Friday, February 29, 2008

¿dónde está el cielo?


no tenía nada que decirle aunque, un beso mas... no estaba de mas. la última vez, pensé. me acerqué como un gigante y cuando sentía su aliento, entreabriendo sus labios, sacando la lengua, sentí un cosa dura introduciéndose en mi estómago. lentamente caí, como si entrara al mundo de los sueños y vi, ya en el suelo, el rostro de ella, mi ex-novia, con una sonrisa temblorosa y los ojos llorosos, y una voz que no podía entender al verme cada vez mas y mas lejos... de pronto, todo se hizo minimalista, como si fuera un gigante escondido tras de mi ser, y vi todo mejor, con mas tranquilidad y poder. alcé algo en mi mano y la toqué; ella quedó helada, como piedra de carne y sangre. no temas, le dije. dejó de llorar y soltó el puñal lleno de sangre. no temas, estoy muerto, le dije, pero no temas, todo se solucionará. coge el papel y dámelo. hizo lo que le pedí y escribí que todo había sido un accidente, que ella no tenía nada que ver... la vi mas tranquila, pero, observé en sus ojos una multitud de voces, una multitud de personas que gritaban que huyese, que no escuchara, que deliraba, que buscara a su madre, etc. no temas volví a decir mientras le entregaba mi hoja escrita manchada de sangre. la cogió firmada y lista. le dije que fuera a la comisaría y dejara el papel escrito... se dio media vuelta y la vi correr como un conejo hasta llegar a una esquina, subir a un auto y desaparecer por las calles... allí quedé yo, dentro de un gigantesco ser de carne y sangre, muerto para siempre, pero aún existiendo en un estado diferente, como si mi ser siempre hubiera nacido de aquella materia... vi la luna brillar diferente, más plateada que nunca, y la escuché hablar: ven, ven, ven... alcé mis alas o algo parecido, y un viento me elevó hasta perderme en la inmensidad del cielo, lleno de estrellas que me hablaban como si personas, hermanos... ¿esto es el cielo?, pregunté. no, no, no..., respondieron. ¿en dónde está el cielo?, pregunté. ¡¡abajo, abajo, abajo…!!, escuché gritar a una y otra de las estrellas. miré hacía el lugar del que hablaban y observé que señalaban hacia el mundo, mi mundo azul, aquel en que estuve años y años... no supe qué hacer, pero sentí dentro de mí que tendría otra oportunidad... sí, eso sentí mientras cantos y mas cantos penetraban en todo mi sentir... sí, eso sentí… estuve en el cielo...


san isidro, febrero del 2008

Thursday, February 28, 2008

esos regalos


soplé todas las velas. no quedó una sola. corté la torta y la repartí a la gente que me rodeaba. eran mis familiares y llegaron de tan lejos. allí veías a ese viejo pelado con sus dos hijas, malhadadas y con sus ojotes celestes y agotados; o ese otro que vino de la ciudad aledaña con una mujer preciosa y muy joven para él pero con una niña morenita y que yo sepa, ni uno de ambos era así... luego mis dos hermanas gemelas que tan solo gustan tragar y guardar lo que sobra para dárselo a sus perros y gatos, porque ambas aman a gatos y perros por igual, aunque ambas se detesten en vida. esperaba que terminase la reunión cuando entró un hombre parecido a mí. ¿quién es?, preguntaron todos. soy su hermanos gemelo, dijo y con las mismas se sacó el saco, los zapatos y todo lo demás, quedando tan pelado como un plátano. toda la familia se fue, antes llamaron a la policía para llevarse a ese loco. quedé solo, con mi loro que repetía todo cuanto escuchaba. cerré la puerta y encendí la TV. daban una porno, así que me saque el muñeco y empecé ahorcarle. de pronto sonó la puerta, tuve que vestirme y apagar la TV. abrí la puerta y era una vecina con un regalo. gracias, le dije, pero ella entró y sin decirme palabra me dio un beso en la boca, luego, me introdujo su lenguaza... fue una locura, hicimos el amor como chanchos y al rato me pidió dinero por unos días. se lo dí y al poco rato se fue... apagué las luces de casa y me puse en la cama. por suerte, no tuve un solo sueño, pero, mis ojos no se cerraban hasta que una voz penetró mi conciencia. ¿eres feliz?, dijo. no, por supuesto que no, y no deseo serlo, así que, si me disculpa, voy a dormir. apenas pensé eso, quedé dormido... al día siguiente alguien tocó la puerta y me dejó una nota. la abrí y era un libro de erotismo. lo abrí y me saqué el muñeco, pero, no sé por qué no hice nada, tan solo leí el libro y no lo dejé hasta terminarlo... apenas terminé, escribí un cuento, y, no sé por qué, fui feliz... ¡sí señor!

san isidro, febrero del 2008

Wednesday, February 27, 2008

viajes cercanos


tuve un sueño con un desconocido. extrañamente se me hacía familiar. desperté y su rostro aún no se me iba de la mente. me bañé, cambié y vestí para ir al locutorio, lugar donde trabajaba. en cada persona que entraba buscaba ese rostro. pasó la tarde. vino la noche y ya a la hora de salida, supe que no vendría... volvía a casa y extrañamente me acosté muy temprano. soñé con la misma persona, pero, esta vez, se me hacía mas viejo. le pregunté qué le había pasado. me dijo que alguien lo había estado buscando durante años y años, y que, él, tenía que ocultarse año tras año. pero, quién es esa persona, pregunté. bueno, es un tío extraño, porque, le debo dinero pero no sé cuánto ni dónde le debo pagar, pero de sólo saber que se aproxima a mi existencia, huyo como un poseso. no quise decirle que era yo quien lo buscaba y aquella noche la pasamos jugando a las cartas, hablando de literatura y de mujeres. desperté de muy buen humor y traté de no buscar a mi amigo de los sueños. llegué al locutorio y no sé por qué sentía que alguien me observaba. es mi amigo de los sueños, pensaba. terminé el trabajo y volví a descansar para soñar con mi amigo. esta vez le vi mas viejo y muy mal vestido. me preocupé y le dije mi sentir. me dijo que una mujer le había seguido y que era amiga de ese hombre que le buscaba, y está muy preocupado por si lo encuentran. le pregunté en dónde se escondía. me dijo que en mis sueños... pero, cómo te van a encontrar si vives en algo tan irreal, le dije. justo por eso, porque la persona que sueña conmigo se ha metido a escondidas, y lo busca... no supe qué decir y al día siguiente, desperté. fui al locutorio y de pronto, vi a mi amigo de los sueños. hola, le dije, al fin de conozco... sí, pero debes ayudarme, me dijo. necesito dinero, mucho dinero y sé que tu lo tienes, préstame. no puedo, le dije, es dinero de mis ahorros... insistió pero no le di un centavo... llegué a mi casa y extrañamente no soñé con mi amigo, pero sí con una mujer y un hombre muy bien vestido que lo primero que hicieron fue encarcelarme por deudas... ¿por qué me hacen esto?, pregunté. ya lo sabrás... al día siguiente desperté y fui al locutorio. apenas entré vi que alguien se había llevado todo el dinero del negocio. tres personas teníamos las llaves. dos de ellos eran los dueños a los que sólo conocía de voz. apenas les vi, noté que era una mujer y un hombre muy elegante... me encerraron y preguntaron acerca de un hombre, amigo que tenga... les dije que sólo conocía a una persona, pero esta, vivía en mis sueños... se quedaron mirándome a los ojos por varios minutos, luego, me llevaron al loquero.

