niño. me miró como si fuera un marciano y me cerró la puerta en la cara, pero, lentamente, suave, como si estuviera saliendo de un sueño. seguí parado en la puerta hasta que entendí que debía irme... ya estaba dando unos pasos cuando sentí el calor de la mirada de mucha gente. me detuve y volteé. era toda la familia que vivía en la misma casa en que viviera desde niño. les saludé y ellos me saludaron. me quedé allí, parado, por un momento cuando noté a cada uno sus caras. les sentí incómodos y, lentamente, uno a uno empezaron a entrar en su casa. se fueron todos menos el perro... adiós, le dije al perro y este movió la cola y lanzó y ladrido, para luego meterse en la casa...

dejé de ir de un lado a otro y volví a mi casa. allí estaba mi cuarto, mis libros, televisor, mis textos, estaba todo cuanto había hecho a lo largo de mi vida... vi mi cama totalmente desarreglada, llamándome. me eché a dormir y tuve sueños, muchos sueños, demasiados sueños, tantos fueron que cuando desperté aún estaban allí, a mi lado, como nubes, personajes raros, embarrándose con mi realidad del momento. me levanté y todos mis sueños se disolvieron en el mar del miedo a la vida y a la muerte. miré la ventana, luego, me miré al espejo y me puse a llorar en silencio, sin derramar una sola lágrima. estaba solo y sin destino, y lo sabía muy bien...


san isidro, octubre del 2007

Wednesday, October 10, 2007

malos augurios



de solo verle me dan ganas de escupirle la cara. ese fue mi sentimiento de ayer. hoy, todo es diferente. somos amigos a pesar que ha liquidado uno de mis sueños, uno mas y no sé si agradecerle o pegarle. las cosas en la vida son así, diferente a como uno se imagina que saldrán...

ya mas tranquilo, le llamé por teléfono y le dije la verdad. no deseo mas laborar juntos. eso es lo que siento y eso haré. quizá me llamen loco, pero ¿quién no lo es?. ¿mañana seré feliz? ¿huiré tras las alas de uno de mis sueños? ¿vendrá la primavera de la vida a mi vida? no lo sé... pero sí sé que mañana será otro día y esta noche será una gran noche. en verdad, le pido a Dios y al Señor que apaguen esta ira...

san isidro, octubre del 2007

Tuesday, October 09, 2007

maneras


abrí los ojos y empecé a escribir.

la vida en esencia es simple, tan solo respiras y ya, todo un regalo... hace mucho que no pensaba en esto de los bichos que siempre molestan de noche, sobre todo cuando uno se sienta a escribir. cogí y doblé un periódico y busqué que aplastar a esa molestia. de pronto el cosito este se puso frente a mí. iba a aplastarla pero al verlo allí, moviendo sus alitas, girando en forma antihoraria y luego horaria, me gustó apreciarla. pensé en esto de que estos bichos tan solo viven un día o dos, o, quizá unas cuantas horas. me gustó pensar en esto. pensé en las veces en que respirara. imaginé verla volando sobre mi cuarto para luego salir por la ventana e irse a otro lugar, buscando otra lumbre, quizá, o algo que llamara su atención. imaginé que se acercaba a un poste de luz, juntándose con mas bichos como él. ¿qué buscarán?, pensaría. ¿por cuánto tiempo estarán así?, ¿girando hasta quemarse y fundirse apenas tocasen el foco?... me imaginé yo, frente a una luminosidad, hermosa, bella y sin forma pero que inspirara algo mas de curiosidad. me acercaría y trataría de tocarla... es seguro que se iría como muchos de mis sueños y visiones... recordé la cantidad de respiraciones mías, y las del bicho. leí en un libro que estos bichos tienen en proporción las mismas cantidad de respiraciones que un animal grande, pero el ser humano siempre los triplica, es extraño... pareciera que es uno el que decide morir hasta el instante final. puede ser. recordé a Rasputín y las veces en que fue envenenado y acuchillado para luego seguir vivo por voluntad propia... y al final, morir ahogado. suerte la mía de vivir en este instante y sobre todo escribir de ello. agradecer por esta vida y apreciar la noche que tengo en donde estoy frente a un bicho que me muestra la gran magia que es la vida misma en todas sus facetas...

