Saturday, November 24, 2007

cambia el aire que respiras por amor (1)


sentado frente a mí estaba un hombre el cual conocía hacía mas de treinta años. sus ojos eran los mismos, su cabello escaso y blanco, y sus manos eran suaves y agotadas, solitarias como el instante en que se hallaba... era el primer hombre que vino a esta parte del mundo a darme las buenas nuevas. a decirme que había algo mas para mí, a contarme la historia de mi vida clavada en un instante, un instante de paz, alegría y amor verdadero...

hablamos por más de siete horas, me relató su historia, su bella historia que borraba todo el brillo del ahora y abrazaba el ayer, hermoso ayer con huellas de pasión, magia, amor y corazón... le escuché y fui feliz...

me dijo que todo empezó un día de clase en donde para ir a la escuela hubo un paro total de una semana. no sabía dónde ir y simplemente salió a la calle a dar vueltas por allí. de pronto a lo lejos vio una bandada de personas, jóvenes todas que caminaban con los ojos encendidos de alegría como esas fiestas en donde todos reciben su regalo... les siguió y sin saber cómo estaba caminando en una manada de muchachos rumbo hacia una casa bien llena de personas. ya iba a salir al ver que todos se quitaban los zapatos cuando una alud de mas personas entraron sin poder dar un paso atrás. se hizo un silencio y vio a un hombre vestido de azafrán caminar por una estela de flores hasta llegar a un altillo y sentarse como una flor de loto. cerró los ojos y se hizo un hueco en todo el mundo, como el sonido de un abismo... pasó minutos o una eternidad cuando siguiendo un impulso, nuestro amigo cerró los ojos y sintió una paz que hacía mucho no sentía. vio como si todo dentro de él fuera un mar pacífico, lleno de estrellas sin brillo pero con presencia de algo mas... la voz de un hombre lo sacó de aquel mar interno y vio al hombre de azafrán hablando a todas las personas. no pudo entender pero un muchacho le dio un trozo de papel en donde puso su nombre y dirección. vio en dicho papel un espacio en donde tenía que anotar las veces en que había escuchado las conferencias del hombre de azafrán. puso “0”, nada mas. vio cerca de doscientas o mas personas estaban escuchando al hombre, y éste les llamaba por sus nombres y todos respondían... cuando le llegó su nombre escuchó y supo en dónde estaba. estaba en el lugar correcto. ¿hace cuánto has venido?, le preguntó. es la primera vez, respondió mi amigo. bueno, tienes que seguir escuchando hasta que entiendas un poco mas de qué se trata esto. no, respondió, yo no me voy hasta que sepa qué es esto... el hombre de azafrán rió como un lobo en la luna y le dijo que viniera al día siguiente para que reciba el Conocimiento de Dios... le dieron la dirección y la hora. al día siguiente llegó antes de la hora, aunque siempre con el gran problema de la huelga, pero, llegó y entró a la sala en donde le darían el Conocimiento de Dios... en un gimnasio, nuestro amigo estuvo por mas de doce horas recibiendo la iniciación, y cuando terminó supo algo, algo nuevo, o algo que había olvidado hace mucho. el hombre de azafrán le dijo: ¿cómo te sientes?. he vuelto a nacer, respondió. todos rieron pero no mi amigo que salió agradecido a todos y por la primera vez vio una foto de Maharaji, era un niño, gordito, vestido con corona y con una bella guirnalda en el cuello. le vio y supo que era el ser mas hermoso que había visto jamás... salió de la sala agradecido y era ya de noche cuando empezó a llover torrencialmente. un hombre feliz no sabe de bueno o malo, simplemente es, simplemente es feliz y lo sabe y siente... caminó y cada gota que caía sobre él y sobre la vereda, pista por la que andaba, era como una sinfonía de la vida, la noche estrellada y esa magia de amor que no cesaba de latir en su pecho... fue feliz y lo supo toda su existencia...