pasaron los años y mi amigo aún está en mis sueños. esta vez goza de muy buena salud y tiene mucho dinero. hay veces en que me quedo en sus sueños y la pasamos bien... no me gusta salir o despertar de ese lugar, pero, siempre me despiertan y salgo a pasear por los pabellones del loquero... y cuando llega la tarde siento que mi vida no es tan triste que digamos ni menos miserable, a pesar que viva en medio de la inmundicia... porque, cierro los ojos y estoy lejos, acompañado y en una hermosa casa llena de camas y personas que duermen y duermen sin que les guste despertar... ese es mi lugar, pienso mientras sueño...


san isidro, febrero del 2008

viajes oníricos

tuve un sueño con un desconocido. extrañamente se me hacía familiar. desperté y su rostro aún no se me iba de la mente. me bañé, cambié y vesti para ir al locutorio, lugar donde trabajaba. en ca persona que entraba buscaba ese rostro. pasó la tarde. vino la noche y ya a la hora de salida, supe que no vendría... volvía a casa y extrañamente me acosté muy temprano. soñé con la misma persona, pero, esta vez, se me hacía mas viejo. le pregunté qué le había pasado. me dijo que alguien lo había estado buscando durante años y años, y que, él, tenía que ocultarse año tras año. pero, quién es esa persona, pregunté. bueno, es un tío extraño, porque, le debo dinero pero no sé cuánto ni dónde le debo pagar, pero de sólo saber que se apróxima a mi existencia, huyo como un poseso. no quise decirle que era yo quien lo buscaba y aquella noche la pasamos jugando a las cartas, hablando de literatura y de mujeres. desperté de muy buen humor y traté de no buscar a mi amigo de los sueños. llegué al locutorio y no sé por qué sentía que alguien me observaba. es mi amigo de los sueños, pensaba. terminé el trabajo y volví a descansar para soñar con mi amigo. esta vez le vi mas viejo y muy mal vestido. me preocupé y le dije mi sentir. me dijo que una mujer le había seguido y que era amiga de ese hombre que le buscaba, y está muy preocupado por si lo encuentran. le pregunté en dónde se escondía. me dijo que en mis sueños... pero, cómo te van a encontrar si vives en algo tan irreal, le dije. justo por eso, porque la persona que sueña conmigo se ha metido a esondidas, y lo busca... no supe qué decir y al día siguiente, desperté. fui al locutorio y de pronto, vi a mi amigo de los sueños. hola, le dije, al fin de conozco... sí, pero deves ayudarme, me dijo. necesito dinero, mucho dinero y sé que tu lo tienes, préstame. no puedo, le dije, es dinero de mis ahorros... insistió pero no le di un centavo... llegué a mi casa y extrañamente no soñé con mi amigo, pero sí con una mujer y un hombre muy bien vestido que lo primero que hicieon fue encarcelarme por deudas... ¿por qué me hacen esto?, pregunté. ya lo sabrás... al día siguiente desperté y fui al locutorio. apenas entré vi que alguien se había llevado todo el dinero del negocio. tres personas teníamos las llaves. dos de ellos eran los dueños a los que sólo conocía de voz. apenas les vi, noté que era una mujer y un hombre muy elegante... me encerraron y preguntaron acerca de un hombre, amigo que tenga... les dije que sólo conocía a una persona, pero esta, vivía en mis sueños... se quedaron mirándome a los ojos por varios minutos, luego, me llevaron al loquero.

pasaron los años y mi amigo aún está en mis sueños. esta vez goza de muy buena salud y tiene mucho dinero. hay veces en que me quedo en sus sueños y la pasamos bien... no me gusta salir o despertar de ese lugar, pero, siempre me despiertan y salgo a pasear por los pabellones del loquero... y cuando llega la tarde siento que mi vida no es tan triste que digamos ni menos miserable, a pesar que viva en medio de la inmundicia... porque, cierro los ojos y estoy lejos, acompañado y en una hermosa casa llena de camas y personas que duermen y duermen sin que les guste despertar... ese es mi lugar, pienso mientras sueño...


san isidro, febrero del 2008

disparos pe...


decidí salir después de ver una película en casa. era tarde y no vi una sola persona. di un paso, luego otro hasta llegar a la encalada de la ciudad. unos niños jugaban al fondo, eran tan naturales, lindos... sentí que así debía haber sido mi vida pero ya no podía dar vuelta atrás. cogí mi arma y maté a todos los niños. corrí sin darme cuenta que tras de mí habían mas niños que al verme disparar, quedaron como estatuas... les miré, acerqué y les di mi arma. mátenme, les dije. uno de ellos, el mas alto y grande cogió la arma y disparó al cielo... luego dijo que odiaba a esos muchachos, y que por el fuera no había visto nada. todos rieron y asintieron. los vi felices, demasiado para soportar semejante sentimientos. un momento, les dije una vez tenía el arma en mis manos. ¿por qué son felices?, pregunté. está loco, dijeron y retrocedieron pensando lo peor. les maté uno por uno, uno por uno... aun recuerdo sus ojos brillando por última vez, sus cuerpos desinflándose y sus manos abiertas listas a recibir su último regalo...

volví a mi casa y esperé, poco antes, encendí la TV y vi que buscaban a un hombre. dejaron teléfono y recompensa. llamé y pedí la recompensa. tuve que ir por el dinero, y antes me hicieron millones de preguntas. todas las respondí y todas me creyeron. sobre todo que soy maestro de niños en un gran colegio de la ciudad. salí y con el dinero de la recompensa, y ya explicado que fueron los chicos quienes se dispararon los unos a los otros, creyeron todo...