un amigo me preguntó por mi parecer acerca de cómo me gustaría que sea mi vida el resto del tiempo. le dije que feliz, muy feliz. ¿cómo?, preguntó. lo intentaría, eso haría, le dije. ¿cómo?. buscándome y en ese encuentro disfrutar esa magia del sentido de mi vida, en ser feliz haciendo lo correcto. mi amigo sonrió y dijo que él también... nos despedimos y me dijo que la noche es hermosa. sí, le dije.


san isidro, octubre del 2007

Monday, October 08, 2007

sentimientos


quería escribir una bella historia. me senté y me puse a escribir... fue extraño, de mis dedos y cabeza y corazón salían y salían letras extrañas... siempre bellas o eso me parecía. era una historia de un hombre que desea lo mejor para los demás. va de casa en casa y les hace felices mientras él está con ellos. se da cuenta de su error y busca su propio bienestar. lo consigue y cuenta a todos la manera en que lo ha conseguido. nadie le cree. nuestro amigo insiste e insistirá el resto de su vida... "es posible, siempre es posible, la paz es una gran posibilidad". fueron sus últimas palabras mientras viajaba de una ciudad a otra contando su mensaje y la forma en que lo había conseguido... fue extraño. una vez fallecido nuestro amigo todos le creyeron y siguieron sus enseñanzas. se creo una religión con su imagen en todos lados. sin embargo, se había perdido la esencia del mensaje. todos repetían las palabras de nuestro amigo pero nadie caminaba por esas enseñanzas.

pasó el tiempo hasta que una bella mujer habló de lo mismo... pero, todos señalaron a la imagen de nuestro amigo, todos miraron a la mujer y dijeron que no era posible, todos menos unos cuantos que siguieron a esta mujer y realizaron este bello sentimiento de paz interior...

yo también, palabra de paz.


san isidro, octubre del 2007

Sunday, October 07, 2007

dolor de cabeza


el cuerpo que tenemos es una bomba de tiempo, tarde o temprano, revienta...

estaba en esos pensamientos cuando tocaron la puerta de casa. miré a través de la ventana y vi que era el cartero. le abrí la puerta y este me dejó un sobre con dos libros enviados por mi hermano que vive en el otro lado del mundo. me alegré y le di unas monedas. se fue con una extraña sonrisa, misteriosa... me quedé con los libros en la mano mientras le veía alejarse de casa como si fuera una sombra o un sueño. entré a mi casa y me senté en la mesa. abrí el primer libro y empecé a leerlo. era una bella edición de poesía de T.S. Eliot. estuve así, leyendo, por varias horas hasta que sentí el dolor de cabeza. dejé el libro y tomé unas pastillas. el dolor siguió. voy a morir, pensaba. me recosté sobre la cama y cerré las ventanas y dormí con el libro en el pecho. tuve un sueño, en él veía a mi hermano con varios libros en su casa. me preguntaba cuál quería y yo le respondía que todos. sonrió y me dio una pastilla. allí están todos, me dijo. la tomé y la tragué. fue fantástico pues desperté al instante sin el dolor de cabeza. me levanté, encendí las luces y seguí leyendo a Eliot, "Tierra Baldía". me gusta la oscuridad y la profundidad con que se expresa... parece que hubiera hurgado en las cavernas de la vida y el colchón de la muerte...

de pronto, escuché el timbre de casa. miré para ver de quién se trataba y vi a una mujer desconocida. era joven y tierna, bella. vestía todo de negro. me preguntaba quién podría ser, porque jamás la había visto. abrí la puerta y la mujer me dijo si había llegado el cartero. le dije que sí. soy su hermana y mi hermano ha olvidado un paquete en mi casa con su dirección, dijo. me fijé y eran los mismos libros que recibiera anteriormente. le dije que ya había venido el cartero y me había dejado los mismos libros, es mas, lo estaba leyendo cuando me cogió un dolor de cabeza... la mujer retrocedió y con un gesto, me pidió perdón, luego se dio la media vuelta y se fue, llevándose los libros. quise seguirla pero no lo hice. recordé la sonrisa misteriosa del cartero y traté de no pensar en nada. entré a mi casa y busqué el libro de Eliot. no lo encontré... lo busqué por horas y nada. angustiado, sentí de nuevo el dolor de cabeza y me tumbé en la cama. tuve otro sueño. soñé que alguien entraba a la casa. era la bella mujer. me dejado los dos libros y decía que la poesía de Eliot no era oscura, no, era brillante y enriquecida de palabras como la arena de la playa. sonreí y desperté. todo es un sueño pensé, aunque seguía con el dolor de cabeza.

