mujeres

Siempre quise tener un hijo varón, pero la vida da sorpresas. Ahora tengo seis hijas. Mi esposa tiene hermanas, y su madre es madre soltera. Incluso tengo una gata, que hace poco tuvo seis gatitas. Me siento extraño, pero así ha sido después de seis intentos. Hace poco conocí a una joven y tuvimos intimidad; como siempre, nació una mujer. Hasta con la empleada de casa ocurrió lo mismo. Además, dos de mis hijas mayores han tenido dos nietecitas. Al final, me he dado por vencido. Seguiré bebiendo mi cerveza, trabajando y buscando amistad en mi barrio. Extrañamente, cada vez que hablo con mis amigos, el tema recurrente son las mujeres. Por eso casi siempre tomo solo, camino solo, y al mirarme al espejo noto algo femenino en mi rostro. Me encanta la ropa de mis hijas; un día me la probé y me gustó. Tal vez mi destino sea ser femenino o travesti, no lo sé, pero estar con otro hombre me da náuseas, prefiero estar con mujeres. Curiosamente, cada vez que estoy con mi esposa o mi querida, sus rostros empiezan a mostrar algo de hombría en sus gestos. Por eso pienso que debo dejarme de tonterías y seguir con mi vida, escribiendo, porque ahí encuentro una verdadera libertad.