volví a mi cuarto y lo primero que hice fue comprar armas mas sofisticadas. las tuve al poco tiempo y luego, busqué acabar otro tipo de vida, no humana por supuesto, la mía por ejemplo…



san isidro, febrero del 2008

Monday, February 25, 2008

pequeñas esperanzas


estaba echado en mi cama cuando una mariposa, mejor dicho, una polilla se puso a dibujar tras su vuelo, arabescos... cogí un papel y dibujé o traté de traducir su experiencia... lo que sentí al verla posarse sobre mi pié fue muy dulce. recordé la novela de García Márquez, Crónica de una muerte anunciada. me gustó la idea y me puse a escribir acerca de las polillas. les puse un nombre igual al mío, pero con diferentes números. no sé cómo, pero, quedé dormido con mis ideas dibujadas sobre el papel. soñé, desde luego, con polillas, y una de ella tenía la cara de mi hermana menor. ¿vas a casarte?, pregunté. sí, pero no deseo que nadie se entere. respondió. la vi subir hacia el cielo celeste hasta fundirse en mis sueños e ideas... desperté y leí el papel que tenía en las manos. trataba de cuentos, sueños, poemas, ideas surrealistas, tantas cosas que tuve que guardarlas en mi escritorio. me vestí y salí a la noche, la luna estaba en su lugar, y, mi poema también... todo estaba bien, todo, todo...

san isidro, febrero del 2008

lámpara


escuché
siempre escucho
que el dolor vacía la belleza
que el color es ausencia de tristeza

no lejos de mi vida
encontré una caja
brillaba como foco
la cogí
la besé
la abrí...

dos hermanos salieron
dos hermanos murieron
dos hermanos vivieron

una calle asfaltada
ladeaba el camino luminoso
escogí el sendero asfaltado
y llegué a mi casa

dos hermanos esperaba
les pedí un poco de sal
me dieron vitaminas
y una poca de papel

escribí sin parar
hasta que la noche brilló
ante mis ojos estaba la belleza
que brillaba en el papel...



san isidro, febrero del 2008

sentado


sentado día a noche
enfrento a la hoja
no dice ni pío
nada
silencio sin silencio
debo hacerlo,
debo...

no sonaba
cuando escuché estas líneas
decían cuanto amaba
la vida
la muerte
todo silencio entre silencios...

debí llorar día a noche
cuando todo se hizo letras
sonidos escritos
cantos de aves,
secretos con puertas abiertas...

tanto se dio aquella tarde
que no era ni día ni noche
que brotó lentamente
una flor
con aroma de poema...




san isidro, febrero del 2008

Sunday, February 24, 2008

sentido mental


me muero es lo primero que pensaba cuando el Sol quemaba toda mi cara desnuda después de abrir la refrigeradora y el aire frío de la máquina me hacía sentir que estaba frente al cielo alto o al paraíso cerca de Dios o de alguna persona incapaz de saber lo que hace delante de semejante idea, sueño, señor, señora, por qué no si se puede ser lo que se quiere cuando se tienen todos los poderes dentro de una sola inmensa palabra aunque esta sea sólo español porque si fuera otra palabra no estaría escribiendo esto que sale de mis dedos, mente y que ustedes tratan de leer porque si no lo hacen habrán perdido el tiempo y yo también habré perdido no el tiempo porque el tiempo es demasiado grande para perderlo, uno puede perderse en él y no al revés como suelen decir las personas que saben o piensan demasiado acerca del tema como son los filósofos, antropólogos como mi gran amigo que está a punto de irse al otro lado del mundo buscando un poco mas de dinero, confort, o algo parecido al ideal de una vida de ser humano completo, lleno, feliz aunque tenga que ver con dinero, trabajo, viajes, sexo y mas, más, puesto que yo sepa, la felicidad no tiene nada que ver con las cosas del mundo ya que ella sí tiene que ver con el mundo interior donde todos tenemos las mismas oportunidades y es tan justo que sea de esa manera porque uno se puede imaginar que el cielo, la felicidad es para todos por igual, todos incluidos tu, y yo por qué no...

san isidro, febrero del 2008

Friday, February 22, 2008

... (tres puntos)


la diferencia entre los libros y los autores es increíble. puedo afirmarlo, soy escritor, uno de tantos que jamás serán conocidos ni reconocidos ni publicados... no es que no lo desee, le temo, le temo a esa fuerza que roba toda mi búsqueda de mi ser.
la primera vez que le vi estaba sentado en un café. era bella, alta, blanca y de ojos muy grandes y celestes... una bella alemana, pensé. se sentó frente a mí y nos cruzamos miradas. quedé turbado, ella... no lo sé, pero, al poco rato entro un joven alto y guapo y le dio un beso en los labios. bajé la mirada y el alma vino de vuelta mi vida, había navegado sobre las olas de la ilusión, aunque, fue hermoso ese viaje...
los libros que tenía eran bellos, uno de ellos era barato, regalado, es mas, así había sido. aún recuerdo a la anciana señora revolver los libros que no deseaba. los sacaba, los volvía a poner. los leía y los volvía a leer... no, decía, esto no, esto tampoco. al final, me dio cinco o seis libros. gracias, le dije y me fui de su gigantesca casa... nunca mas vengo a mendigar libros pensaba mientras subía al auto y arrancaba hacia casa. llegué y vi a mi madre mirando TV. ¿mas libros?, dijo. son un regalo, respondí. bostezó y siguió mirando TV.
mi amigo tenía mucho dinero, mujeres, amigos, salud... casi todo tenía, menos una cosa. no amaba, le gustaba que lo amaran. vas a sufrir, le dije. sonrió y con su bellos dientes salió en busca de una mujer que le esperaba con dos mas en un auto lujoso y lleno de aroma a sexo. sentí envidia, pero, así me tocó a mí, la total soledad y nada mas... aunque los sueños y las esperanzas son hermosas, pero, inasibles...
me encanta el libro que leo en estos momentos, pero, leo que a este autor le gusta otro autor, y así me doy con la sorpresa que todos son iguales a mí, tan solo que a mí, me gusta escribir mas que leer... y cuando leo y este es bueno, quedó pensando en todo cuanto leí... como si fuera olor que no me deja el alma...
ya cerca de los ochenta el hombre busca pensar en la muerte... en mi caso es así, aunque recién cuente con los cuarenta... debo tener el alma de un anciano y la mente ansiosa por conocer toda verdad absoluta...
empecé a escribir y cuando terminé no supe que título ponerle al texto, así que le puse tres puntos... creo que eso fue el mejor de todos, espero que sí, al menos esta noche en que el sueño me llama y la cama también, y el tiempo avance destrozando los vidrios de mi ilusión por la verdad absoluta...


san isidro, febrero del 2008

buscadores...


