Friday, May 28, 2010

el silencio final...


una manada de pensamientos abofeteaban mi atención... quería detenerlos pero no, era difícil... recordé la eternidad... puse mi ser bajo su manto y en gotas y gotas, ni atención quedó clara como una mañana de verano... sentí alegría, y salí a la calle llena de gente y autos y casas y los seres de un valle de amor infinito... ¡qué hermoso era!... corrí como por la primera vez... respiré largo y sentido hasta sentir que todo era aire... estaba en el cielo y no lo sabía... un mar de silencios llenaron todo el espacio que me rodeaba, sabía que estaba en el umbral... di un paso, luego otro, otro, hasta sentir que todo a mi alrededor se deshacía como el humo de un cigarro... estaba volviendo a mi hogar, sentí aquellos instantes eternos... las manos invisibles del amor... los campos y campos sin final de la paz... estaba entrando sin volver la mirada cuando escuché los latidos de mi vida que se iban para no volver... me solté, y no supe mas... tan solo el silencio de todo encerrado el grito de todos los dioses... cuando abrí los ojos, estaba frente a ti, sentado frente a la máquina de escribir, sonriendo...

Saturday, May 01, 2010

la culpa


tenía las manos aún llenas de barro y sangre. el esfuerzo por ocultarlo de mi vida fue épico. primero, la gente no dejaba de observarme, aunque ya fuera pasada la media noche... segundo, dos veces escuché mi nombre repetido por el cielo, como un eco... tercero, el sonido del martillo no cesaba en mi cabeza luego de haber terminado hacía horas... en fin, esto de clavar a un desconocido es algo normal por estos tiempos, pero, este hombre de ojos dulces, de voz bondadosa y de un cuerpo lacerado es algo que uno jamás olvidará... y ese cielo, ese temblor, esa gente mirando sin dejar de llorar por este hombre es algo que jamás se me borrará como este barro que me está dejando, mientras me lavo mas manos... es extraño, pues siento que esos clavos en la muñeca del hombre se me ha metido en una parte sensible de mi ser, y no desaparece por mas agua que me meta... extraño, pero fue algo hermoso conocerlo así, hablándome, aunque no me mirara nunca... debe ser la genuina repetición de un hombre a otro hombre, en más de media vida que cargo haciendo lo mismo... sí, debe ser eso, pero, aquel hermano tuvo algo hermoso que mostrar mientras el mundo seguía adelante, libre de culpa, libre de toda culpa…