Thursday, April 23, 2009

amistades


no tenía mas que dos monedas en la mano. un perro se puso frente a mi ojos y dijo si deseaba un amigo. le dije que no, que no lo deseaba. el perro bajó las orejas, dejó de mover la cola y con la cabeza gacha empezó a alejarse de mí... sentí que unas manos invisibles, me ahorcaban... quise decirle al perro que no se valla, pero de mis labios brotó gemidos de angustia, como de esos hombres a punto de morir. miré mis monedas y corrí a un puesto de comida. pedí un poco de fruta. corrí y busqué al perro, pero, no pude verle nunca mas... me comí la fruta y volví a sentir mas hambre... miré mis manos y vi dos monedas mas... sonreí y apreté las monedas y esperé, esperé a que venga mi amigo... esperé y esperé hasta que la luz de un nuevo día alumbró mi ser... de pronto el perro volvió a presentarse y con gran humildad me dijo si deseaba ser amigo. sonreí le empecé a ladrar y ladrar, moviendo mis manos y echando las monedas por todos lados... corrí y vi que mi amigo estaba a mi lado... miré mis manos y cuatro monedas estaban en mis manos...

san isidro, abril de 2009

Tuesday, April 21, 2009

sin destino



tenía 24 años y era tan feliz como nunca imaginé. gente de razas diferentes, gente de rezos variados, gente joven y llenos de alegría por este viaje sin destino... el tiempo sigue sus densos pasos, el espacio arañaba mis carnes, pero, hay milagros sin nombre, llenos de colores de ensueño, llenos de alegría primaveral... sí, fui tan feliz y en este recordar viajo y viajo sin destino, con esta vida que deja sus huellas en mis pesados pasos ahora que no soy joven pero aún siento tanta vida... tanta como esta vieja foto llena de brillo y alegría...

Monday, April 20, 2009

te los digo todo


he conversado con toda mi familia y les he dicho que estoy loco, tanto o mas que ellos... rieron a mas no poder y gritaron al unisono: ¡borracho!. era verdad, el alcohol nació a mi lado y bebo día a día, y, noche a noche. allí donde la oscuridad existe, busco descanso. sueño cosas bellas, quizá por ello bebo demasiado. no todo es color o sin color, las cosas son mas ligeras y la risa abirda mi alma, siento que deslizo estos pies y mis pensamientos son como aves en el cielo, mirándoles navegar sobre olas de aire... ya con mas calma he salido a la calle y he buscado algo para beber... una señora de ojos hermosos me ha dado una sonrisa y eso ha aligerado mi dolor. no quiero beber, pensé. quise hablar con la señora y ella me tomó de la mano y sin decir palabra, me llevó a su casa. entramos y estaba poblada de gatos de todos los colores. todos me miraron y sentí que debía quedarme para siempre. el tiempo es como una planta que mira al sol y duerme con la noche... el tiempo, cosa extraña que apacigua estos tiempos tan extraños y bellos, pero no entedibles, sobre todo para una persona perdida como yo que se coge de cualquier cosa que huela a ternura...

Sunday, April 19, 2009

golpes

me dijeron la verdad y esta dolió mucho. salí de aquel lugar y no supe hacia dónde ir. un auto pasó casi arañando mi alma. me dio risa y sonreí. las luces de las calles empezaron a aumentar. es de noche, pensé, y todo parecía volverse mejor para soñar... di un paso y luego otro, miré si había gente delante de mí y seguí avanzando. un auto me atropelló y salí volando como espuma. cuando desperté estaba echado en una cama blanca, rodeado de gente que al igual que yo, estaba desvariando. quise mover mis piernas pero dolían mucho. algo ha pasado, y muy feo. una señora me alcanzó un vaso de agua y me la puso en la boca. ¿está mejor?, preguntó. le dije que no lo sabía. le pregunté cuánto tiempo estaba así. respondió que mas de dos meses y que recién hablaba. dos mese, pensé y cerré los ojos para recordar algo, cualquier cosa. vi mi cuerpo entrando a la casa de mi padre. este me miraba y decía que me valla. salía con lágrimas en los ojos y corrí duro hasta llegar a la casa de mi madre. esta me dijo que no sea tonto. no lo soy, respondí, pero duele mucho, y le conté todo a mi madre... ella bajó la cabeza y dijo cosas que me dolieron mas que el dolor mío... qué feo es recordar, escarbar cosas dentro de la conciencia. desperté y me di cuenta que las luces de aquel lugar se apagaban. juré salir lo mas pronto de aquel lugar y volver a mi dulce tarea de escribir y escribir. pasaron los meses y un buen día, salí andando con dos muletas. no había recibido una sola visita pero siempre pedía libros para leer y papel para escribir. terminé una novela de mas de quinientas paginas y le llamé: "El acusado". lo había mandado a la misma editorial y estos dijeron que lo iba a editar. no sé por qué no me puse contento, mas bien, triste y muy solo. me mandaron el dinero por los derechos y eso me alcanzó para tomar un cuarto y comprarme una PC. llegué al cuarto y seguí escribiendo, esta vez no sería de algo terrible. quise escribir acerca de los chanchos, los animales en general, me parecieron mas humanos que las personas...