buscaba un libro, lo encontré, luego de hojearlo un rato, lo dejé. es que, había leído acerca de un romance nórdico y psicológico que me enganchó y me hizo salir en busca de una mujer. me mudé de ropas y bien aromado, salí en busca de una mujer, de un romance inesperado. tomé un auto y le dije al chofer: llévame a cualquier sitio. me dejó en la plaza central. era de noche y una que otra sombra deambulaban por la plaza. caminé y busqué una banca. hacía frío cuando una mano tocó mi hombro. asustado, volteé y vi que era una mujer. estaba oscuro, poca luz; estaba frío, poca gente. ¿qué deseas?, pregunté. busco a un hombre, dijo. sonreí, le tomé la mano y sentí que tocaba un pedazo de mármol... no importa, pensé, esto es un sueño, una parte de mi imaginación, el producto de mi lectura... bajamos hasta llegar al río y vimos una barca. subimos y empezamos a remar... ¿adónde vamos?, pregunté. busco a un hombre volvió a decir la mujer que no podía ver con claridad su rostro. está bien, me dije y seguimos remando hasta que los rayos del nuevo día nos envolvió en los brazos de la realidad... vi quién era mi acompañante y vi a una niña alta, ajada y de rostro sucio y enfermizo, sus ojos estaban cubiertos por lentes y sus cabellos grasosos eran largos como cuerdas o serpientes. ¿adónde vas?, pregunté. busco a un hombre, volvió a decir... ¿para qué?, pregunté. no lo sé, respondió... seguimos en la barca hasta llegar a una zona oscura y llena de gente sucia y enfermiza. encalamos y bajamos de la balsa. iba seguirla, pues me tenía asido de la mano, pero me detuve... sigue, que yo no sigo, dije. ¿por qué?, preguntó. busco a una mujer, respondí... me alejé y tomé un auto que me llevara a mi casa. llegué y luego, cogí otro libro... este trataba de cuentos de sombras, me gustó...


san isidro, febrero del 2008

Wednesday, February 20, 2008

hermanos


llegué de mi largo viaje y busqué la casa de mi hermano. toqué la puerta de la primera casa que encontré y pregunté por mi hermano. vive al final de todas las casas del mundo, dijeron. miré hacia el final de aquel lugar y vi una cantidad infinita de casas y todas del mismo tamaño, color, pero no todas tenían las luces encendidas... han pasado los años y aún no llego a la casa de mi hermano. me he quedado en varias casas del mundo, pero, siempre les digo a la gente que vive allí: voy a la casa de mi hermano. todos bajan la cabeza y me abren la puerta con profunda tristeza... salgo y continúo mi viaje, siempre...


san isidro, febrero del 2008

Tuesday, February 19, 2008

caprichos de un Dios


debía tomar decisiones... había un letrero en una parte de la pared de la casa de mi vecina. leí y decía lo mismo de siempre: ¡te amo!. me gustó leerlo nuevamente, saqué mi cámara fotográfica y tomé una foto. me acerqué a la puerta y la toqué. salió una señora de cincuenta años, tenía una pañoleta de cuadros rojos y negros en la cabeza, y un delantal amarillo en su cuerpo cubierto por jeans y un polo blanco de mangas largas. tenía una escoba y cuando me abrió le tomé una foto. ella se quedó estática, sin saber qué hacer. yo me di media vuela y subí a mi auto. arranqué y miré de reojo por el espejo retrovisor. un hombre con dos perros salían tras de mí. les vi correr y luego vi que una camioneta les seguía hasta hacerlo entrar en ella. me persiguieron y yo me pregunté qué de malo había hecho. me detuve porque es bueno pensar en todo, y ellos también lo hicieron. salí del auto y ellos bajaron con temor, hasta los perros aullaron. saqué mi cámara y les tomé otra foto. parece que eso los hizo reír porque encendieron la camioneta y se alejaron de mí. subí a mi auto y no me detuve hasta llegar a mi casa. una vez dentro, bajé hasta llegar al laboratorio. saqué el rollo y revelé las fotos. las colgué y esperé a que se secaran. una vez listas, las retoqué y las puse a la luz. fue bello, allí estaban tantas personas y todas quería salir del recuadro en que se hallaban... ¡sácanos!, gritaban. aún no, les respondía, como si fuera un Dios generoso o, caprichoso. es bueno ser decidido y hacer las cosas que a uno le gustan como jugar como un Dios de ilusiones...


san isidro, febrero del 2008

Sunday, February 17, 2008

final del camino...


de frente, me dijo el niño mientras no sabía hacia dónde me dirigía, o a la vida o la muerte. tenía tantas vidas en mis manos que decidí tomar la decisión mas pertinente. seguí de frente y al final del camino estabas tu, siempre tu, sentado con todo ese oro alrededor de tu grueso cuello, y esa arma apuntándome a la cabeza. ¿me esperabas?, preguntaste. sí, le dije... luego, disparaste y empecé a morir como un pedazo de bolsa de sangre... agonizaba cuando me dijiste que no era necesario haber tomado semejante atrevida decisión. la tomé y eso es todo..., respondí. te vi alejarte con tus pasos metálicos, dejándome en medio de un charco de sangre cada vez mas grande. me hubiese gustado que acabases de una vez conmigo pero no, no lo quisiste así, por lo que seguí muriendo... la noche llegó y mis fuerzas eran cada vez mas y mas débiles. una señora, vieja, se acercó hasta el lugar en que estaba muriendo y lanzó un grito. luego, corrió y cuando mucha gente con sus autos llenos de luces se acercaron, morí para siempre, para toda una muchedumbre de gente que con sus ojos me recordaba la terrible y hermosa vida que había tenido... y cuando exhalaba el último halito, volví a ver al niño, extrañamente tenía mi misma cara, y susurró en mi oído izquierdo: de frente, de frente, de frente, de frente... una parte de mí se desligó de todo este mundo y de mis propios ojos pegados en la cara del niño, y seguí un camino oscuro que me llevó hacia el final del camino en donde un hombre de cara igual a la mía y con los ojos brillantes, me esperaba. tenía algo en las manos que darme, estaban cerradas. ¿quieres que abra mis manos?, preguntó. sí, respondí. abrió sus enormes manos y sentí que entraba a caminar de frente, como una pulga, en medio de las líneas de una de sus manos, inmensa y llena de vías y surcos oscuros, alumbrada por la luz de sus ojos brillantes...


san isidro, febrero del 2008

Friday, February 15, 2008

cosas que pasan


miré la hora y era bastante temprano. me imaginaba que así era, por lo que decidí darme una vuelta hasta que el cine empezara... entré a una librería y me encontré con un libro interesante. lo compré. salí, me fijé en la hora y caminé rápido para entra a ver la película. antes me compré una gaseosa y un slyce. entré y me tragué todo, la gaseosa y la peli... mas o menos. salí y no supe qué hacer. así que caminé hasta llegar al auto y arranqué. no había muchos autos, ni gente. las calles negras alumbradas por el neón de sus faros. vi un policía y luego vi otro parado en torno a una muchedumbre de personas. me detuve, como siempre que no tengo nada que hacer, y fui a ver de qué se trataba. era un choque. un hombre hablaba sin parar, le faltaba un pedazo de cabeza, pero, hablaba de una chica, de sus hijos, de su auto, de su madre, de Dios, hasta que me vio a los ojos y me extendió la mano. hola, me dijo, extendiéndome la mano. la gente se puso fría y silenciosa... me le acerqué y le di mi mano. me la tocó y siguió hablando de su casa, hijos, de Dios, del clima y cuando le dije que era una hermosa noche, respondió que sí... luego, quedó con la boca entreabierta y sus ojos abiertos y sin brillo. no respiraba mas. su mano no me soltaba, pero, empezaba a enfriarse mas y mas... le arranqué sus dedos de mi mano y me paré. subí a mi auto y supe que el muerto estaba muerto, y el vivo era yo. salí del atolladero y llegué a mi pieza. vacía, llena de muebles paternos, cuadros hermosos y sucios, todo en sus lugar... subí a mi pieza y cerré los ojos antes de escribir... fue bello, vi los ojos de muerto, y sentí que estaba descansando y sin dolor... abrí los ojos y supe que la noche cubría todos mis sentimientos... busqué mi cama y me eché a dormir... extrañamente no soñé...