uno se acostumbra a todo... me paré y me puse a esperar a que el timbre de casa sonara de nuevo... estuve así hasta que quedar totalmente dormido, y tuve otro sueño. estaba con T. S. Eliot, y este me preguntaba por la bella edición de “Tierra Baldía”. no la tengo, respondí. Eliot empezó a sonreír de manera misteriosa y de pronto su rostro empezó a metamorfosearse en varias personas... mi hermano, el cartero, la joven vestida de negro, en un señor que tenía fos huecos en vez de ojos, y al final toda esta imagen quedó en una cantidad infinita de letras... desperté y supe que debía escribir acerca de esto, y escribí todo, todo, pero con un dolor de cabeza terrible...


san isidro, octubre del 2007

viejas melodías


llegué tarde. la casa vacía, ni sombra había. siempre me agradó la oscuridad por ello es que me senté en el piso y me puse a pensar. recordé mis libros, uno a uno, la máquina de escribir, la luz de la mañana, mi escritorio, el papel blanco y los escritos arrugados tirados en el piso. era feliz, nadie me conocía... rara vez salía a la calle y si lo hacía era de noche. llevaba lentes oscuros y ropa que cubría hasta mi cara y con una nota compraba en la bodega lo que necesitaba... pero todo lo lindo se acaba. primero llegó un hombre de ojos azules, con dinero y que conocía mi trabajo. me dijo que quería hacerme conocido. le pregunté para qué. con su explicación, me mareé. entiendo, le dije aún así. le di todo lo que hube escrito desde que murió mi madre y se lo llevó. yo seguí escribiendo, tip-tip-tip... -tumb-tip-tip-tracata-tracata-tip-tip... el sonido era como música, me gustaba llenar las hojas en blanco de todo aquello cuanto ocurría en mi cabeza. era feliz, mucho, pero al cabo de unos años llegaron hombres y mujeres con un libro y mi foto en sus manos. querían conocerme. me conocieron, les firmé los libros y vi en sus ojos que algo de mi vida ser llevaban. desde aquella vez nunca mas he vuelto a escribir sobre el papel en blanco. tuve que dejar el cuarto y mudarme a otro lugar. trabajé de cualquier cosa hasta que pasaron veinte años y he vuelto a ese cuarto para encontrar al hombre que una vez fui. no lo encontré. estaba en esos libros que se vendían en las librerías con mi foto. me sentí mal pero desde aquel día no he vuelto a salir a la calle, aunque no he vuelto a escribir una sola línea. espero que algún día, aquel ser, vuelva a mí. lo estaré esperando el resto de mi vida... mientras tanto, miraré las ventanas y recordar la vieja melodía de la máquina de escribir: tip-tip-tip-tip-tip-tumb-racata-racata-racata-tumb-tip-tip....



