Friday, December 14, 2007

paseando


sin querer me detuve un instante mientras iba a comprar un poco de pan, azúcar y queso. vi a este hombre y me dije si era feliz. me le acerqué casi hasta darle un beso en la boca, como los boxeadores y le dije con el pensamiento si era tan feliz como yo. me escupió y luego me dijo muchas malas palabras y con una mano me lanzaba lo que tenía en la bolsa que era pan, queso, azúcar y un paquete de cigarros. me detuve y recogí todo lo que me había tirado. se lo devolví y este se quedó boquiabierto. sonreí y con la mano le dije adiós. seguí mi camino y entré en una panadería y compré el queso, pan y azúcar. salí y en la puerta volví a encontrarme con el mismo hombre. le saludé con la mano y seguí mi camino, pero mientras lo hacía sentí que alguien me seguía. era el hombre. ¿qué desea?, pregunté. se quedó lívido y en un acto de sorpresa, me dio un beso en los labios, luego, me dio su bolsita de pan, queso y azúcar y los cigarrillos. no quise recibirlos pero ya el hombre se había alejado. seguí andando hasta llegar a mi casa y poco antes de entrar vi a un perro que me miraba con hambre y eso que da pena en sus miradas. abrí la bolsa y le di todo lo que el viejo me había regalado, luego, entré a casa. preparé mi desayuno y cuando ya estaba listo a salir vi al perro rascando la puerta de casa. abrí la puerta y el perro se me abalanzó y me lamió toda la cara, para luego irse de lo mas campante. me levanté y salí rumbo al trabajo... tomé un auto y no paré hasta llegar, pero en la ruta miraba los ojos de conductor. era un hombre hermoso y muy joven. me gustó su mirada y le sonreí. este me devolvió el saludo y empezó a hablarme. me dijo si me gustaban los hombres. le dije que no. ¿y las mujeres?. le dije tampoco que no. ¿los animales?. no, respondí. me sentí incómodo, pero por suerte ya estaba llegando al trabajo, y cuando el auto se detuvo, saqué un billete para pagarle pero el conductor dijo que no, que el viaje era gratis. gracias, le dije, y antes de alejarme el hombre dijo que yo le gustaba mucho y que deseaba hacerme el amor. no, respondí y entré al trabajo. todo el día la pasé muy bien hasta que un colega me dijo si deseaba hablar. le miré y tenía unos labios gruesos y carnosos, color sangre. le di un beso en los labios y este me dio un puñete en la cara, rompiéndome la nariz. llamaron a la ambulancia y luego, me llevaron a casa. al poco rato recibí la llamada de mi jefe, preguntándome si me gustaban los hombres. le dije que no. ¿entonces, por qué ha besado a su colega?. le dije que me gusta dar besos a las cosas hermosas. ¡ah!, es usted un artista..., dijo. no, respondí. bueno, en ese caso, puede volver al trabajo apenas se sienta mejor, pero eso sí, por favor evite de dar besos en el trabajo. de acuerdo, respondí. apenas colgó, encendí la TV. daban una serie erótica. la apagué y respiré profundo muchas veces, muchas veces hasta que dejé de sentir mi cuerpo. sentía que era un punto que estaba dentro de un cuerpo lleno de carne. seguí respirando largo y profundo hasta cerrar los ojos. de pronto, me vi en medio de una constelación de estrellas y de una parte de ese lugar aparecieron unas sombras luminosas... se me aceraron y vi por primera vez, la cosa mas bella de todas las cosas, era la belleza misma... me le acerqué y me uní a ella, luego, no sé qué mas, pues abrí los ojos y todo estaba oscuro. me levanté y casi desnudo salí a la calle a caminar. fue raro, no había nadie por las calles, excepto el perro que apenas me vio, dio un brinco hasta lamerme toda mi cara... pude salir del perro, pero no por eso detuve mi paseo... seguí hasta que el día llegó... casi podía tocarlo con los ojos y los dedos. cerré los ojos y le di un beso, de esos que no tienes labios, tan solo corazón...