san isidro, febrero del 2008

gritos


¡para qué vivir!
¡para qué soñar!
¡para qué sentir!
¡para que morir!
¡para que escribir!

cuando a luna viene y se va sin decir adiós…
cuando la tarde expresa nostalgia a los ojos de poetas perdidos…
cuando el mundo gira en torno a un sentimiento impuro pero humano a los ojos de quien siente la verdad oculta en su universo interior…

me digo tantas cosas siempre que encuentro en la noche el silencio congénito…
me digo que nada de lo que escribo leen las almas de un mundo virtual, real, no importa de cual...
me digo siempre que todo cuanto hago va a la mar de la muerte y la vida... y si es cierto aquel sentimiento, puedo vivir u morir en paz absoluta...

san isidro, febrero del 2008

Thursday, February 14, 2008

ilusión

tenía cosas por contar, decir... no, callé y seguí en este papel, escribiendo lo que debo escribir, como esas almas que van y vienen sin saber hacia dónde van y vienen, inercia. salí del agujero y vi los rayos del Sol. era bello el día a pesar de que no había nadie en las calles. no, no era temprano, la gente estaba detenida así como Matrix, congelados pero sin hielo, estáticos es la palabra. me acerqué a una de ellas y la besé en labios. espero que despierte, pensé, pero no, no lo hizo, siguió su estado sin movimiento. miré a ver si respiraban; no, no respiraban, pero parecían tan vivos, tan bellos, sin embargo todos estaban quietos como árboles sin ramas, secos, sin ese brillo en los ojos, nada, estaba dentro de una ilusión y nadie podía verme... seguí mi camino hasta llegar a la noche. entré a mi pieza y empecé a soñar, y soñé que todo era hermoso, lleno de gente que hablaba, que mordía lo que comían, todos, menos yo que soñaba y apenas despertaba, escribía sin parar...


san isidro, febrero del 2008

Wednesday, February 13, 2008

oscuridad

sentado frente a la noche siento que no vivo ni muero, ni existo ni sueño, no, nada de ello sucede frente a la noche mientras leo en total oscuridad esos instantes en que los bellos sentimientos y los feos también, hacen un rayo de luz y me gritan al alma que no vivo ni muero, tan solo escribo un poema de paz, tan solo canto un poema de amor, en una noche en que todo es negro y la luz se esconde al final de la salida que busco mientras escribo lo que siento en cada letra que brota cual perfume dentro del frasco de carne y lleno de sangre y mas...

esta noche empiezo a decir la verdad... toda la verdad, y así, sólo así, se puede escribir en paz...


san isidro, febrero del 2007

pruebas


mejor no escribir, le dije a mi cabeza, pero mis dedos aún seguían su propia voluntad, quizá impulsada por sentimientos que viven lejos de mis sentidos, quizá estoy loco, tremendamente loco y no me entero... y así seguí, escribiendo, escribiendo hasta que hice una raya larga en todo el papel, luego hice una raya vertical: una cruz, me dije. debo de tener el catolicismo dentro de mi alma, porque sigo adelante, como una gaviota que no se detiene hasta que encuentras su alimento en las aguas movidas del mar... seguí dibujando hasta garabatear ondas de formas extrañas, ligeras pero raras que jamás podría haber hecho. y así seguí, hoja tras hoja hasta que llegó el día y alguien tocó la puerta. dejé de garabatear y abrí la puerta, era mi mecenas. ¿has escrito algo?, preguntó. bajé la mirada y me di media vuelta, rumbo hacia mi cuarto en donde estaban todos los papeles garabateados por mí durante la noche. fue extraño porque le gustó lo que vio. ¿tu lo has hecho?, volvió a preguntar. bajé la cabeza y asentí con mi respiración. el viejo se quedó mirando las cosas de papel sentado en una de mi bancas por horas. de pronto me dijo que las vendería y que me daría un buen porcentaje por ellas. asentí. pero debes seguir haciendo estas cosas pero en papel mas grande, esta tarde te mandaré material para que pintes o dibujes, dijo. asentí y le vi salir con todas mis hojas a la calle. miré por la ventana y le vi subir en su lujoso automóvil y partir de lo mas contento, como si hubiera encontrado el tesoro de su vida...

recibí el material al cabo de tres días, con un cheque muy fuerte y grande por todos mis garabatos... fue extraño, pues, por mas que intenté dibujar, no pude. lo único que me salía, eran poemas y cuentos, y extraños textos, retratos, ensayos... pasaron veinte días y volvió mi mecenas. le mostré todo y quedó boquiabierto. pensé que iba a gustarle pero fue extraño. no dijo nada y se fue sin decirme una palabras... ni siquiera se llevó un solo texto. le vi partir y al poco rato volvió con dos personas, muy elegantes. tocaron la puerta, les abrí y les hice pasar. vieron todos mis textos y quedaron boquiabiertos. ¿tu lo has hecho?, preguntaron. asentí. bajé la mirada y noté que todos se llevaban mis hojas escritas, es mas, se llevaron hasta el material que tenía... les vi partir, llenos de asombro, y perderse por las calles...

pasaron muchos días y mientras esperaba, empecé a cantar todos los días, y lo que cantaba lo escribía en las paredes de mi casa... volví a escuchar la puerta. era mi mecenas, tenía una grabadora, y dijo: sigue cantando. y seguí cantando hasta que caer dormido de agotamiento y aburrimiento... total, haga lo que haga, es igual...


san isidro, febrero del 2008

Monday, February 11, 2008

moscas


allí estaba, recién llegado de la noche cuando vi a un insecto volador en un rincón de mi cuarto. me le acerqué y le dije hola. este movió sus alas y me dijo hola. ¿deseas irte, conversar?, pregunté. deseo que veas lo que veo yo, me dijo. está bien, ¿qué es lo que ves?, pregunté. veo a un tío que gusta hablar con seres imaginarios y que escribe todo cuanto se le viene a la cabeza, es un loco, pero, no hace mas daño que a sus ojos... sonreí de la ocurrencia de la mosca y cuando di una pestañeada, la mosca salió volando de mi cuarto para pegarse como chicle en un foco de luz... me paré y vi que estaba quemado. cogí un pedazo de papel y lo despegué. ¿vives?, pregunté. no, respondió. te creo, le dije. cogí los restos de la mosca y lo eché por la ventana de mi cuarto. le vi caer hasta hacerse uno con la oscuridad y las sombras de la noche... luego, me puse unos lentes y me di cuenta que un pedazo de la mosca estaba en mis ojos... sí, eso creí...