san isidro, octubre del 2007

Friday, October 05, 2007

lugares prestados


me gustaba lo que hacía hasta que llegaron los gatos. nunca había tenido nada, pero esto de tener un cuartillo, en el techo de un techo, era algo que me gustó mucho, hasta que llegaron los gatos. cuando entraron a mi cuartillo, no dije nada, parecían amigables, pero sus colores y si manera orgullosa de moverse me asustó. uno de ellos se sentó en mi colchón y se enroscó con mis trapos. el otro se puso a sobarse con mi pierna, luego, muchos gatos entraron y todos ellos saltaron a la mesita donde desayunaba. me asusté porque no dejaban de mirarme. de pronto, entró un gato grande un de color gris. todos se bajaron de la mesa y hasta el gato que estaba a mi lado se fue del cuarto. quedamos el gato gris y yo. este se puso frente a mí y se echó en el suelo sin moverse, tan solo respiraba y movía la cola como una serpiente. me iba a parar pero el gato abrió los ojos y me sentí hipnotizado. quise pararme, no pude. vi como el gato cerraba los ojos y yo también, hasta que quedé profundamente dormido sentado en el piso. cuando desperté el gato gris estaba junto a uno gato negro, mas pequeño que este pero parecía mas malo pues en su pelaje tenía muchas heridas y le faltaba un ojo. una cicatriz cruzaba su rostro. el gato gris se le acercó y pareció hablarle. no pude entender, pero vi como este gato negro salía volando del cuarto. yo quería levantarme pero apenas me movía, los ojos del gato me cogían de los hombros y me sentaban. estaba poseído. por suerte hice un gran esfuerzo de voluntad y salí del cuarto. corrí y bajé del techo y cuando estuve en el primer piso me di cuenta que el que había huido era un sueño pues vi un pedazo de mi cabeza cubierta por las colas de todos los gatos... iba a seguir corriendo pero decidí volar. abrí mis brazos y me elevé como un globo. era bello estar flotando en pleno cielo, como si fuera un sueño del cual nunca mas despertaría, pero sentí curiosidad de ver mi cuerpo. entré al cuarto y vi mi cuerpo enterito. traté de entrar en él, pero no pude. de pronto mi cuerpo abrió los ojos y pude ver los ojos del gato gris... seguí flotando hasta llegar a la oscuridad de la noche eterna. nunca mas he vuelto a despertar, excepto para escribir, aunque no sé bien quién escribe, el gato gris o yo...


san isidro, octubre del 2007

Thursday, October 04, 2007

buscando una historia



tenía tres libros a mi lado. ya había empezado a leerlos. yo leo varios libros a la vez. eso no es bueno, eso recomiendan, pero para una persona como quien les escribe, leer es un lujo. trabajo criando conejos en una granja, ayudo a mis padres en la granja, estudio en el colegio, tengo dos hijos menores de edad, y, sobre todo, creo en Dios por sobre todas las cosas, es mas, le temo... puedo ir al infierno, directo si no hago su voluntad. ¿cuál es?. complacerle, es decir, ser feliz como cualquier padre quisiera para su hijo. pero, eso de ser feliz es algo muy complicado. se necesitan fórmulas, una historia y educación de hijo único. en fin, complicado. soy uno mas que no es feliz en la vida, de vez en cuando sí lo soy, pero no hay fórmula, sucede cuando menos lo espero. en fin, así sucede para mí...

como decía, tengo tres libros en la mano pero he decidido escribir un poco, mas o menos un par de horas. me gusta hacerlo mas que hacer el amor. una se abre y se va, viaja, se inclina y sale ese jugo del alma. acelera esa fuerza que escupe magia y se abre esa rosa interior, del cual brota eso tan bello que es la vida... sí, ese lugar en donde sale la vida a través de nuestras narices.

y escribí esta historia extraña pero real de una mujer de ochenta años que teme morir, a pesar que es conciente que es inevitable. se cuida. toma pastillas. se abriga para dormir. sonríe a quien no la mira o sí la mira. sonríe porque le hace mucho bien. esta señora va a morir dentro de unos momentos. me han mandado a que le clave esta hacha en medio de su cabeza blanca por sus cabellos. tan solo en crimen y castigo. claro que es un acto totalmente sicótico, pero es lo que tengo que hacer. ya ha llegado a su casa. la estoy esperando en una esquina del interior del edificio en donde ella vive. me he escondido tras una caja de cartón, bastante grande. la escucho que sube las escaleras. veo por la baranda su cabello blanco y ese vestido negro y rojo como los petirrojos. sus pasos son arrastrados. usa una botas con taco, negras y pesadas. estamos en invierno. una bufanda y guantes. cada vez la escucho llegar hasta donde me hallo. salgo de la esquina con el hacha en la mano. la levanto, estoy preso de adrenalina y algo extraño llamado locura. ella me mira a los ojos y calla. tan solo respira. retrocede un poco... avanzo y le corto le pase. la miro a los ojos. ella mira los míos. es una anciana muy dulce. me agrada su manera de mirarme. nunca la he visto, pero se parece a la mujer de "Crimen y Castigo". noto que mis manos sudan, mi frente está helada y mis manos son como culebras que andan hambrientas de sangre. con los ojos le digo que va a morir. ella responde con los ojos y sus gestos faciales: ¿por qué?. no lo sé, pero no pienso mas y noto que su frente se llena de sudor, como gotas de agua. teme, pienso. bajo el hacha y por error el hacha cae al lado de su cabeza y parto una canasta llena de frutas. veo rojo. es la sangre de las frutas. escucho que la vieja grita, fuerte. me asusto y empujo a la anciana y bajo las escaleras. no veo a nadie, todo está en silencio, menos los gritos muertos de la anciana que parece llorar por sus frutas aplastadas por mi hacha. es una locura pero salgo corriendo a la calle y no me detengo hasta llegar a mi casa. mi esposa y mis hijos me esperan. ellos me dicen que les cuente una historia. les cuento que un hombre fue a matar a una anciana y no pudo hacerlo porque temía que el infierno le llegara antes de que muera.

