Friday, September 09, 2016

HERMANOS

Mi hermana está por llegar y no sé qué decirle. No siento más que un dolor profundo en el alma, pero nadie quiere escuchar, oler, ni mucho menos sentir eso. Mi hermana está cerca, casi puedo percibir su aroma y el brillo de su cálida sonrisa. Es hermosa, con dos hijas y un esposo noble, aunque algo loco. A mi hermana le encanta vivir bien, hablar sin parar y reír, con o sin motivo. Como toda mujer, disfruta de las cosas simples y complicadas de la vida. Me lleva más de diez años menos. Espero que llegue pronto, porque estoy al borde de hacer algo drástico. Según el psiquiatra, esto no tiene que ver con mi hermana, sino con mi fascinación por la muerte. Me atrae la idea del más allá. He intentado acercarme, pero he fallado. La pistola que tengo es fría, con cinco balas, aunque una sola bastaría. Pero tal vez sea mejor dejarlo para mañana. Eso de "no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy" no siempre es cierto, a menos que mi hermana también piense en hacer lo mismo. Ojalá me lo diga antes. Me han contado que está muy deprimida. Los problemas son intensos y pueden llevar a la gente a hacer cosas irreparables. Mi hermana ya llegó, con una sonrisa abierta. No trae nada en los bolsillos, quizá solo ganas de hablar, como todo el mundo.