san isidro, febrero del 2008

la sinfonía de la vida


amaneció y el sol brillaba como nunca, tuve ganas que llegara la noche para poder excusarme y descansar, pero la realidad brillaba, entonces, tuve que hacer lo que todos hacen: esperar, esperar mientras hago las cosas que todos hacen... salí de casa y con lentes ahumados me puse a cantar la sinfonía del amor. la gente se burlaba de mi tono de voz, sonreí con ellos y ellos rieron mas de mí. loco, decían. ¡Dios, qué loco que soy!, pensé. seguí caminando, pero vi a un perro mearse en la calle, luego, con sus patas se puso a echar tierra a todo cuando meó. me acerqué al perro y este se puso a aullar como si viera a un fantasma. traté de acariciarlo pero este se puso a gemir y luego a correr como un loco. debo estar muerto o por morir porque así hacen los perros, pensé. alcé los hombros y corrí hasta llegar a mi centro de labores. había una cola para entrar. saludé a todos y todos bajaron la cabeza sin responder a mi saludo. voy a morir, volví a pensar. esperé como había planeado, pero no entré al centro de labores. miré hacia el cielo y el Sol me dijo que siguiera cantando, que todo cuando hiciera estaba bien... canté y partí a la carrera hasta llegar a un parque lleno de aves y flores y árboles gigantescos que llenaron mi vida de eso llamado alegría. me tiré en el pasto y cerré los ojos sin dejar de pensar que mi vida era tan largo como un sueño.... y así seguí hasta que vino la tarde en que tuve un hambre feroz. una anciana pasó por el parque y se puso a merendar. me le acerqué y recordé al perro que me aulló en la cara. por suerte la anciana sonrió de mí y me dio un trozo de pan. lo cogí y lo devoré como un perro. quise ser el perro de la anciana y se lo dije. lo siento, respondió, no me gustan los animales... entiendo, le respondí y luego le canté la sinfonía del amor... y así seguí hasta que vi cómo la anciana desparecía ante mis ojos como nube del cielo. estoy soñando, pensé. me levanté y caminé hasta llegar a un río y me puse a escucharle. era hermoso cuanto decía, y así seguí hasta que vino la noche y cuando miré la Luna, me puse a aullar, hasta que el viento sopló fuerte y supe que debía volver a mi hogar. volví y antes de entrar había un letrero en la puerta de mi casa, la leí y decía: casa en venta. entré por la ventana y no había nada ni nadie. no importa, me dije y me puse a cantar la sinfonía del amor...



san isidro, febrero del 2008

Sunday, February 10, 2008

una vez, tuve un hijo...


salí a comprar y vi demasiada gente en el supermercado. no me gustan los lugares cuando hay gente, pero tenía que comprar el regalo de mi hijo. respiré hondo y entré. busqué un libro, de esos que tanto le gustaban. Borges por favor, le dije a la vendedora. me lo dio y pagué en la caja. ya estaba saliendo cuando vi a un viejo amigo comprando un libro igual al mío. le pregunté si era para su hijo. me respondió que era para el mío. me reí un poco pero no le dije nada. nos despedimos y entré nuevamente a comprarle a mi hijo otra cosa. vi una máquina de escribir y pensé que le gustaría. lo compré y pedí a la vendedora que lo envolviese como para regalo. lo hizo, pagué y me fui a mi casa. mi hijo y ex-esposa no vivían conmigo ya hacía mas de cinco años, y mi ex ya tenía otro marido y mas hijos. yo vivía solo y me gustaba leer mucho, y en esto nos parecíamos con mi hijo que ya contaba con quince años, y gustaba soñar como yo... su madre le castigaba y decía que iba a terminar como su padre... me alegraba cuando mi hijo me contaba esta historia, pero, mirando mi entorno, mis cosas ya no estaban mas... todo era libros y libros, papeles y papeles escritos por mis dedos. cogí un libro y me puse a leerlo, y antes de darme cuenta caí dormido con ropa y todo hasta el día siguiente... tuve un sueño, en él, yo navegaba en un barco sin remos no gente. las olas hablaban y los peces volaban y entraban a mi bote como aves. me advertían que fuera cauto en mis decisiones. gracias, les decía. de pronto, del fondo del mar salió un ser gigantesco con la cara de mi hijo, diciéndome que dejara de soñar... desperté con el timbre del teléfono. lo levanté y era mi ex-mujer... ¿qué quieres?, pregunté. me respondió que dejase de mandar regalos a su hijo, que él no deseaba saber nada de mí. colgué y no quise escuchar mas... me bañé y salí a casa de mi hijo. toqué la puerta y allí estaba, con media docena de amigos, bailando, conversando, hablando, y cuando me vio, todos callaron. le entregué mi regalo y dijo gracias... ¿puedo pasar?, pregunté. no, respondió, no puedes, mamá me ha dicho que no... el silencio me ahogaba y tuve que dar media vuelta y olvidar todo cuanto hice... ya en medio de la calle vi un libro que me encantaba, y no sé porqué sentí que ese libro le encantaría a mi hijo. la librería estaba llena de gente, odiaba estar con tanta gente, pero, era un regalo, un regalo para un sueño, un hijo que jamás volvería a ver, pero sí soñar...


san isidro, febrero de 2008

Saturday, February 09, 2008

entre Borges y yo


uno cuando lee se siente como imantado cuando lo termina. sale a la calle con aires diferentes, como queriendo despertar de aquella vivencia imaginaria.

acababa de terminar de leer a Borges y supe que jamás podría volver a escribir...

pasaron meses, años, mas años hasta que una tarde en que visitaba a unos sobrinos, me encontré con Borges... nos miramos y temblé. fue increible, pues, él, se puso mas nervioso. ¿qué quieres de mí?, dijo Borges. retrocedí y supe que desvariaba. no quiero nada, nada, pero, deseo escribir todo y mejor... de pronto, Borges, empezó a reirse de mí. nunca lo había visto reir, será porque estaba hacía mas de cincuenta años muerto, no sabía con exactitud, pero para uno que lee sabe que los grandes escritores jamás mueren si uno retoma o ve una de sus líneas. siguió riendose hasta que le vi pararse, abrir uno de sus obras y zambullirse como un conejo dentro de su matorral de letras. miré el libro y lo puse con gran delicadeza en mi bolsillo. lo iba a robar. salí de la biblioteca y me despedí de mis sobrinos. gracias por venir, escuché a uno de ellos que extrañamente tenía los mismos ojos secos de Borges.