Sunday, April 12, 2009

ladrón de corazón

me sentí abrumado en mitad de la noche. esas cosas de los sueños y miedos alargan la sed de verdad o de la mentira, es igual... sentado frente a la ventana mas grande de casa, de noche, aún palpitaba como pescado fuera del agua, mis recuerdos de un sueño inmortal... en este, un tipo como cualquiera tenía el rostro como muchos, vestía como otros, caminaba cansado y su altura era pequeña. ¿su nombre?, lo olvidé como suele ocurrirles a los que sueñan... ¿de dónde vienes?, le pregunté. me dijo que del fondo de todos los tiempos. no le entendí y él pareció alegrarse, como esos profesores que encuentran al fin a su último alumno. vivo lejos que aquí, pero no de distancia ni de tiempo... vivo a mas de un microsegundo de la vida. tampoco le entendí. soy un mercader de hombres y deseo una parte de ti. ¿parte de mí?. sí, respondió. necesito tu cerebro. tiene las coordenadas de un cuerpo que está por nacer y que va con destino a la realización de un ladrón, pero no uno de esos que se lleva las cosas, gratuitamente, y las canjea por gustos personales o anhelos de satisfacción. me quedé pensando en lo que deseaba de mí. le miré y sus ojos empezaron a agrandarse como pecado dentro de una pescera. sus cabellos cambiaron de color por un rubio y de lo lacio se volvieron enrulados, pero mas cortos. vi que tenía pequeños bigotes y sus dientes eran muy blancos. no fuma, pensé. sonrió de mis pensamientos. mi cerebro, pensaba cuando de pronto me transporté a una especie de sala de operaciones... vi que estaba en medio de gente sin ropa y nada mas que ojos intensos en sus caras. todos eran hombres de cabellos rubios pero de rostros muy parecidas y muy jóvenes. quería hablar pero no podía. descansé, escuché al mismo hombre que viera antes de este momento. ¿tiene un deseo antes de la operación?, preguntó. ¿uno?, me dije pero no hablando porque no podía, sino pensando. sólo uno escuché y vi que aquella otra voz brotaba de mas allá de las luces, y noté que encima de estos seres había mucha mas gente vestida como de algodón, como espuma que cubría algo de sus extraños y largos cuerpos. ¡quiero conservar mi corazón!, quise gritar y lo hice pensado en que así fue. hubo silencio en la extraña sala parecida a un coso de toros, pero mas pequeño y lleno de luces suaves pero claras... sólo necesitamos su cerebro, lo demás se lo quedará, dijo la segunda voz que pude apreciar brotaba de un hombre muy alto pero que tan solo notaba su extraña silueta adornada por espuma, ubicado en lo mas alto de aquel lugar... no somos dioses, dijo la voz, somos hombres de un microsegundo mas allá de la vida; y diciendo esto, todas las luces se apagaron y me sentí solo, un punto mas en la oscuridad. podía respirar aún, y respiré con suavidad, como remando en ese mar de oscuridad... de pronto escuché voces y sentí como que las luces de aquel lugar se encendieron... quise abrir los ojos y moverme pero no pude. unas manos me cogieron y llevaron a otro lugar en donde sentí el calor y la presencia de muchas personas. el tiempo pasaba y tan sólo podía respirar y pensar, pero no sentía miedo ni pena, nada. el clima parecía cambiar porque sentía frío y calor y manos que mudaban mis ropas... de pronto pude apreciar algo, pero aún no podía hablar ni moverme... volví a ver y vi que estaba en un sanatorio, solo, en una cama blanca de sábanas de mismo color, y gente que eran enfermeros y enfermeras. también vi a los pacientes que estaban echados a mi costado. el olor era normal, pero, era un sanatorio... una mañana pude levantar un dedo, luego la mano, al final moví todo el cuerpo. empecé a caminar y una tarde pude ver mi rostro en un espejo. me quedé muy sorprendido. frente a mis ojos un mono me miraba, un hombre sin frente, con pelos blancos y sin dientes... un despojo de algo... no podía hablar, no hablé. una noche, con mucha suerte pude salir a la calle sin que nadie se percatara. no pasaba nadie por las calles y pude escuchar las olas del mar. pude llegar a la orilla y pude sentir la humedad en mis piernas, mis manos, mis huesos, mi cara... caminé hasta llegar a mojar mi pecho, mi corazón que empezó a palpitar de emoción... miré hacia el negro cielo cuando escuché la voz del hombre alto tras la bruma de espuma o nubes o algo por el estilo y que viven un microsegundo más allá de la vida... tu corazón, sólo tienes tu corazón, lo demás es ilusión... siente lo que te queda y vive, vive... sé respirar, pensé y los hombres de aquel lugar me dejaron para siempre en paz... seguí caminando hasta que el mar me cubrió. no respiraba pero algo mas sucedió, todo se hizo negro y en aquella oscuridad, volví a respirar...

