es extraño, cada día leo menos y escribo mucho menos... ha llegado el punto de que ni siquiera leo, tan solo vivo y vivo con mayor intensidad...
Friday, December 28, 2007
cumplidos
me había prometido no hablar con nadie. tuve que encerrarme en mi trabajo y luego ir directo a mi casa. pude lograrlo por cerca de una semana pues una noche alguien tocó la puerta. era un perro, un bello animal, pequeño, casi del tamaño de mi mano. lo levanté y empecé a acariciarlo. este movía la cola como limpia parabrisas. nos hicimos amigos hasta que sin darme cuenta volví hablar con medio mundo. les contaba de mi perrito y de mi vida que estaba llena de fantasía. todos me miraban absortos de mi alegría, parecía que no le creyesen pero sí que lo deseaban creer. una noche llegué a casa y no encontré a mi perrito. lo busqué por todas partes pero no lo hallé. volvía a encerrarme en mi silencio, aunque dentro de mí estaba lleno de recuerdos y anhelos y esas cosas que alegran esta vida por instantes. así pasaba mi vida hasta que una noche regresó el perrito. estaba igualito. le pregunté en dónde había estado. no respondió y noté que no movía la cola ni siquiera pestañeaba, nada. entró y se puso a comer de todo. le miraba pero era diferente. salía de mi casa y trabajaba y hablaba, pero mi hablar era triste y melancólico. una tarde entré en mi casa y el perrito había vuelto a desparecer. esta vez, lo tomé diferente. las cosas había cambiado, quizá era yo. salí de casa al día siguiente y veía en cada persona los ojos del perrito, y sus manos se movían así como su cola... la alegría era como mi Sol, y así estuve hasta que en cada sombra notaba que mi perrito estaba atrás. me puse hablar con cada una de las sombras de la noche y una de ellas me contó la verdadera historia del perrito. me dijo que todos los perros eran hijos de la mierda de los hombres, y que la alegría que yo veía era mi alegría escondida dentro de mi vida. muchas cosas mas me dijo y cuando volvía a casa, la sombra se había esfumado. al día siguiente vi a mi perrito y cuando le miré los ojos, vi la sombra que me hablase la noche anterior. saludos, le dije, y el perrito empezó a aullar como un lobo frente a la luna... seguí caminando hasta que perdí la conciencia. cuando volví en sí, estaba en una cama y noté que cada palabra que salía por mi boca era un ladrido, y en los ojos de la gente veía la sombra que me hablase una noche en que buscaba a mi perrito... me gustó estar así, y me puse a dormir hasta el día siguiente en que quizá los ojos de las personas me hablasen de esos que tanto me gustaba, como la alegría y la soledad...
san isidro, diciembre del 2007
bellas manchas
siento
gozo
sonrío
respiro mucho...
me encanta lo último
es como ver un ave
parado sobre una rama de un árbol...
cuando niño
gustaba correr sin parar
era un avión sin motor
mis labios y brazos
elevaban eso tan sensible
mi alma
mi imaginación
y todo cuanto viví
fue real en el ayer...
veo tanto en estos días
gente que va y viene
que compra y vende su tiempo
por la sonrisa del amado...
veo tanto y siento tanto...
espero que todo cuanto siento
sea una lágrima de lluvia
que cae
sobre la semilla del ahora
veo
corro
respiro
y muchas veces lo olvido
aunque este
no me olvida
hasta el instante
en que la noche
borra mi conciencia...
san isidro, diciembre del 2007
dicen por allí
que la noche canta
que los niños rien
que mis manos escriben
que todo es hermoso
que mis sueños son reales
que todo cuanto miro es mentira..
eso dicen por alli
a las seis de la tarde
cuando el Sol se hace gris
y la gente guarda el cuerpo
y los sueños arañan la conciencia
me pongo una bufanda
y salgo a caminar
entre ríos y sombras,
entre tanto silencio
que amo ese canto
que sabe a pura soledad
dicen por allí
pero sólo dicen
mas no viven este instante
de genuina paz y soledad...
san isidro, diciembre del 2007
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