ya en mi casa, me senté sobre mi mesa de escribir y cuando estuve por tocar una tecla de la computadora, mis dedos temblaron... ¡cobarde!, escuché y noté que aquel grito venía del libro. ¡abreme!, volvió a gritar Borges. asentué mi mirada sobre el libro y percibí que despedía una especie de bruma, o sombras inenarrables... me levanté con los pies que me temblaban y cogí el libro y lo eché dentro de una olla de la cocina. encendí una horinilla y puse el libro a quemarse... fue horrible, pero, tenía que hacerlo... ya cenizas, volví a abrir lo que quedaba del libro cuando salió una sombra... ¿quién eres?, pregunté. soy yo, dijo la sombra. ¿eres Borges?, pregunté. no, soy su sombra, respondió... y sí, si era la sombra de Borges. nos sentamos uno al lado del otro y conversamos durante toda la noche. me aconsejó qué libros releer, que libros no tocar ni ver, menos escuchar... de pronto me di cuenta que no hablaba de su obra... se lo dije y este respondió que todos esos libros había nacido de su sombra, de sus sueños, o, de los sueños de los que soñaban con él... nos despedimos y me dijo que no volvería a visitarme, y que me recomendaba que no ecribiese. es mejor, leer, me dijo... gracias, le dije y vi la sombra disolverse entre las otras que navegaban por la noche.

pasaron los años y desde aquella noche he vuelto a escribir y, por una extraña razón, nunca mas he vuelto a escuchar a Borges, pero, cada vez que salgo a la calle, siento que veo menos y menos, y mi acento se ha vuelto argentino... también cojeo... pero, cuando me miro al espejo, me veo siempre a mí. siempre...


san isidro, febrero del 2008

reuniones


había cinco personas y nadie era igual a nadie, eso me gustó. el que más sabía se dirigió hacia mí y dijo si deseaba hablar. hablé:

acabo de morir y la verdad es que no pensé que fuera de esta manera, siempre imaginaba que iba hacia una luz y que luego entraría a una especie de campo verde como una alameda, rodeado de animales y aves y gente sana y feliz, pero esto, esto de estar sentado en una oficina frente a gente que nunca he visto y que esperan que les cuente cómo fue mi vida en vida, es algo extraño, pero si es así, tendré que decirles que mi vida ha sido increíble, que ni uno de mis sueños se ha realizado, que todas las mujeres que tuve o me tuvieron tan solo tuvieron y tuve una partícula de ellas, nada mas. mis sueños de ser algo o alguien jamás se realizaron; sin embargo, no sé por qué, siento que tuve una vida inigualable, y que no podría repetirla nadie porque fui un héroe de verdad, creo que esto de vivir tiene que ver con amar y ser amado, o al revés, pero siempre hay una especie de entrega larga y que dura toda la vida. creo que he hecho mas mal que bien y si he aprendido algo, ese algo es que todo es maravilloso, inclusive los momentos mas terribles de mi vida, en que vi morir en mis brazos a mi perro, luego vi a mi madre en sus últimos momentos en el mundo, en donde no podía respirar, y se ahogaba en mis brazos, aún siento su mirada en mi mente y cada vez que lo siento, es maravilloso, y no es que sea un sádico, no, al contrario, veo la lucha por ese regalo del aliento y del cual todos vamos a perder, sí o sí. tantas cosas he vivido y de todas ellas guardo unas cuantas: mi primer beso, meditación, etc. bueno señores del mas acá, o allá, eso es todo lo que tengo que decir. uno de los hombres que estaba sentado a dos cuerpos de mí, se paró, sacó una cámara de su maleta y la puso frente a mí. disparó y luego, no supe cómo, pero estuve en otro lugar... este lugar era una especie de teatro, oscuro, lleno de personas. me fije y vi que todas las personas era yo en diferente época de mi vida. y todas ellas veían una obra, y esa obra era el sueño de cómo hubiese que fuera mi vida cuando estuve vivo... sonreí y vi que el final de la película era tal como me la imaginaba, bello... las luces se encendieron, cegando mis ojos, y cuando los abrí estaba en un parque, sentado en una banca, un perro me miraba, moviendo la cola. le acaricié y este me lamió las manos. miré hacia el cielo y vi que el Sol sonreía, extrañamente tenía mi misma sonrisa y mirada... miré a mi perro y este sacó la lengua y me miró a los ojos y sentí lo mismo que el Sol, tenía mi misma mirada... y así me quedé, mirando el atardecer hasta que llegó la noche y todo se apagó, todo, yo también...


san isidro, febrero del 2008

Thursday, February 07, 2008

el último viaje


estaban tan ocupados que pensé que todos eran hormiguitas, marchando de un lado a otro, cargando, subiendo y bajando... en verdad estaban ocupados. les dije por qué no se ponían a descansar, mirar la TV, leer un poco, dormir, pero no, no, respondieron... ¡estamos muy ocupados!. les seguí mirando y me puse a escribir un poco, pero, ¡¿qué escribir?!¿de la gente que miraba? ¿de la TV? ¿de mi padre durmiendo en su cama, como un gusanito envuelto en una vieja frazada? ¿y la chica de mas de cincuenta años preguntándome acerca de si me caso o no? ¿del sueño o pesadilla que tengo todos los días acerca de la muerte?... puede ser, pero, es un tema tan usado literariamente, mejor dejarlo en los libros ya escritos, dormidos en estanterías o librerías, no sé y mejor no pensar en ello. mejor les cuento algo que empecé a escribir hace unos dos días pero que no pude terminar porque me había atrancado o, en el plano artístico, bloqueado... y bien, trata de un anciano sentando frente a un joven doctor, escuchando un negro diagnóstico, sintiendo lo que sienten todos nosotros, los que inevitablemente, moriremos. se para el anciano y el joven le sigue con sus ojos llenos de ilusión y esa realidad que emborracha a toda la humanidad d encontrar en el mañana un futuro mejor. cierra su escritorio y se prepara para irse. se quita la bata blanca y se pone su traje azul, y piensa en la bella chica con quien va acostarse toda la noche. sonríe y pone su mano en la billetera. sí, se dice, está gorda. sale de su consultorio y baja hacia el sótano en donde lo espera su bello carro del año. sube, lo enciende, pone un CD y escucha por un momento que la vida es bella con él, que los esfuerzos luego de toda una agobiante mañana, tarde y noche, valen la pena por un momento de placer que le espera a no menos de treinta minutos. coge su móvil y llama a la bella mujer. te espero, le dice la chica. sonríe y arranca el auto. sale de la playa de estacionamiento y sale a la calles cubiertas por luces de neón. vuelve a sonreír y se detiene en una bodega. baja y compra una botella de vino tinto. paga y sale a la calle. está cruzando la calle y ve su auto con las puertas abiertas... me han robado, piensa. es verdad. al auto le falta el equipo de música. ve un auto pasar rápidamente por su lado, hay chicos y chicas riendo, embriagados parecen, quizá por su juventud o por otros elementos. respira profundo y sube al auto. arranca y ve su reloj. recuerda a la chica y sabe que es de las que no esperan. sale como una bala y en pleno cruce se cruza con un bulto que sale volando como su fuera un globo de aire... detiene el auto. no hay nadie por la calle. baja y camina hacia el bulto. ya al lado del bulto se da cuenta que es un hombre de ochenta años por lo menos, tiene la cara destrozada pero aún vive, le escucha respirar. no sabe qué hacer, si subirse al auto y partir o llevar al anciano a un hospital de emergencia. es doctor, es un ser humano, sabe lo que tiene que hacer pero no lo hace. decide partir, se levante porque estaba en cuclillas y está por abandonar a su suerte al anciano. de pronto, ve que este abre los ojos y le mira... reconoce esa mirada, es el mismo anciano al que hacía media hora le había diagnosticado su muerte. ve al anciano pronunciar unas palabras. se le acerca y escucha: gracias doctor... no lo piensa, no sabe qué hacer... coge al anciano y lo sube a su auto. aun vive, piensa. arranca y parte no sabe adónde. ve una calle iluminada y entra por ella. mira al anciano y este aún vive. ¿qué estoy haciendo?, se pregunta el doctor. llega con su auto a la carretera principal y no se detiene.