apago las luces y salgo de mi pieza. no hay nadie en la calle. escucho un avión cerca de mí. pienso en la gente que está dentro. imagino en las chicas que atienden. son bellas y atentas. las miro con mi imaginación y vuelvo a escribir, un poco mas, luego, veré si leo los tres libros que tengo frente a mis manos y ojos...



san isidro, octubre del 2007

Wednesday, October 03, 2007

mis manos



tengo eso de cosas extrañas, miro mis manos y veo mis cinco dedos en cada uno de ellas. los recuerdo de años atrás, siempre largos y delgados, siempre con sus uñas a medio cortar, sucias, feas en otras palabras. una tarde le pregunté a mi madre qué le parecían mis manos. me dijo que tenía manos de trabajador. pensé que era verdad. trabajaba demasiado y casi por unos centavos. era joven y gustaba hacer las cosas sin pensar en nada mas que en lo que sentía en aquel momento. miré mis manos de joven y las limpié con un poco de agua en un caño del pueblo. estaban muy sucias, había cargado demasiada tierra en el jardín. era joven y hacía lo que se me venía en la cabeza. esa tarde me senté a ver el jardín y vi que parecía respirar o latir así como mis manos, mis venas. cerré los ojos y escuché una voz que decía en un idioma adánico que abriera los ojos y empezara a limpiar todo jardín. le hice caso y limpié todo el lugar que estaba lleno de piedras y mala hierba. mis amigos o curiosos que estaban cerca me miraban y pensaban que estaba loco. sonreí, no sé si porque me daban risa o porque hacía lo que quería y sentía hacer sin importarme nada mas que ello, como si la intuición fuera la voz de toda verdad. luego de recordar, salí a la calle y fui a una bodega. me encontré con una chica hermosa. la seguí por horas, hasta que llegó a su casa. la vi entrar y antes de que lo hiciera, la llamé. ella volteó y me dijo qué deseaba. me acerqué y le pregunté qué le parecían mis manos. se las mostré. ella las miró y luego miró las suyas. le miré sus manos y noté que eran manos muy pequeñas. tienes manos de ángel o niña, le dije. sonrió y me dijo que yo tenía manos de trabajador o de loco, pero uno de esos que no hacen daño a nadie ni a sí mismo, tan solo viven del tiempo y de la belleza y de sus manos. me gustó mucho sus palabras. le dije si podía tocar sus manos con las mías. dijo que sí. las puse palma contra palma, estaban cálidas. noté que eran pequeñas con respecto a la mías. ella me miró a los ojos y enroscó sus dedos con las míos. me sentí raro pero me dejé llevar. al rato se soltó de mis manos y me dio un beso en la mejilla, casi en la comisura de los labios. eres bello, me dijo... ¿y mis manos?, pregunté. sonrió y dijo que también. me alegré de su respuesta y me despedí con esos adioses de manos... la vi entrar, abrir la puerta de su casa y cerrarla. yo retrocedí hasta llegar a un árbol no lejos de su casa. me puse en una esquina y me fijé en las luces de la casa. todo estaba encendido. vi lo que pensé era el cuarto de la bella muchacha. pareció que aún no subía pues no veía una sola sombra ni de sus manos pequeñas... volveré, volví a pensar. me di media vuelta y decidí ir a mi casa. mientras caminaba jugaba con mis manos y la sombra que de ellas emanaba por la luz de la luna... era un lindo juego de sombras e imágenes de teatro nocturno, hasta que llegué a mi casa. entré y subí a mi cuarto. cerré mi puerta y luego, me puse a escribir, y mientras lo hacía, miraba mis manos como tentáculos de un desconocido ser... así estuve por dos horas, mirando mis manos, y luego me eché en la cama... antes de apagar las luces, miré mis diez largos dedos y la palma de mis manos y sus líneas que se cruzaban como queriendo dibujar la señal de mi vida... eran manos especiales y labradoras, mágicas... cerré los ojos y dormí el resto de la noche, tranquilo...


