Friday, August 01, 2008

raras


Quien ve esto, ve a un loco… Mis padres lloraban al verme sentado en mi escritorio sin comer ni dormir. Quería escribir la verdad. Tomé tantas fotos de mi cara que tuve un sentimiento de locura total. Era un imbécil. Mi cámara estaba dañada. ¿Quién hizo esto? El silencio me hizo volver unas horas atrás mientras tomaba fotos por mi ventana a la noche hasta que vi a un hombre parado frente a mi ventana. Le tomé una foto y este me dijo si podía tomármela a mí. Si, respondí. Subió a mi pieza y durante toda la noche me tomo una sola foto, sin parar hasta que dejó la máquina y sin decir adiós se fue por donde vino. Es decir, por la ventana de mi pieza. Quise ver por donde caía pero no pude ver mas que ruidos de aves y grillos. Enloquecía y eso me decía que estaba al borde la genialidad o, la locura. Eso lo dirán los anormales seres que leen estas cosas sin sentido. Me senté frente a mi ventana y cogí la cámara y tomé foto tras foto y cuando quise ponerla en la web tan solo vi un pedazo de mi cara. Loco, pensé. ¿Y qué? Siempre que hay algo diferente lo hace a uno mas hombre que de lo normal. Es único y morirá bajo ese fugaz recuerdo. Cogí la cámara y bajé todas las fotos en la página web… Al cabo de unas horas recibí muchos emails, diciéndome que era un chistoso, loco, o un genio… ¡Estoy cerca! Bajé de mi pieza y salté por todas las calles, regando mis textos bajo todas las casas del vecindario. Amaneció y con la luz del alborear, como drácula, corrí bajo mi refugio. Miré a mi padres que como un cigarro empezaron a esfumarse y volverse ovillos de lana, o tejidos de araña… Mis padres, pensé. Los amo y ellos me aman bajo toneladas de tierra. Los amo y siento eso que se siente cuando la tierra grita todos mis nombres bajo el tono de sus amadas voces…


San isidro, agosto de 2008

vuelos nocturnos


tengo eso que tienen todos en el alma que se llama piedad. miraba a mi amigo echado cuando decidí tomarle una foto. imaginaba lo que pensaba. mujeres, siempre mujeres, y, de cuando en vez, de niños... le quise despertar pero decidí salir al fresco y olvidarme de la gente, amigos, etc... mi vida estaba en paz y nada hacia nada por cambiarla. volaba alto, casi olía las estrellas y el estiércol de las aves. miré hacia abajo y vi mis huellas a todo lo largo de mis pasos por la vida. miraba siendo joven, viejo, etc. miraba a mis padres vivos. miraba, siempre miraba hasta que supe que todo lo sabía. recordé a mi amigo echado en la silla y le llamé con mis sentimientos. abrió los ojos y voló hasta donde me hallaba. ¿cómo me encontraste?, pregunté. nada, respondió, soñaba que volaba y cuando desperté, aun estaban mis alas en mi cuerpo. sentí un impulso y volé hacia los abismos de la eternidad. y, allí, te vi a mitad de desaparecer, como las nubes en los días de sol. quise ayudarte pero tu volvías al mundo de los miedos, sueños, y siempre, con los ojos de un hombre sin edad... te vi alejarte y antes de perderte de vista te di una monedas y mis alas... lo recibiste y con tus manos abrazaste el resto de mi cuerpo que se deshacía como pompas de jabón... adiós, te dije y tu te sumergiste en ese mudo bloque de los sueños de los dioses...


san isidro, agosto de 2008