ha pasado la noche, aun sigue hacia delante, aún vive el anciano. llegan a un descampado valle y se detiene. baja al anciano y lo lleva en brazos hacia el borde de un árbol. lo pone con suavidad en su regazo, y lo abraza, como queriendo darle la vida que le sobraba, pero el anciano, agonizaba... lloró y le miró a los ojos y supo que algún día llegaría su momento, y deseó que fuera igual. el anciano pareció escuchar su sentir y volvió a decir gracias, y con una sonrisa, murió... el doctor se paró, buscó una palana e hizo un hoyo. al cabo de unas horas, enterró al anciano, y antes de dejarle, miró el bulto de tierra y pareció escuchar de la tierra: gracias... volvió a sonreír y subió a su auto, de vuelta al hospital...

pasaron los años, pasaron muchos ancianos, hospitales, doctores, muertos y todo seguía igual, menos un montículo en las afueras de la ciudad. era un árbol lleno de flores de color amarillo y hojas verdes y largas, y cada persona que se posaba en su regazo, parecía escuchar de las hojas del árbol: gracias. todos sonreían, todos seguían viviendo, siguiendo el último viaje…


san isidro, febrero del 2008

Tuesday, February 05, 2008

soledades


abajo
mi madre limpiando,
acomodando
andando de un lado a otro
huyendo de la inacción,
como sabiendo el final del viaje...

arriba
yo
sentando
solo
frente a frente
conmigo mismo
sintiendo
eso que sienten los que llegan a los cincuenta
y no hay mas que una sombra a su lado
y un pasado lleno de alegrías y llantos...

la escucho
y no
no es un fantasma
es mi madre
que como una sombra
va y viene
como este aliento
que es mi vida,
mi corazón
y todo movimiento...

hay soledades que llenan mi existencia
esta
es una de ellas...

puedo escribir,
sentir alegría,
cerrar los ojos
y abrigar felicidad,
gratitud…
por este momento
en que la soledad
sopla la casa de mi existencia...

hay tantas cosas mas
y de todas ellas
escojo una...
la soledad
pues en ella
estás tu,
yo
¿por qué no?



lima, enero del 2008

Saturday, February 02, 2008

fuerzas


buscaba algo que decir, escribir; algo que hiciera sentir que mi vida tuviera sentido, que me diera eso que da mucho sosiego pero nada, no podía hacer nada en mi vida para ello. recordé palabras de libros leídos, frases, letras, manchas tras manchas, ideas de tantos muertos y que tocaba mi alma como un perfume sin tiempo, bello, puro como una flor... cerré las imágenes que tenía en mi mente y decidí salir a caminar. la noche aún florecía con sus pétalos color sombras y sus luces de neón que sosegaban a borrachos y a toda mi atención... escupí en un lado de la vereda cuando un anciano me llamó la atención. disculpe, le dije y seguí mi camino. ya estaba llegando a la esquina cuando sentí un golpe duro y ágil en mi espalda, era un palo. volteé y vi que era el anciano quien me lo había tirado y que se reía de mí como una hiena apátrida. alcé los hombros y seguí mi camino hasta llegar a un parque en donde vi a dos enamorados que caminaban entre sombras, buscando la sombra mas negra y grande en donde disolver sus inhibiciones. les seguí y vi que llegaban a la falda de un árbol. los dos andaban y noté que sus cuerpos eran remecidos por el libido que también me tocaba. se detuvieron y se abrazaron como para la eternidad, se besaron como dos dioses, y yo, me masturbé... me di media vuelta y los dejé en sus cielo negro. caminé un poco mas cuando escuché que unos jóvenes me seguían, diciéndome: pajero. me tiraron una piedra y me cayó sobre mi rodilla. me dolió y me puse gallo. los enfrenté y les dije: qué deseaban. silencio. pasé en medio de ellos y seguí a una sombra grande, muy grande, era la mía... la seguí hasta llegar a mi pieza. entré y me di un duchazo. luego, me senté en mi escritorio y me puse a escribir. esta vez, tenía algo que decir, aunque, pensaba, ya lo había dicho en una parte de mi vida, pero, qué importaba si todo se trataba de vivir, recordar, escribir, sentirme en paz...


san isidro, enero del 2008

Friday, February 01, 2008

destinos


tenía tanto que decir pero callé, cerré mi pico y bajé la mirada, y seguí los pasos de mi sombra... era un cobarde o algo semejante. mis padres nunca les conocí, dicen que fueron buenos pero que por su juventud me dejaron en la puerta de un cura, y allí estuve por años y años. rezando, bajando la cabeza, mirando al cielo y sintiendo que había algo mas en la vida. todo seguiría igual, es decir, seguiría el destino de un seglar, pero, conocí a mi lado mas claro y supe que debía salir y buscar el lugar en donde sería muy feliz. he viajado tanto y mi lugar estaba en el inicio de mi camino, o sea, con los curas. el mayor me calmó y me dijo que todo iría mejor. fue verdad y una tarde en que los colores del cielo se hicieron vivos, supe que mi destino estaba no tan lejos, estaba en esa claridad que sentía al ver la luna el sol y las estrellas, en los ojos bondadoso del cura mayor, en fin, estaba en mi capacidad de ver lo bello de todas las cosas... allí estaba y supe que debía ser feliz, y lo fui...