san isidro, octubre del 2007

Tuesday, October 02, 2007

intermitencias



tendría una sed de paz si tuviera las ganas de ser un santo, mas no la tengo, y, si tengo algo no sé lo que es en verdad. mi nombre no importa, sólo importa este instante en que puedo escribirte o escribir un poco de aquello que tiene que salir de este caudal de sentimientos o sensaciones que no es lo mismo. nací un día como hoy, a eso de las once de la mañana, quizá unos minutos mas, no recuerdo. aún siento los latidos de mi cuerpo y esa luz cegadora que quemó toda la quietud del umbral de la vida, pues antes de salir del vientre materno, vivía y antes de llegar, también, pero eso es algo que no se recuerda porque no pertenece al tiempo ni al espacio. nací, me pusieron nombres, crecí y fui un amasijo de pensamientos y carnes. fatal fue mi vida. una aguja estaba en mi alma. quería saberlo todo y no sabía con qué se podía saber. todo era recordar y recordar o marchar así como las hormigas, adelante y si destino mas que el de toda una comunidad que busca lo mejor para ellos mismos. no saben nada. uno tan solo desea sentirse bien, de cualquier forma. bien, bien, bien, siempre bien... eso es lo que uno tiene que sentir, pero eso es lo mas difícil de sentir o encontrar o asir con las manos un momento, una hora, media, un cuarto, minutos quizá, pero no, tan solo dura en este mundo lo que dura el paso de una nube el el cielo. viví y supe que iba a morir como todos. me gustó el destino. sentía que ese era lo mejor, que allí encontraría el descanso, me rasgaría las carnes y sería de nuevo un ser vivo sin tiempo ni amasijos añadidos.



es una mujer que vino temprano a mi cuarto y me dejó una botella vacía de inca kola. se la recibí y ella me pidió dinero. era muda, tenía un cartel en el cuello y pedía una bondad. le di unas monedas, se fue tranquila y rápidamente. miré la botella y quise estar dentro de ella. imaginaba viajar a través del mar. encontrarme en una isla y salir de la botella y encontrarme con una manada de perros hambrientos pero no de mi cuerpo si no de algo diferente. estos perros hablaban como hombres y yo les entendía. fuimos amigos por muchas noches hasta que en un amanecer llegaron otra mañana de gatos de todos los colores y se aferraron al cuello de cada uno de los perros, hasta dejarles sin vida. luego de acabar con todos ellos, se fijaron en mí. ¿quién eres?. les dije que era un hombre que viajaba a través de una botella por todos los mares del mundo. ¿mundo?, repitieron todos como si quiseran saborear esa palabra, bella palabra. entendieron algo y desde esa noche o amanecer me llamaron "mundo". les vi jugar entre ellos. yo tan solo les ayudaba en lo menos importante, como era pasear a sus gatitos, cuidar de sus pertenencias que eran pocas y bien cuidadas hasta que una noche supe que debía escapar. escapé. nadé a través del mar, hasta que las fuerzas me dejaron y me hundí como una piedra. lo bueno es que aprendí a respirar y respiré. conocí a muchos peces y extraños seres, pero cada uno de ellos me miraban y decían: hermano, hermano, hermano... lo decían de una manera tan dulce y silenciosa que supe que era verdad. salí del mar y cuando vi al primer humano supe que debía amarle y le amé por siempre jamás. este me dijo algo que nunca olvidaré: enséñame... pero, no pude, hasta el día de hoy, aunque, le amo con toda mi alma y a casa ser humano que llega, le repito lo mismo: te amo, te amo, te amo...


san isidro, octubre del 2007