Wednesday, April 23, 2008

instantes


la cosas iban perfectas. la gente no dejaba de respirar, respirarme... era una gota entre la mar de miradas. vivía eternamente y ese soplo que subía hacia la eternidad no cesaba de alegrarme, liberarme... era un ser lleno y satisfecho, y, con algo tan simple como era el aliento. cerré los ojos ante esos momentos infinitos y decidí ser feliz el resto de mi viaje por la existencia carnal. ¿más allá qué hay?... no lo sé, pero, este sentimiento de alegría me hace sentir que hay mas, mucho más, tanto más que jamás podré entender, pero sí sentir esta alma que va y viene como este aliento, como las olas de la mar, como todo aquello que vibra en cada instante de este vivir, de este morir, vivir y morir, vivir y morir por siempre...


san isidro, abril del 2008