Saturday, November 10, 2007

vencido


llegué temprano. una mancha de gente me rodeó y todos me dijeron lo mismo: tengo sed. abrí mis manos y les di cuanto tenía, pero ellos aún decían lo mismo... sus ojos decían tanto. uno de ellos cerró los ojos y vi sus lágrimas caer. me pregunté qué puedo hacer por todos ellos si ni siquiera yo puedo calmar mi sed. de pronto un calor surgió del fondo de mi pecho. puse mis manos sobre mi pecho y con los ojos abiertos vi mas allá de la gente y sus ojos y todo cuanto antes percibía. vi mundos girando... seres alados de formas humanas. vi una nave llena de luz girando alrededor de uno de los mundos. y cuando estaba por querer entender, todo se hizo negro, y luego, vi a la gente con sus ojos brillantes y sus caras saciadas y sus voces calladas, y todo su ser llenos de paz... empezaron alejarse cuando vi al joven que había llorado sonreír como un niño, y fui muy feliz verle así... y cuando estaba solo en este lugar, miré hacia el techo del mundo y vi una mano inmensa, cogiéndome como polvo... la mano se cerró y al fin pude sentir que todo acababa, así como los poemas, así como el día y la noche. así, solo así terminé...


san isidro, noviembre del 2007