Sunday, September 23, 2007

veredas, pistas y escaleras

si alguien me hubiera dicho que la vida la vería pasar por un camino, jamás me hubiera imaginado que este camino fuera de veredas, pistas, escaleras... es domingo y no hay gente por las calles. es un día que me encanta por su silencio, su soledad. sería excelente que toda la gente tuviera mas de un domingo para descansar. me encantaría tener tres días feriados y cuatro medio laborables... habría muchas cosas para hacer, en especial lo que mas me gustas: escribir, escribir, escribir...
estas escaleras han tocado mis zapatos cerca de veinte años y muchas veces... la gente ha subido y se ha encontrado con una persona hace mas de veinte años. hay gente que ya no puede subir esta escaleras, han muerto, o han enfermado, o han viajado lejos... imagino que así será para mí cuando venga el sueño mas largo de todos los sueños. me encanta que sea así. podría un día subir estas escaleras y no retornar mas a mi cuarto... sí, me encanta subir y no regresar mas...me he caído muchas veces de este lugar. he perdido el miedo a estas escaleras que no son mas de tres peldaños, pero son peligrosos. hay señoras que se han caído y no ha vuelto a regresar. pienso muchas veces si esto tiene mas vida que muchos de los que respiramos. quizá no lo haga pero está mas tiempo que muchos de nosotros...


este lugar tiene tantas historias... una de ellas es la primera vez que la pisé. fue especial, nueve jovencitos estaban sentados en la puerta de mi local y no se movía... les pedí permiso y entré. uno de ellos estaba pintando la puerta de mi tienda. le pedí que no lo hiciera. lo dejó de hacer. han pasado tantos años y este muchacho se ha ido tan lejos que ni siquiera le recuerdo. debiera saber algo de él... pero, sólo recuerdo su mirada asustada mientras pintaba la escalera de mi nuevo local...


día de lluvia, me encanta... pero, le frío me mata. hay tantas personas que se mueren de frío. pero, la vida y la muerte es así. debería haber un tiempo para que todos nos sentáramos y pensáramos en Dios, en los milagros y en el verano...



no todos los días fue como este día. este fue único. hoy he nacido a la vida y he caminado nuevamente por las mismas calles y pistas y escaleras de mas de veinte años... quién sabe si mañana no lo vea mas... espero que sí, por supuesto que sí....
lince, septiembre del 2007



kiris

mi madre siempre le gustaron las flores. a mí siempre me gustaron las sonrisas de las personas. eran como el Sol para mi alma, un sentimiento se abría como un girasol... mi madre siempre le gustó la verdad, en mi casi siempre me gustó la mentira, es decir el arte de mentir con belleza. mi madre aún vive y no existe día o noche en que no recé u oré al todo poderoso. yo cierro los ojos y me humillo al Dios dentro de mí... ese es mi lugar, destino... había visto a Dios dentro de mí cuando llegué caminando a mi casa. toqué la puerta y salieron mis kiris. ellas son dos niñas llenas de vida y llenas de gracia... las miro y me deleito como quien ve a dos bellas rosas en botón... huelen deliciosos cuando las veo salir del baño. les digo cualquier cosa y ellas sonríen y dicen: cuento...

cuando era un niño me gustaba mucho ir al baño. me sentaba por horas investigando las partes que cambiaban de mi cuerpo. una vez me quedé dormido y cuando abrí los ojos vi a mi madre con una correa lista para darme mi merecido. aquella tarde sentí lo que era el verdadero dolor. era como Jesús, camino al Golgota...


las veces en que llego a mi trabajo, tengo un sentimiento: hoy será el último de mis días. cierro los ojos y me digo que ya merezco descansar para siempre... sí, ya estoy agotado...
cuando mi hermana llega a casa, me dice si deseo un rico pastel. ella todo lo ve comida. la entiendo. no me gusta mucho comer. mas me gusta tomar fotos o escribir o sentir la Paz dentro de mí. una mañana en que había laborado por horas y horas. llegamos del laburo y mi compañero me dijo si deseaba comer o meditar. le dije que meditar. el se fue a un restaurante. yo me fui a meditar... fue extraño, apenas entré vi mucha comida en mi cuarto. siempre me pregunté cómo había llegado eso a mi cuarto. mi hermana, pensé...
ya estoy por descansar. la hora del reposo ha llegado. he sido muy feliz. he comido muy poco y he meditado lo necesario para sentirme así como mis kiris cuando llego de una noche llena de problemas y trabajo pesado...
san isidro, septiembre del 2007