Friday, April 10, 2009

Cuentos


La mujer que no puede llorar

La vi a lo lejos, mas allá de los sueños, mas allá... La vi dentro de un aliento, sentada a mi lado, frente a mis ojos a mas de una eternidad. Le hice un regalo, luego otro y ella se puso a reír... ¿Me amas?, preguntó. Le dije la verdad, la absoluta verdad, le dije que no, que no lo sabía... Cerró sus ojos y me puse a llorar. Quería verla llorar, pero, no sabía llorar. Lo supe luego de unos momentos en que el tiempo brillaba delante de un mar de preguntas que flotaban por sus largos y sedosos cabellos. El tiempo siguió su largo camino, dejando una estella de respuestas a cada paso que daba. El espacio se llenó de estrellas y todas ellas con el rostro de la mujer que no puede llorar. Y cuando llegaba el Sol de un buen día, sabía que vendría la noche y vería mejor las estrellas, y a la mujer de tantas preguntas, a la mujer que no sabe llorar... Me quité todas mis ropas y con la luz de mi vida, empecé a cantar la misma melodía, aliento tras aliento, vida tras vida, día a día...


El hombre que aún espera que comience su vida

Era un hombre de alma grande y de cuerpo pequeño. Sus manos llenas de trabajo y llenas de heridas por tantos sueños rotos a pedazos frente al cristal del instante, subía la escalera de la Paz. Ya en la cima de todas las cimas, el hombre que espera una vida, vio que muchos hombre mas grandes y fuertes y trabajadores que él, recogían de las manos de un Dios, semillas de oro. Se puso en la cola y esperó su turno. Cuando estuvo frente al Dios le pidió una semilla mas. ¿Para qué?, preguntó el Dios. El hombre que espera una vida mas no supo qué responder, no supo qué decir... y al saber esto, devolvió su semilla de oro y con una sonrisa en los labios, besó la tierra donde pisó. Bajó de la cima y en sus pasos, había vida, mucha vida, brillando como estrellas en el mar de sueños y anhelos... Era un hombre de alma grande y cuerpo pequeño. Era un hombre, tan solo un hombre que se cansó de esperar y empezó a vivir de verdad...

Friday, April 03, 2009

edades

tengo la edad de un hombre viejo. miro la gente a mi alrededor y siento que nada le preocupa mas que sus problemas. me hago a un lado al verles cruzar y siento que soy una piedra dentro de un río. miro la televisión y siento que no hay nada que valga la pena ver... cojo un libro y lo rompo en pedazos. sacrilegio. rompo todos los libros que tengo en mi casa y luego rompo la televisión... me siento peor que un loco y me quito la ropa. camino por toda la casa y siento que hay algo mas que hacer. ¡una mujer!, pienso en todas las cosas que hubiera hecho pero me veo y estoy viejo, con mis piernas como gallina, amarillenta con pellejo gastado... lloro sin parar, pues, me siento y estoy muy solo. miro las fotos de mi casa y veo a mi familia. les extraño... me visto y necesito lo mismo de siempre. cojo un lápiz y papel y escribo mi nombre, dirección y luego, poemas, muchos poemas... me siento mejor y mi cuerpo se pone mas duro, mas duro y mas joven que ayer...